Francisco Antonio Zea Díaz (1766-1822). Reformador ilustrado, diplomático de la Independencia y pionero de la botánica aplicada en el mundo hispánico
Figura central en la transición del mundo colonial al republicano, Francisco Antonio Zea encarnó la alianza entre ciencia ilustrada, prensa política y diplomacia al servicio de la emancipación de Hispanoamérica. Nacido en Medellín en 1766 y fallecido en Bath en 1822, fue catedrático, periodista, director del Real Jardín Botánico de Madrid, ideólogo de la Unión colombiana y ministro plenipotenciario en Europa. Su itinerario intelectual lo llevó de la botánica económica a la construcción institucional y al financiamiento internacional de la guerra independentista, dejando una obra que articuló modernización científica y proyecto nacional. Este artículo examina su vida, logros y legado con atención a su papel como mediador entre saberes europeos y realidades americanas, clave para comprender la formación de Colombia y la proyección internacional de la causa libertadora.
Orígenes y contexto histórico
Hijo de una familia de pequeña nobleza provincial, Zea se formó en colegios de prestigio en Popayán y Santafé, donde destacó pronto por su talento humanista y capacidad docente. Su ascenso intelectual se consolidó cuando el virrey Ezpeleta lo nombró preceptor de sus hijos, reconocimiento que le abrió puertas en el ambiente proilustrado neogranadino. En ese medio, la ciencia útil comenzó a desplazar al escolasticismo, un giro que Zea impulsó con vigor.
El impulso decisivo llegó bajo la égida del naturalista gaditano D. José Celestino Mutis, director de la Real Expedición Botánica de la Nueva Granada. Zea asumió pronto la difusión pública de la “nueva filosofía natural”, publicando sus célebres Avisos de Hebephilo en el Papel Periódico de Santafé, donde defendió el cultivo de matemáticas y ciencias naturales como fundamento de una regeneración patriótica. En este período trabó amistad con Antonio Nariño y Álvarez y Pedro Fermín de Vargas, precursores de la emancipación cuya influencia alimentó su sensibilidad reformista.
La represión de 1794-1795 alcanzó a Zea, procesado por la Pesquisa de Sublevación y enviado a Cádiz. La **caída de Godoy y las gestiones de Saavedra y Mariano Luis de Urquijo facilitaron su libertad y restitución. Desde entonces, su carrera europea combinó investigación botánica, escritura periodística y administración científica, mientras se afirmaba su vocación de hombre-puente entre las dos orillas del Atlántico.
Logros y contribuciones
El botánico modernizador
Arropado por José de Cavanilles, Zea publicó en 1800 la Memoria sobre la quina, intervención clave en la “guerra de las quinas” frente a Casimiro Gómez Ortega y Hipólito Ruiz. Con esa polémica defendió la prioridad científica de Mutis y el valor económico-sanitario de la Cinchona. Su ideario cristalizó en el Discurso acerca del mérito y utilidad de la Botánica (1805), donde distinguió entre taxonomía y economía botánicas, subrayando la aplicación productiva del conocimiento vegetal para agricultura, industria y salud pública.
Como Director del Real Jardín Botánico de Madrid, reorganizó la docencia, impulsó la “botánica agrícola”, proyectó la creación de jardines provinciales y consolidó una cátedra de Agricultura y Economía Rural con sistema de premios al mérito, trazando un modelo de transferencia tecnológica que, a su juicio, debía irradiar a todo el imperio hispánico. Este énfasis utilitarista, hoy diríamos política científica orientada a misiones, ancló su prestigio y lo situó en el epicentro de la reforma ilustrada.
El intelectual público y el político
Zea fue periodista de Estado en la Gaceta de Madrid y El Mercurio Histórico y Político, forjando un estilo de divulgación estratégica. En 1807 analizó la difusión de las ideas de la Revolución Francesa y sus consecuencias en España e Hispanoamérica. La coyuntura napoleónica lo catapultó a la gran política: Joachim Murat lo designó diputado americano en las Cortes de Bayona, donde, junto con Ignacio Sánchez de Tejada, influyó en el capítulo de derechos y garantías de la primera constitución escrita del nuevo orden. En este marco, Zea juró al nuevo monarca Napoleón y dio la bienvenida a José Napoleón I, posteriormente referido como José en su entorno cortesano.
Aunque su fidelidad al régimen josefino le acarreó embargos y procesos, mantuvo responsabilidades en el Jardín Botánico y ascendió a jefe de división en el Ministerio del Interior, además de Prefecto de Málaga. Aquella experiencia administrativa, unida a su cultura financiera, sería crucial más tarde cuando recayera sobre él la ingeniería de los empréstitos para Colombia.
El arquitecto de la Unión colombiana
La etapa americana entre 1816 y 1819 fue decisiva. Junto al Simón Bolívar de la reorganización, al Pablo MORILLO de la represión y al pluralismo de caudillos como Santiago Mariño y Arismendi, Zea actuó como diseñador institucional. Presidió el Tribunal de Secuestros, integró la Comisión de repartos, condujo el Consejo de Estado y el Consejo de Gobierno, dirigió El Correo del Orinoco, y fue Vicepresidente del gobierno provisional. Redactó piezas doctrinales contra la mediación europea y codirigió la Ley Fundamental de la República de Colombia (diciembre de 1819), proclamando solemnemente: “¡La República de Colombia queda constituida!”.
El diplomático y financiero de la independencia
Enviado a Europa en 1820 como ministro plenipotenciario, Zea se propuso sanear el crédito, conseguir reconocimientos, comprar armas y atraer colonos. Concertó con los agentes de Londres la consolidación de deudas y propuso al embajador español el “Plan de Reconciliación y Proyecto de Confederación Hispánica”, buscando un reconocimiento gradual de las nuevas repúblicas con garantías comerciales. En esa agenda dialogó también con el representante estadounidense, prefigurando un tratado de comercio y alentando el inminente pronunciamiento de J. Monroe. En paralelo, gestionó armamento y navíos para la naciente escuadra, además de contingentes colonos procedentes del norte de Europa.
Sostuvo vínculos con las élites científicas francesas y británicas, afinando su capital relacional a partir de su paso por París, donde había conocido a Georges Cuvier, François Dominique Arago, Jean Victor Audouin, Pierre Simeon Laplace<span aria-hidden=»true» class=»ms-0
MCN Biografías, 2025. "Francisco Antonio Zea Díaz (1766-1822). Reformador ilustrado, diplomático de la Independencia y pionero de la botánica aplicada en el mundo hispánico". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/zea-diaz-francisco-antonio [consulta: 19 de octubre de 2025].