Mutis, José Celestino (1732-1808)


Científico y eclesiástico español, nacido en Cádiz (España) el 6 de abril de 1732 y fallecido en Santafé de Bogotá (Colombia), el 11 de septiembre de 1808.

José Celestino Mutis.

Aunque no se conocen datos sobre su infancia, se sabe que Mutis inició sus estudios de medicina en el Colegio de Cirugía de Cádiz -donde tuvo un primer acercamiento a la medicina moderna-, y que terminó su carrera en la Universidad de Sevilla, al tiempo que realizaba estudios de botánica, junto a Miguel Barnardes, en el Jardín Botánico de Migas Calientes. Durante cuatro años ejerció su profesión en el Hospital de Marina de Cádiz, donde se interesó por la astronomía.

Entre 1757 y 1760 trabajó como suplente en la cátedra de Anatomía del Hospital General de Madrid. Salió de Cádiz rumbo a América en 1760, para ejercer como médico del virrey del Nuevo Reino de Granada. Llegó a Santafé de Bogotá al año siguiente donde consiguió la cátedra de matemáticas en el Colegio Rosario de Bogotá, siendo el primer pedagogo que explicó la física newtoniana y la teoría heliocéntrica de Copérnico.

En 1764 envió un ejemplar de quina de Loja a Linneo, iniciando así, no sólo una correspondencia que duraría hasta la muerte de este último en 1778, sino también la entrada de Mutis en la red de comunicación internacional de la botánica linneana. Por otra parte, en un memorial dirigido a Carlos III en 1764, se declaraba linneano y subrayaba que solamente aspiraba a continuar la obra de Pehr Löfling, describiendo la flora del Nuevo Mundo. Mutis mantuvo correspondencia con varios discípulos de Linneo, entre ellos Clas Alströmer (a quien había conocido en Madrid), Peter Jonas Bergius y Carl Peter Thunberg. Mutis describió el sistema linneano como «un alfabeto para reducir las plantas a sus respectivos órdenes», afirmaba, «pero luego hallo mis dificultades para reducirlas al Género». Cuando describía unos ejemplares del bejuco de agua anotó: «Registro el ‘sistema vegetal’ y los ‘géneros’, y hallo cosa muy diversa.». Al seguir estrictamente la metodología linneana, las indicaciones eran tan confusas que se vio obligado a hacer una enmienda: «De aquí se infiere o que ésta es una especie muy diversa, o que se debe emendar el carácter genérico» (Diario, II, 607). Leal y crítico a un tiempo con los métodos del maestro, Mutis permaneció dentro del círculo linneano a lo largo de su carrera como botánico.

En 1772 Mutis se hizo eclesiástico, pero sin abandonar en ningún momento el cultivo de las ciencias. Entre 1766 y 1770 fue destinado al Real de Minas de Montuosa (cerca de Pamplona), donde aplicó sus facultades críticas a la producción de plata, y de 1777 a 1782 estuvo en las minas de Sapo (Ibagué). En Santafé de Bogotá enseñó Matemáticas y Astronomía y contribuyó a la modernización de la minería en el Virreinato, tanto en los aspectos de producción con nuevas técnicas de explotación, como en los de industrialización, con novedosas formas de empresas mineras, para ello envió a Clemente Ruiz a Suecia para que aprendiera los modernos procesos de fundición.

En 1782 decidió organizar una expedición de botánica y junto a Eloy Valenzuela, Francisco Javier Matís y Salvador Rizo, estudiaron la flora del Nuevo Mundo. De estas investigaciones, Mutis, publicó estudios sobre el género Cinchona, donde agrupó cuatro especies con valor medicinal y tres no medicinales, pertenecientes todas a este género, hasta ese momento se consideraban todas las especies de Cinchona como una sola. Intentó definir las características taxonómicas de la quina, imprescindible como medicamento, para que los profanos pudieran distinguir las diferentes especies.

En la década final del siglo, Mutis estuvo ocupado en la publicación de sus estudios sobre el género Cinchona, participando en una acerba polémica con sus colegas Hipólito Ruiz y José Pavón acerca de la importancia de la quina y de la prioridad de su descubrimiento. Pensando que la confusión general sobre la quina se debía a que los europeos consideraban todas las especies de Cinchona como si fueran una sola, Mutis agrupó sus variedades en cuatro especies con valor medicinal y tres no medicinales, pertenecientes todas ellas al género único Cinchona. La demanda de quina como medicamento era tan grande que Mutis debió trabajar con gran denuedo para intentar definir las características taxonómicas del género con la claridad suficiente para que los profanos pudieran distinguir las diferentes especies. Sus tres especies no medicinales están incorporadas hoy a otros géneros; de las medicinales, dos se consideran como Cinchona pero las otras dos son ahora Ladembergia.

Durante este mismo período, Mutis llevó a cabo una enérgica campaña en favor de método de vacunación de Edward Jenner, confiando en que el gobierno financiara un programa de inmunización. Mutis había sido testigo de la resistencia de los estamentos médicos oficiales de Madrid a la inoculación en 1759 y esperaba que el virrey no cometiera el mismo error, con lamentables consecuencias para el pueblo. Se ha criticado con frecuencia a Mutis por la dispersión de su interés en excesivos campos del saber. Alexander von Humboldt alabó sus trabajos botánicos, pero criticó sus observaciones barométricas, siempre incorrectas por haber usado un instrumento inadecuado.

El gobierno español lo nombró director de la Comisión Científica destinada al estudio de la flora ecuatorial. En 1783, inició y dirigió, por espacio de veinticinco años, la Real Expedición Botánica. Recorrió varias regiones del país y reunió una gran cantidad de material para el estudio de la flora.Mutis fue un incansable investigador de la flora en América, y su obra, si bien no conocida en su totalidad, ha sido de gran provecho para reunir elementos de estudio esenciales sobre la riqueza y variedad de plantas existentes en el Nuevo Mundo. Por último, es importante resaltar la contribución de Mutis al desarrollo del estudio de la medicina, pues él incorporó el estudio de la anatomía a través de la disección, y colaboró, entre 1802 y 1804, en la redacción y organización del plan de estudios de la recién fundada facultad del Rosario. Así mismo apoyó e impulsó las Sociedades de Amigos del país y la astronomía; gracias a Mutis se construyó el Observatorio Astronómico de Santafé de Bogotá, todavía existente. La primera reunión de dicha Sociedad tuvo lugar en su casa, en 1801.

Cuando le sobrevino la muerte, sus documentos estaban desordenados, los dibujos sin rotular y la tarea de poner en orden este caos fue encomendada al heredero de Mutis, su sobrino Sinforoso. Además de la inmensa producción de la Flora, ahora en curso de publicación, el mayor mérito de Mutis consistió en crear una auténtica escuela científica, la cual, si las convulsiones de la independencia no hubieran interrumpido su normal desarrollo, hubiera podido llegar a ser realmente singular e independiente. En parte, ello se debió a la capacidad de Mutis para recabar los medios de financiar y equipar la expedición. Por otra parte, Humbodt afirmó que la biblioteca botánica de Mutis era la mejor que había visto, con la única excepción de la de Joseph Banks en Londres. La segunda clave de su éxito fue que se erigió en árbitro de la ciencia moderna en Nueva Granada, defendiendo ventajosamente su copernicanismo frente a una denuncia presentada ante los dominicos en 1774. Sus alumnos involucraron prácticamente a toda persona notable en la lucha por la independencia y sus más íntimos colaboradores y discípulos en la expedición -Sinforoso Mutis, Jorge Tadeo Lozano, Francisco Antonio Zea, Francisco José de Caldas y José Joaquín Camacho- estuvieron implicados en la conspiración de 1794, en la revolución de 1810, o en ambas.

Los materiales de su obra monumental titulada Flora de Santafé de Bogotá o de Nueva Granada, permanecen aún inéditos, archivados en el Jardín Botánico de Madrid. Es una obra de grandes dimensiones y de enorme valor científico, con miles de dibujos de plantas todavía no reconocidas. Otras obras de su autoría son: Diario de Observaciones (1791), Correspondencia entre Linneo y otro naturalista, El arcano de la quina (1793), obra en la que Mutis se muestra como el primer estudioso a fondo de las virtudes medicinales de esta planta.

Bibliografía

Fuentes

La Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, 51 vols. proyectados, Madrid, Cultura Hispánica, 1954-, se ha publicado también bajo el auspicio conjunto de los gobiernos de Colombia y España.

Son fuentes básicas de la trayectoria científica de Mutis el Diario de Observaciones de José Celestino Mutis (1760-1790), ed. dir. por Guillermo Hernández de Alba, 2 vols., Bogotá, Minerva, 1957-1958; y Archivo Epistolar del sabio naturalista don José Celestino Mutis, ed. dir. por Guillermo Hernández de Alba, 4 vols., Bogotá, Kelly, 1968-1975.

Sobre el género Cinchona, se hace la referencia al «Real Proyecto del Estanco de quina y sus establecimientos (1787)», Quinas de la Real Expedición Botánica, del Nuevo Reino de Granada, Madrid, Cultura Hispánica, 1957 (Flora, vol. 44), ed. dir. por Enrique Pérez Arbeláez y Fernando Fernández de Soto Morales, páginas 44-64.

También destacan Viaje a Santa Fe. [Edición de] Marcelo Frías.- (Madrid: Historia 16, 1990); y Expedición botánica de José Celestino Mutis al Nuevo Reino de Granada y memorias inéditas. [Edición de] Diego Mendoza.- (Madrid: Imp. V. Suárez, 1909).

Estudios

GREDILLA, Federico A., Biografía de José Celestino Mutis. Madrid: Establecimiento Tipográfico de Fortanet, 1911. Reed.: Complemento a la Historia Extensa de Colombia. Bogotá: Academia Colombiana de Historia, Plaza & Janés, 1982. (Biografía básica)PÉREZ ARVELÁEZ, Enrique: José Celestino Mutis y la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, Bogotá, Autares, 1967. (De mayor riqueza en cuanto a contexto cultural).DUGAND, Armando: «La sistemática de la flora de Mutis» en Conferencias sobre la Expedición Botánica, Bogotá, Kelly, 1958, pp. 75-102. (Interesante para una evaluación crítica).COLMEIRO, M: La Botánica y los botánicos de la Península Hispano-lusitana. Estudios bibliográficos y biográficos. Madrid: M. Rivadeneyra, 1858, pp. 171-172.MEJÍA DUQUE, Jaime: «Libros comprados por Mutis» en Bolívar (Bogotá), 10 (1957), 521-524. (Referente a su biblioteca).