Nariño, Antonio (1765-1823).
Escritor y político colombiano, nacido el 9 de abril de 1765 en Santafé de Bogotá y fallecido en Villa de Leiva (Boyacá) el 13 de diciembre de 1823. Aunque no pudo dedicarse al estudio debido a su mala salud, esta circunstancia le permitió dedicarse a la lectura de todos los libros que encontró en la biblioteca de su abuelo. De esta forma se hizo con una vasta cultura. Aprendió francés y se entusiasmó por los filósofos ingleses y los enciclopedistas franceses. Formó su hogar con Magdalena Ortega y Mesa con quien tuvo cinco hijos: Gregorio, Antonio, Francisco, Mercedes e Isabel. Viajó a Honda y a Cartagena de Indias, con la idea de dedicarse al comercio y colaborar con los gastos familiares. Se dedicó al comercio de importación, compra y venta de libros nuevos y usados.
Como periodista, Nariño fundó el diario La Bagatela (1811), primer periódico político del país, y colaboró en el Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá (1793). Tradujo la Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano (1793), promulgada por la Asamblea Francesa e imprimió varias copias en una pequeña imprenta de su propiedad, copias que luego repartió secretamente para propagar los principios de libertad e independencia.
En 1794 fue detenido como culpable de delito contra el Estado. Merecedor de la pena de muerte, se le confiscaron todos sus bienes. Un año después fue enviado a Madrid, pero se fugó al llegar a Cádiz y pasó a Francia e Inglaterra donde buscó apoyo para la campaña de la independencia de Colombia. Regresó a Venezuela y desde allí volvió a su país con un nombre ficticio. En 1797 fue descubierto y se le dio por prisión el cuartel de caballería de Santafé de Bogotá donde permaneció prisionero hasta 1803. Allí permaneció hasta que, por quebrantos de salud y prescripción médica, se le permitió regresar a la hacienda de Fucha donde se reunió con su familia y se dedicó a las labores agrícolas. No deja de participar en las actividades políticas pero es descubierto en 1809 y enviado nuevamente al castillo de Bocachica en Cartagena.
En 1810 recobra nuevamente su libertad y vuelve a Santafé de Bogotá y en 1811 ocupa la presidencia de la República. En 1812 hizo aprobar una nueva Constitución de Cundinamarca y declaró la Independencia absoluta de España. Siendo presidente emprendió una campaña contra las fuerzas españolas del sur. Aunque alcanzó notables triunfos en Popayán y el Cauca, fue derrotado en Pasto, hecho prisionero y enviado a fusilar. Sin embargo, la pena de muerte no se cumplió, pero fue enviado nuevamente a la prisión de Cádiz. Allí permaneció hasta 1820 cuando se presentó la revolución de Riego que abrió las puertas de las cárceles a los presos políticos que el absolutismo de Fernando VII había enviado a las prisiones de España. Volvió nuevamente a Colombia en 1821, año en el cual Bolívar lo nombró vicepresidente del Congreso de la Gran Colombia. Nariño instaló el Congreso de Cúcuta y asistió al Congreso de 1822 como senador. Enfermo y desengañado, se retiró a Villa de Leiva. Allí falleció el hombre cuya figura dentro de la historia de Colombia ha consagrado la autorizada expresión de Rafael María Carrasquilla: «Después de Bolívar, Nariño«. Sus restos reposan en el mausoleo de la Basílica Primada de Santafé de Bogotá.