Svetlana Beriosova (1932-VVVV). La gran bailarina lituana que marcó la historia del ballet

Svetlana Beriosova (1932-VVVV). La gran bailarina lituana que marcó la historia del ballet

Svetlana Beriosova, una de las figuras más prominentes del ballet clásico del siglo XX, nació el 24 de septiembre de 1932 en Kaunas, Lituania. Hija del bailarín de carácter y maestro de ballet Nicholas Beriozoff, Svetlana creció rodeada por el arte de la danza, lo que marcó su destino desde temprana edad. Su carrera en el ballet comenzó casi de forma natural, y a lo largo de su vida profesional, Beriosova no solo se destacó como intérprete, sino también como maestra de ballet, dejando un legado imborrable en el mundo de la danza clásica.

Orígenes y contexto histórico

Desde sus primeros años, Beriosova estuvo profundamente influenciada por el mundo de la danza. A los tres años, acompañó a su padre, Nicholas Beriozoff, en sus giras con los Ballets Russes de Monte Carlo. Fue en este contexto que realizó su primera aparición en un escenario, un momento inicial que marcaría el comienzo de una carrera que trascendería generaciones. La pieza en la que debutó fue Le Beau Danube, un ballet de Léonide Massine, en el que utilizó una cuerda de saltar, una imagen que reflejaba la ligereza y gracia que la acompañarían durante toda su carrera.

En 1939, la compañía de Ballets Russes se instaló en Nueva York, lo que permitió a Beriosova empezar a tomar clases de ballet de manera más formal. Fue bajo la tutela de dos maestros fundamentales, Ludmilla Schollar y Anatole Vilzak, que comenzó a pulir sus habilidades. Su temprana formación se complementó con la influencia de una familia que vivía y respiraba el ballet, lo que le permitió desarrollar una técnica impecable desde muy joven.

Logros y contribuciones

El talento y la dedicación de Svetlana Beriosova no tardaron en ser reconocidos. En 1947, hizo su debut con el Ballet de Ottawa y el Grand Ballet du Marquis de Cuevas, pero fue en 1949 cuando su carrera dio un giro definitivo. Su padre fue nombrado maestro de ballet del English Metropolitan Ballet, y Beriosova se unió a la compañía, interpretando papeles protagónicos en ballets como Designs with Strings (1947) de John Taras, Fanciulla delle Rose (1948) de Frank Staff, y Ballamento (1949) de Andrée Howard.

Sin embargo, en 1949 decidió hacer una pausa en su trabajo con esta compañía para regresar a Nueva York, donde en 1950 se unió al prestigioso Sadler’s Wells Theatre Ballet. Aquí, Beriosova interpretó papeles destacados como el de Lamilia en Pastorale (1950) de John Cranko, y participó en el estreno de obras clave como Trumpet Concert (1950) de George Balanchine y una nueva versión de Assembly Ball (1950) de Andrée Howard. Este período marcó su ascenso a ballerina en 1955, consolidándose como una de las artistas más importantes de su generación.

A lo largo de los años, Svetlana Beriosova formó parte de numerosos estrenos en el Sadler’s Wells Ballet y, más tarde, en el Royal Ballet. Su repertorio se enriqueció con obras de renombrados coreógrafos y directores, como Frederick Ashton, Kenneth MacMillan y Alan Carter. Entre las piezas más destacadas que interpretó se incluyen The Shadow (1953), The Prince of the Pagodas (1957), Antigone (1959) de John Cranko, y Persephone (1961), Enigma Variations (1968) de Frederick Ashton.

Su virtuosismo le permitió interpretar algunos de los papeles más emblemáticos del repertorio clásico, como Swanilda en Coppélia (1952), Aurora en La Bella Durmiente (1954), Odette-Odile en El Lago de los Cisnes (1955) y Giselle en Giselle (1956), interpretaciones que consolidaron su fama internacional.

Momentos clave en la carrera de Svetlana Beriosova

A lo largo de su carrera, Svetlana Beriosova dejó una huella indeleble en la historia del ballet. Algunos de los momentos más importantes incluyen:

  • 1947: Debut con el Ballet de Ottawa y el Grand Ballet du Marquis de Cuevas.

  • 1949: Primeros papeles protagónicos con el English Metropolitan Ballet, incluyendo Designs with Strings, Fanciulla delle Rose y Ballamento.

  • 1950: Ingreso al Sadler’s Wells Theatre Ballet, con el estreno de Pastorale de John Cranko.

  • 1955: Ascenso a ballerina en el Sadler’s Wells Ballet, interpretando roles en The Shadow y The Prince of the Pagodas.

  • 1956: Debut como Giselle en Giselle y como Odette-Odile en El Lago de los Cisnes.

  • 1975: Retiro definitivo del mundo de la danza, dejando un legado de excelencia técnica y artística.

Relevancia actual

Aunque Svetlana Beriosova se retiró del escenario en 1975, su legado perdura hasta el día de hoy. Su impacto en el ballet clásico sigue siendo un referente tanto para los bailarines como para los maestros de la disciplina. A través de su trabajo como profesora, Beriosova formó a generaciones de nuevos talentos que continuaron difundiendo el arte de la danza en todo el mundo.

Hoy en día, su influencia se ve reflejada en los repertorios de las grandes compañías de ballet, que siguen representando las obras que ella popularizó. Su interpretación de papeles clásicos sigue siendo un modelo de excelencia técnica y emocional, y su dedicación al arte continúa inspirando a las nuevas generaciones de bailarines y coreógrafos.

La figura de Svetlana Beriosova es un testimonio del poder transformador de la danza, una disciplina que, gracias a artistas como ella, sigue siendo una de las formas de expresión más profundas y universales. Su vida y carrera son un ejemplo de pasión, dedicación y excelencia, cualidades que la mantienen vigente en la historia del ballet clásico.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Svetlana Beriosova (1932-VVVV). La gran bailarina lituana que marcó la historia del ballet". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/beriosova-svetlana [consulta: 28 de septiembre de 2025].