Massine, Léonide (1895-1979). El legado de un coreógrafo revolucionario
Léonide Massine (1895-1979), nacido como Leonid Fedorovich Myasin en Moscú, Rusia, es recordado como uno de los bailarines y coreógrafos más influyentes del siglo XX. De orígenes humildes, Massine se destacó por su versatilidad y por la creación de obras emblemáticas que marcaron un hito en la historia del ballet moderno. Su paso por los Ballets Russes de Diaghilev, su influencia como maestro y su capacidad para colaborar con artistas de la talla de Picasso, Cocteau, Satie y Mikhail Fokine, lo convierten en un referente clave en el desarrollo del ballet contemporáneo. A lo largo de su carrera, Massine fue no solo un creador y ejecutante, sino también un visionario que contribuyó a la evolución del arte del ballet, dejando un legado imborrable.
Orígenes y contexto histórico
Léonide Massine nació el 8 de agosto de 1895 en Moscú, en el seno de una familia rusa. A temprana edad, su vida dio un giro cuando decidió abandonar su carrera inicial como actor para dedicarse por completo al baile. Estudió en la prestigiosa Escuela del Teatro Imperial de San Petersburgo bajo la dirección de Alexander Gorsky, donde se graduó en 1912. Ese mismo año, comenzó a formarse como bailarín profesional en el renombrado Ballet Bolshoi, una de las principales instituciones de ballet en Rusia.
Su talento pronto lo llevó a unirse a los Ballets Russes de Diaghilev en 1913, una de las compañías de ballet más influyentes de la historia, bajo la dirección del legendario Sergei Diaghilev. Fue allí donde Massine inició una etapa decisiva en su carrera, primero como intérprete y luego como coreógrafo. En 1914, estrenó el papel principal en el ballet La Légende de Joseph, de Mikhail Fokine, una obra que le permitió consolidar su nombre en el mundo del ballet. Este éxito le dio el empuje para dedicarse de lleno al arte de la danza, y al mismo tiempo, comenzó a experimentar como coreógrafo.
Logros y contribuciones
Massine no solo se destacó por su capacidad para interpretar roles icónicos, sino también por sus innovadoras coreografías. A lo largo de su carrera, creó una serie de obras que revolucionaron el panorama del ballet. Entre sus primeros trabajos de coreografía se encuentran Le Soleil de Nuit (1915), que fue estrenado en Nueva York, y Las Meninas (1916), una obra que se convirtió en un clásico del ballet contemporáneo.
Un hito en su carrera fue la colaboración con grandes artistas como Picasso, Cocteau y Satie en el ballet Parade (1917), un espectáculo que rompió con las convenciones tradicionales del ballet al incorporar elementos del arte moderno y el surrealismo. En este ballet, Massine empleó una combinación de danza, arte visual y música experimental, lo que representó una clara ruptura con las formas tradicionales de la época.
A lo largo de los años, Massine siguió desarrollando una prolífica carrera de coreógrafo, y sus creaciones fueron aclamadas por su originalidad. Entre sus trabajos más destacados se encuentran Kikimora (1916), Le Tricorne (1919), La Boutique Fantasque (1919), y Le Chant du Rossignol (1920), con el que también se consolidó como uno de los principales coreógrafos de los Ballets Russes de Diaghilev.
Sin embargo, su trabajo no se limitó solo a las obras estrenadas en Europa. En 1920, Massine realizó una gira por el mundo, presentando su arte en diversas ciudades. Fue en este periodo cuando se retiró de la compañía de Diaghilev y se unió a la de Ida Rubinstein. Allí, continuó creando nuevas coreografías y, entre ellas, destaca Pulcinella (1920), una obra que mostró la capacidad de Massine para reinventar el ballet clásico con nuevos elementos y audacias estilísticas.
Massine también estuvo involucrado en el ballet para la compañía de Martha Graham, donde creó la emblemática obra Le Sacre de Printemps (1930), una de las composiciones más complejas y revolucionarias de la danza contemporánea.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Massine creó y participó en numerosas producciones emblemáticas que definieron la danza moderna. A continuación, se presenta una lista de algunos de los momentos más destacados de su trayectoria:
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1914: Estreno del ballet La Légende de Joseph con los Ballets Russes de Diaghilev.
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1916: Estreno de Las Meninas, una de sus primeras grandes obras como coreógrafo.
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1917: Creación de Parade, en colaboración con Picasso, Cocteau y Satie, que revolucionó el ballet contemporáneo.
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1920: Estreno de Pulcinella, con la compañía de Ida Rubinstein, antes de retirarse de los Ballets Russes de Diaghilev.
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1930: Creación de Le Sacre de Printemps para la compañía de Martha Graham.
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1932: Se une a los Ballets Russes de Monte Carlo y crea obras como Jeux d’Enfants y Les Présages.
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1942-1943: Coreógrafo del Ballet Theatre en Nueva York.
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1960: Fundación del Balletto Europeo, con el que continuó su carrera hasta pasados los 60 años.
Massine fue testigo de la evolución del ballet moderno, y a lo largo de su vida fue una figura influyente en la formación de generaciones de bailarines y coreógrafos. En 1969, fue nombrado profesor invitado en la Escuela del Royal Ballet, donde compartió sus vastos conocimientos sobre coreografía y danza.
Relevancia actual
Aunque Massine falleció el 15 de marzo de 1979 en Weseke bei Borken, su legado perdura en el mundo de la danza. Sus coreografías continúan siendo interpretadas en las principales compañías de ballet del mundo, y su influencia sigue presente en la danza contemporánea. Obras como Le Tricorne, Parade y Le Sacre de Printemps siguen siendo piezas clave en el repertorio clásico, mientras que su enfoque innovador y su capacidad para fusionar diversas formas de arte continúan inspirando a coreógrafos y bailarines en la actualidad.
El trabajo de Massine trascendió las barreras del ballet tradicional, y su capacidad para integrar elementos modernos en sus creaciones hizo que sus coreografías fueran altamente relevantes para las audiencias contemporáneas. Además, su impacto no solo se limitó a las artes escénicas, sino que también influyó en el desarrollo de la danza como una forma de expresión artística global, en la que las diferentes disciplinas artísticas se entrelazan y se enriquecen mutuamente.
Léonide Massine fue una figura esencial en la historia del ballet, no solo por su técnica y su maestría, sino también por su capacidad para desafiar las convenciones y transformar el panorama de la danza moderna. Su legado sigue vivo en las nuevas generaciones que siguen explorando las posibilidades infinitas del ballet, un arte que Massine contribuyó a transformar y reinventar.
MCN Biografías, 2025. "Massine, Léonide (1895-1979). El legado de un coreógrafo revolucionario". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/massine-leonide [consulta: 18 de octubre de 2025].