Mona Vangsaae (1920-1983). La figura clave del ballet danés del siglo XX

La trayectoria de Mona Vangsaae, nacida el 29 de abril de 1920 en Copenhague y fallecida en la misma ciudad el 17 de mayo de 1983, marcó una era en el ballet danés. Reconocida como una de las bailarinas más destacadas de su generación, su legado no solo se refleja en sus interpretaciones sobre el escenario, sino también en su influencia como maestra y codirectora de instituciones formadoras de talento. Además, fue madre del célebre bailarín Peter Schaufuss, lo que prolonga su huella artística a través de generaciones.
Orígenes y contexto histórico
La infancia y juventud de Mona Vangsaae transcurrieron en un Copenhague inmerso en la tradición cultural danesa. Desde temprana edad se sintió atraída por la danza, lo que la llevó a ingresar en la prestigiosa Escuela del Real Ballet Danés. Allí se formó bajo la tutela de figuras ilustres como Valborg Borchsenius, representante de la escuela Bournonville, y Harald Lander, figura clave en la renovación del ballet danés durante el siglo XX.
Su formación en esta institución no solo le permitió absorber la esencia de la tradición clásica, sino también adaptarse a nuevas corrientes coreográficas que se desarrollaban en Europa durante la primera mitad del siglo XX. El Real Ballet Danés, con su fuerte identidad estética, se convirtió en el marco ideal para el desarrollo de su arte.
Logros y contribuciones
Mona Vangsaae debutó profesionalmente en 1938, y cuatro años más tarde, en 1942, ya era bailarina principal del Real Ballet Danés. Durante dos décadas, hasta 1962, consolidó una carrera escénica brillante, siendo protagonista en numerosos estrenos de coreografías tanto clásicas como contemporáneas.
Uno de sus grandes aportes al mundo del ballet fue su habilidad para encarnar con profundidad tanto roles líricos como dramáticos. Su interpretación combinaba técnica impecable, expresividad escénica y un gran entendimiento musical, elementos que la hicieron destacar en una compañía exigente y competitiva.
Entre sus contribuciones más notables está su colaboración con reconocidos coreógrafos daneses e internacionales, lo que la posicionó como un puente entre la tradición del ballet nórdico y las vanguardias europeas. Además, tras su retiro como bailarina, dedicó sus esfuerzos a la enseñanza y gestión cultural, consolidando su figura como formadora de nuevas generaciones.
Momentos clave
A lo largo de su trayectoria, Mona Vangsaae protagonizó importantes estrenos que marcaron hitos en la historia del ballet escandinavo. Entre ellos destacan:
-
1938: Estreno de El Círculo, de Nini Theilade, una coreografía innovadora para su tiempo.
-
1942: Participación en La Tierra de Leche y Miel, de Harald Lander, que reforzó su posición como bailarina principal.
-
1952: Estreno de Idolon, obra creada por su esposo Frank Schaufuss, y también de Deseo, de Niels Bjørn Larsen, que mostró su versatilidad artística.
-
1954: Interpretación destacada en Lucinda Lunefulde, nuevamente de Niels Bjørn Larsen.
-
1955: Protagonismo en Romeo y Julieta, del británico Frederick Ashton, lo que reforzó su proyección internacional.
-
1957: Participación en Moon Reindeer, de Birgit Cullberg, pieza que exploraba aspectos más modernos y experimentales del ballet.
-
1964: Papel principal en Tobías y el Ángel, de Birger Bartholin.
Posteriormente, entre 1969 y 1974, Mona Vangsaae codirigió junto a su esposo Frank Schaufuss la Academia de Ballet Danesa, una institución clave en la formación de talentos que llevó el ballet danés más allá de sus fronteras tradicionales. Esta etapa fue crucial en su carrera, ya que permitió que su experiencia escénica se tradujera en pedagogía y dirección artística.
Relevancia actual
La influencia de Mona Vangsaae se extiende más allá de su época. Su legado artístico se mantiene vivo tanto en los archivos de las compañías de ballet danesas como en la memoria de quienes fueron formados bajo su dirección. Su hijo, Peter Schaufuss, es una prueba tangible de esa herencia, al haber alcanzado notoriedad mundial en el ballet, fundado compañías propias y continuar difundiendo el estilo danés.
Además, el trabajo conjunto con su esposo Frank Schaufuss en la Academia de Ballet Danesa ayudó a consolidar un modelo pedagógico basado en la excelencia técnica y la sensibilidad interpretativa. Muchos de los estudiantes formados en esa institución alcanzaron proyección internacional, llevando consigo los principios transmitidos por Mona Vangsaae.
Hoy en día, su figura es recordada como parte esencial de la “edad dorada” del ballet danés. Las coreografías que ayudó a estrenar siguen siendo montadas y estudiadas, y su enfoque artístico continúa influyendo en bailarines y coreógrafos contemporáneos.
En definitiva, Mona Vangsaae fue una artista integral, cuya carrera abarcó desde el virtuosismo interpretativo hasta el compromiso educativo. Su paso por los escenarios, y posteriormente por las aulas, dejó una huella profunda en el desarrollo del ballet del siglo XX en Dinamarca y más allá.
MCN Biografías, 2025. "Mona Vangsaae (1920-1983). La figura clave del ballet danés del siglo XX". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/vangsaae-mona [consulta: 29 de septiembre de 2025].