Herrero, Felisa (1905-1962).
Soprano española nacida en Rapariegos (Segovia) el 21 de septiembre de 1905 y fallecida en Madrid el 21 de septiembre de 1962. Fue una de las más apreciadas intérpretes en unos años de gran esplendor para la zarzuela, los años veinte y treinta. Su voz se caracterizó por su amplia extensión y flexibilidad, capaz de desplazarse de lo lírico a lo dramático, unido todo ello a unas innegables dotes de actriz.
Recibió clases de música y canto en el Conservatorio de Madrid, donde por entonces enseñaban, entre otros, los maestros Palafox y Tabuyo. Se subió por primera vez a un escenario con ocasión de un concierto benéfico e intervino en las romanzas de El cabo primero y Gigantes y cabezudos. En 1923 actuó de comprimaria ARREGUI, FAUSTINO en el Teatro Real de Madrid, con pequeños papeles en el memorable Rigoletto protagonizado por Elvira de Hidalgo y Miguel Fleta, y en Amaya junto a Ofelia Nieto, Isidoro Fagoaga y Celestino Sarobe. Ese mismo año optó por enrolarse en la compañía de zarzuelas de Juan Vila, pese al brillante futuro que muchos le auguraban en el bel canto.
Su debut en el género zarzuelístico tuvo lugar en Gijón, con la obra La montería, de Jacinto Guerrero. A continuación recorrió otras capitales hasta llegar a Barcelona, donde se presentó con Marina. En 1926 participó en el estreno de El caserío y al año siguiente en el de La villana, del maestro Vives, uno de sus más fervientes admiradores. Otras obras destacadas de su repertorio fueron La rosa del azafrán, La meiga, La Dolores y La Revoltosa, además de la magnífica grabación discográfica de Doña Francisquita.
A partir de finales de los veinte, su carrera vivió momentos brillantes, con varios estrenos triunfales de obras de Moreno Torroba y una gira hispanoamericana formando cartel con Delfín Pulido. En 1928 estrenó La marchenera, en el Teatro de la Zarzuela, junto al mencionado tenor; en 1932 participó en el montaje de Luisa Fernanda, interpretada por Laura Nieto, y en 1934 La chulapona, con Selica Pérez Carpio, estas dos últimas en el Teatro Calderón. En 1936 interpretó otra pieza de Torroba, Paloma Moreno, y cantó con gran éxito la adaptación al castellano de Judith acompañada de Faustino Arregui. La Guerra Civil puso final a este fructífero período, si bien continuó la actividad artística en Sudamérica. Regresó a España en 1945 y, tras algunos años de ocasionales apariciones, se retiró de la escena en 1951.