Elvira de Hidalgo (1891-1980): La soprano española que dejó huella en la ópera y formó a María Callas

Elvira de Hidalgo, nacida el 28 de diciembre de 1891 en Valderrobles (Teruel), fue una de las sopranos más destacadas de la historia de la ópera. Reconocida a nivel mundial no solo por su impresionante carrera como cantante, sino también por ser la maestra de la célebre María Callas, Hidalgo dejó un legado profundo en el mundo de la música clásica. A lo largo de su vida, no solo brilló en los escenarios, sino que también contribuyó al desarrollo y enseñanza del bel canto a futuras generaciones de cantantes.
Orígenes y contexto histórico
Elvira de Hidalgo creció en un contexto familiar que favoreció su amor por la música, trasladándose con su familia a Barcelona cuando aún era una niña. En la ciudad catalana, inició sus estudios musicales en el Conservatorio del Liceo, una de las instituciones más importantes para la música en España. Su talento pronto la llevó más allá de las fronteras de su país, iniciándose en una carrera internacional que la llevaría a escenarios de renombre en Europa y América.
Su voz, conocida por su calidez y pureza, era capaz de adaptarse a diversas exigencias de la ópera. Hidalgo destacó especialmente en el registro de coloratura, una de las características más complejas y admiradas en el mundo de la ópera. Además, su técnica vocal, que incluía el uso del antiguo método de pecho para los registros graves, le permitió dominar la escena con una versatilidad asombrosa, cubriendo desde las notas más altas hasta las más graves con una facilidad impresionante.
Logros y contribuciones
La carrera de Elvira de Hidalgo estuvo marcada por una serie de logros que la colocaron en la élite de las sopranos de su tiempo. A muy temprana edad, con solo 16 años, fue premiada con una beca que le permitió continuar sus estudios en Milán, una ciudad que se convertiría en un punto clave de su carrera. Durante su estancia en la ciudad italiana, estudió con el extenor Melchor Vidal, quien la preparó para debutar en 1908 en el Teatro San Carlos de Nápoles con la ópera El barbero de Sevilla.
Este debut fue el inicio de una carrera vertiginosa que la llevó a presentarse en algunos de los teatros más prestigiosos del mundo. En 1909, interpretó a Rosina en El barbero de Sevilla en importantes ciudades como París, Montecarlo, El Cairo y Praga. Su éxito continuó en el Metropolitan de Nueva York, el Teatro Constanzi de Roma y la Staatsoper de Viena, donde se consagró como una de las sopranos más solicitadas de su época. Además de su destacada interpretación de Rosina, también brilló en otras óperas, como La sonámbula y Don Giovanni.
Entre 1911 y 1916, Hidalgo se presentó en algunos de los escenarios más importantes de Europa, incluyendo el Liceo de Barcelona y el Teatro Real de Madrid. Fue en Roma, donde Pietro Mascagni la contrató para interpretar en Mignon y Dinorah, lo que representó una etapa de gran relevancia en su carrera. Su interpretación de Rosina en la Scala de Milán, en 1916, marcó uno de los momentos más destacados de su trayectoria, y la relación con este teatro continuó durante años.
Momentos clave
A principios de la década de 1920, Elvira de Hidalgo ya era una figura consagrada en el mundo de la ópera. Durante la temporada 1922-23, realizó presentaciones en importantes teatros de Italia, Buenos Aires y Nueva York, y fue especialmente aclamada por su interpretación en Rigoletto, donde compartió escenario con el tenor Miguel Fleta. Sin embargo, a partir de 1925, sus apariciones en los escenarios comenzaron a ser menos frecuentes, y en 1936, se retiró definitivamente del canto para dedicarse a la enseñanza.
En este periodo, Elvira de Hidalgo encontró una nueva vocación, esta vez como maestra. Se trasladó a Atenas durante la Segunda Guerra Mundial, donde tuvo la oportunidad de formar a una de las figuras más grandes de la ópera del siglo XX: María Callas. Hidalgo no solo le enseñó los secretos del bel canto, sino que también desempeñó un papel crucial como amiga y consejera durante los años más difíciles de la carrera de la soprano griega.
Además de su trabajo con Callas, Hidalgo también ejerció la cátedra de canto en el Conservatorio de Ankara, en Turquía. En 1959, se estableció en Milán, donde vivió hasta su fallecimiento en 1980.
Relevancia actual
Hoy en día, el nombre de Elvira de Hidalgo está indisolublemente vinculado al legado que dejó en la ópera y en la formación de nuevas generaciones de cantantes. Su influencia como maestra no solo se limitó a su relación con María Callas, sino que su técnica y estilo continuaron siendo una referencia para muchos cantantes posteriores.
Hidalgo fue parte de una gran generación de sopranos de coloratura españolas que marcaron una época. Entre ellas, destacan figuras como María Barrientos y Graciela Pareto, quienes también crearon escuela y dejaron una huella imborrable en el mundo de la música. Su legado se sigue estudiando y su influencia continúa siendo una fuente de inspiración para los artistas contemporáneos.
Elvira de Hidalgo, con su versatilidad y maestría, representa no solo la excelencia en la interpretación de la ópera, sino también el compromiso con la enseñanza y el perfeccionamiento del arte del canto.
MCN Biografías, 2025. "Elvira de Hidalgo (1891-1980): La soprano española que dejó huella en la ópera y formó a María Callas". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hidalgo-elvira-de [consulta: 18 de octubre de 2025].