Caracalla, Antonino Basiano. Emperador de Roma (188-217).


Emperador romano (211-217 d.C.) nacido en Lugdunum (Lyon) el 4 de abril del año 188 d.C. y muerto en Carres (Mesopotamia) el 8 de abril del 217 d.C. Hijo del emperador Septimio Severo y Julia Domna. Su nombre original era el de Lucio Septimio Basiano, el cual cambió cuando tenía siete años por el de Marco Aurelio Antonino con la idea de enlazar la dinastía de los Severos con la de los Antoninos. Caracalla, el nombre por el que ha pasado a la historia, es un apodo impuesto por sus tropas refiriéndose a un manto galo con capucha que usaba siempre. En el año 196 d.C. recibió el título de César y en el 198 d.C. fue proclamado Augusto, honores que compartía con su hermano Geta, al que odiaba profundamente. El concepto de poder colegiado había sido puesto en práctica con Vespasiano, quien transmitió el trono a sus hijos Tito y Domiciano. Caracalla, movido por su pasión por la vida militar, acompañó desde muy joven a su padre en numerosas campañas militares como las de Siria y Egipto, la guerra contra los partos (190-201 d.C.) o la expedición contra Britania del año 210 d.C. Fue en ésta última empresa cuando, según testimonio de los historiadores Casio o Herodiano, Caracalla instó a los médicos de Septimio Severo a acelerar su muerte.

En realidad, la salud de Severo no era muy buena, razón por la cual murió el 4 de febrero del año 211 d.C. En aquel momento dio comienzo el reinado de Caracalla, poder que compartía con Geta. A pesar de los deseos de Septimio Severo para que ambos hermanos reinasen en concordia, Caracalla, nada más acceder al trono, planeó el asesinato de Geta. La madre de los emperadores trató de reconciliarles, pero no pudo evitar el asesinato de Geta en sus propios brazos el día 12 de febrero del año 212 d.C. El reinado conjunto no llegó al año. Tras el fratricidio, Caracalla ordenó ajusticiar a muchos de los que habían apoyado a Geta como su mujer Fulvia Plautila; Fadilla, hija de Marco Aurelio; su auriga favorito, Eupredes; el jurista Papiliano Leto; o su tutor Eciodo. El historiador Dión Casio elevó el número de asesinatos a 20.000, cifra poco creíble. La historiografía de todos los tiempos ha presentado a Caracalla como uno de los emperadores más sanguinarios, crueles y derrochadores de toda la historia, idea que aún perdura en nuestro tiempo.

En cuanto a su forma de gobierno, no se distanció mucho de sus antecesores: procuró fortalecer su poder personal y mantuvo el consilium principis como órgano asesor a las decisiones del emperador. Caracalla destacó por sus discrepancias con el Senado, muy mermado tras la dura política emprendida contra los senadores por el emperador Septimio Severo. La presión tributaria a la que sometió Caracalla a los ciudadanos del Imperio fue enorme: elevó al doble (del 5 al 10 %) los impuestos sobre herencias y manumisiones. Así mismo, puso en circulación una moneda devaluada de plata baja, el Antoniniano, ideada para solucionar los graves problemas económicos, ya que su valor efectivo era de 1´5 denarios mientras que el nominal era de 2 denarios. Su implantación en el mercado monetario no hizo sino agravar la situación económica.

Uno de los hechos más sobresalientes realizados por Caracalla fue la extensión de la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio mediante la Constitutio Antoniana o Edicto de Caracalla del año 212. Sus motivos no fueron la solidaridad con los provinciales, sino las necesidades económicas, ya que tras la medida sometió a todos los habitantes del Imperio al pago de un 20 % de las herencias. Caracalla emprendió una serie de campañas contra las tribus germánicas entre los años 212 y 213 d.C., saldadas con una victoria a orillas del Maine que le supuso la consolidación de limites y el título de Germanicus Maximus. En el año 215 d.C. saqueó la ciudad de Alejandría, donde la mayor parte de los jóvenes fueron degollados en respuesta a una serie de tumultos que se habían producido allí. En el 216 d.C. Caracalla emprendió la invasión del territorio parto con la excusa de que su rey, Artabano V, le había negado la mano de su hija. Movido por su obsesión por Alejandro Magno, se dispuso a conquistar el Imperio Persa. En el 213 d.C. anexionó la región de Osroene. Tras permanecer un tiempo en Edessa, las operaciones continuaron en el 217 d.C. Durante una visita al templo del dios Luno de Carras, Caracalla fue asesinado por orden del Prefecto del Pretorio, Opelio Macrino, el 8 de abril del 217 d.C. a manos de un soldado. A su vuelta al campamento, Macrino fue proclamado emperador. Durante su reinado se inició la construcción de las imponentes Thermae Antonianae, más conocidas como Termas de Caracalla, levantadas con todo lujo de detalles junto a la vía Appia; hoy, totalmente excavadas, han sido escenario de numerosos acontecimientos musicales.

Bibliografía

  • CASTAGNOL, A. (dir.) Histoire Auguste: les empereurs romains des IIe et IIie siècles. (París: Robert Laffont, 1984).

  • ESPINOSA RUIZ, V. Los Severos. (Madrid: Akal, 1991).

  • MECKLER, M.L. Caracalla and his late-antique biographer: a historical commentary on the Vita Caracalli in the Historia Augusta. (University of Michigan, 1994).

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