Septimio Severo, Lucio. Emperador de Roma (146-211).
Emperador romano (193-211 d.C.) y primer miembro de la dinastía de los Severos, nacido en Leptis Magna (Tripolitania) el 11 de abril del año 146 d.C. y muerto en Eboracum (actual York) el 4 de febrero del 211 d.C. Descendiente de una familia perteneciente al orden ecuestre de origen itálico, su nombre completo era el de Lucio Septimio Severo Aurelio. Educado en África, acudió a Roma, ciudad en donde protagonizó una fulminante carrera política. Entró en el Senado en el año 172 d.C. durante el reinado de Marco Aurelio. Entre los años 173-174 d.C. fue nombrado cuestor en Bética y Cerdeña. En el año 176 ejerció como tribuno de la plebe. En el 178 d.C. acudió a la Tarraconensis como pretor y legatus iuridicus. Poco después se le encargó el mando de la IV legio Escitica, establecida en Siria. En el año 186 fue nombrado legado en la provincia de Lugdunensis. En el 189 d.C. ocupó el cargo de procónsul en Sicilia. En el año 19 ejerció como legatus Augusti propretore en la provincia de Panonia superior, donde tenía a su mando tres legiones establecidas en el limes danubiano. En aquel mismo año 190 d.C. fue nombrado cónsul.
Tras el asesinato de Pertinax a manos de su guardia pretoriana, se levantó como vengador del fallecido emperador. Las legiones asentadas bajo su mando en Carnuntum le proclamaron emperador el 13 de abril del año 193 d.C., tras lo cual emprendió la marcha hacía Roma para hacer frente al nuevo emperador Didio Juliano, quien había sido elegido por el Senado. Septimio Severo entró sin dificultad en Italia, ocupó Rávena y venció a Tulio Crispino, prefecto del pretorio, quien tenía la misión de frenarle. Fue entonces cuando Juliano le ofreció compartir el gobierno asociándole como César, cargo que Severo se apresuró a rechazar. Poco antes de la entrada triunfal de Septimio Severo en Roma, el día 7 de junio del año 193 d.C., Juliano fue asesinado por los pretorianos y el Senado reconoció como emperador a Septimio Severo.
Una vez en Roma purgó la guardia pretoriana que había asesinado a Pertinax e introdujo en su lugar a 15.000 hombres de sus propias tropas danubianas. Tuvo que hacer frente a dos usurpadores: Décimo Clodio Albino, gobernador de Britania y Gaio Pescenio Níger en Siria, quienes habían sido proclamados emperadores por sus respectivas tropas. Níger, apoyado por los persas y armenios, acabó por ser vencido en Zícico en el año 194 d.C. Tras su derrota, Siria quedó dividida en Coele Syria y Syria Phoenice. Septimio Severo aplastó a los últimos partidarios de Níger en Bizancio durante el 196 d.C. Albino fue nombrado en un principio César, pero éste, sintiéndose insatisfecho, fue aclamado Augusto por sus tropas y se encaminó a Roma. El poder de Albino se extendía sobre tres legiones de Britania, parte de las situadas en el Nórico y las tropas auxiliares de Galia e Hispania. Septimio Severo se encontró con su rival en las proximidades de Lugdunum el 19 de febrero del 197 d.C. Tras la derrota, Albino fue muerto por Severo (aunque algunas fuentes aseguran que se suicidó). A su vuelta a Roma, Severo mandó dar muerte a numerosos senadores que habían apoyado a Albino. Desde el año 197 al 202 d.C. tuvo que marchar a oriente a combatir a los partos, quienes habían tomado Armenia y Mesopotamia. Septimio logró ocupar Cstesifonte y poner en fuga a su rey Vologese IV. Tras el triunfo, el Senado le dedicó un arco, que aún lleva su nombre, en Roma.
Su gobierno se caracterizó, además de por las victorias militares, por el reforzamiento del poder imperial frente al Senado, que perdió poder político y la jurisdicción criminal sobre sus miembros, frente a la creciente influencia del ejército. Favoreció siempre al ordo ecuestre frente al senatorial. Elevó la paga de los soldados de 300 a 500 denarios por año, permitió casarse a los legionarios y vivir con su familia en las proximidades de los campamentos. Para solucionar el abastecimiento de las tropas reguló la recaudación de la annona. Quitó a numerosos senadores de las cortes de justicia provinciales, que quedaron bajo el control del prefecto del pretorio. Los principales colaboradores del emperador Septimio Severo fueron Plautiano, prefecto del pretorio, asesinado por la influencia de la emperatriz Julia Domna; y E. Papiniano, que le sustituyó en el cargo. Aumentó notablemente los ingresos imperiales por medio de confiscaciones. Para la administración creó la caja ratio privata, separada del fiscus. En política religiosa se mostró en un principio tolerante con los cristianos, actitud que cambió tras las campañas de oriente, momento en el que publicó un edicto persecutorio que terminó con la Escuela de Orígenes en el año 202 d.C. Ante la rebeldía mostrada por las tropas asentadas en Britania, Septimio Severo tuvo que acudir a las islas en el año 202 d.C. acompañado por sus dos hijos: Caracalla y Geta, que ya habían sido asociados al poder. En el año 210 d.C., sintiéndose gravemente enfermo, cedió el mando de las tropas a Caracalla quien, tras una fuerte discusión con Severo, animó a los médicos a acelerar su muerte. Muerto Septimio Severo el 4 de febrero del año 211 d.C., Caracalla fue designado emperador.
Bibliografía
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BIRLEY, A.R. Septimius Severus: the African emperor. New Haven; Yale, 1988.
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ESPINOSA RUIZ, V. Los Severos. Madrid; Akal, 1991.