Casio Coceyano, Dion o Dión (ca. 155-235).


Historiador romano natural de Bitinia. Fue hijo de Casio Aproniano, gobernador de Cilicia y Dalmacia. Tras el ascenso al trono del emperador Cómodo en el año 180, Casio llegó a Roma, donde entró rápidamente a formar parte del senado. En tiempo de Pértinax, fue pretor, mientras que con Septimio Severo fue cónsul suffectus y en el 216 acompañó a Caracalla en su expedición a Oriente. Sin embargo, fue con el emperador Severo Alejandro cuando disfrutó de una mayor influencia política. Durante su reinado (222-235), Casio administró el proconsulado de África y las provincias imperiales de Dalmacia y Panonia Superior, además de ocupar, en el año 229, el cargo de cónsul ordinario como colega del emperador. Éste fue su último cargo político, pues durante su consulado se había atraído la enemistad de la tropa y el propio emperador le aconsejó alejarse de Roma. Casio decidió entonces volver a su patria, Bitinia, donde se dedicó por completo a su actividad literaria, que ya había comenzado en tiempos de Septimio Severo.

Obra

En los comienzos de su carrera como escritor, Casio compuso una obra sobre los sueños y presagios que anunciaron la ascensión al trono de Severo, componiendo también una obra sobre la muerte de Cómodo. Estas dos obras las conocemos a través de extractos que el propio Casio incluyó en su proyecto más ambicioso: una gran historia de Roma en ochenta libros que abarcaba desde los tiempos de Eneas hasta los de Alejandro Severo. El propio Casio afirma que para escribir esta Historia romana recogió materiales durante diez años; luego, dedicó otros doce a componer su relato hasta llegar a la muerte de Severo en el 211. Finalmente, continuó la obra hasta alcanzar la época de su propio consulado en el 229.

Casio siguió un método analítico, que le venía ya impuesto, en parte, por la propia naturaleza de sus fuentes. De todos modos, hemos de reconocer el enorme esfuerzo realizado por este autor para intentar conferir una cierta uniformidad a la gran diversidad de materiales que había ido acumulando. Así, sabemos que para los primeros libros, Dion Casio se sirvió de los antiguos anales romanos; desde el libro 36 en adelante su fuente más directa es Tito Livio y es difícil valorar la influencia de Tácito. De todos modos, su obra resulta en conjunto muy imitativa y demasiado afectada por los vicios retóricos de su época, algo que se deja sentir en todo su relato del pasado. Mucho más interesante es la historia de su propio tiempo, en la que Casio imprime su propia huella y deja ver su visión política sobre la clase senatorial que él había conocido. En este punto, el relato se vuelve más directo y colorista, algo que ya apreció el propio autor y de lo que se disculpa en el libro 72, 18.

De esta enorme obra sólo se han conservado, con algunas lagunas, los libros 36-60, que abarcan el período de tiempo comprendido entre el año 68 a. C. y el 47 d. C.; además, quedan fragmentos de los libros 79 y 80. Todo lo demás se conoce gracias a algunos resúmenes y extractos; de igual modo, podemos reemplazar mucho de lo perdido a través de los autores bizantinos que tomaron la historia de Casio como fuente: así, Juan Xifilino reelaboró los libros 36-80 y, ya en el siglo XII, Juan Zonaras extractó los libros 1-21 y 44-80 para escribir algunos capítulos de su Epítome. En cuanto al estilo de su obra, Dion Casio aspira a un arcaísmo aticista y para ello afirma adoptar como modelos a Tucídides y Demóstenes, autores muy distintos. Buen conocedor de los recursos retóricos, los emplea con profusión en los numerosos discursos que pueblan su historia.

Bibliografía

  • Ediciones

BOISSEVAIN, U.PH., Berlín, 1895-1931, 5 vols.CARY, E.- Loeb, 1914-1926, 9 vols. (bilingüe en inglés).MELBER, J.- Teubner, 1890-1928, 3 vols.

Teresa Jiménez-Calvente.