Flavio Tito, Domiciano. Emperador de Roma (51-96).
Emperador romano, nacido en el año 51 y muerto en el 96. Se distinguió luchando en nombre de su padre Vespasiano, contra los partidarios de Vitelio. Al ser proclamado su padre Emperador, Domiciano fue nombrado César, al igual que su hermano Tito. Desempeñó un importante papel político en el año 70, antes de la llegada de su padre a Roma, pero en los años siguientes vivió en el anonimato, hasta la muerte de su hermano. Sus enemigos le apodaron Nerón Calvo. La historia le atribuye una siniestra reputación.
Una vez proclamado Emperador, acumuló los cargos habituales, 17 consulados, y otros nuevos, como el de censor perpetuo. Su política siguió claramente la de su padre más que la de su hermano. Se interesó por todos los aspectos del gobierno con igual severidad. Protagonizó una política moralizante en lo público que no tuvo equivalente en su vida privada. Ante la imposibilidad de hallar colaboración por parte del Senado, no ocultó su oposición al mismo, ni ahorró persecuciones o castigos. En cuanto al ejército, fue grato, no sólo por el aumento de las pagas, sino por sus victorias. Le rodearon conjuras, conspiraciones y algún intento de usurpación, como el de L. Antonio Saturnino en el año 89, fomentado por la aristocracia senatorial.En la administración del gobierno de Domiciano los equites alcanzaron posiciones notables; por vez primera formaron parte del consejo privado en la administración económica.
Fue un hábil administrador y reorganizó las oficinas de correspondencia y de finanzas. En el ejercicio del poder judicial se mostró severo, no dudando en aplicar incluso leyes caídas en desuso. Siguió la política de Vespasiano, favoreciendo la concesión y el acceso de los habitantes de las provincias a la ciudadanía romana. Protegió la agricultura de Italia y sufragó obras públicas en Roma y las provincias. En política religiosa fue tradicionalista, ya que toleró las religiones orientales, pero sólo la de Isis gozó de su protección.En cuanto a la política exterior, sus guerras fueron numerosas y victoriosas. Derrotó a los catos en Germania y consolidó las defensas fronterizas. Su guerra dácica del año 85 finalizó con una derrota, pero no así sus operaciones en Mauritania. Posteriormente, en el año 88, se llevó a cabo una nueva guerra dácica que continuó hasta el 93 con luchas en Panonia. No emprendió campañas en Oriente, pero mantuvo las posiciones y líneas fronterizas que había establecido Vespasiano.En los últimos años de su reinado aumentaron las ejecuciones y confiscaciones. A este momento corresponde la orden de expulsión de filósofos, como Epicteto, considerados instigadores de la oposición. También llevó a cabo persecuciones contra los cristianos, entre ellos su propia esposa Domitila, y contra los judíos. Nadie se hallaba seguro, hasta el extremo que Domitila, tomó parte en la conjura que dio muerte a su marido y situó en su lugar a Nerva.