José Belmonte y Fernández (1934-VVVV). El torero que prolongó la leyenda de una dinastía histórica

José Belmonte y Fernández representa una figura singular dentro del toreo español, no tanto por la extensión de su carrera en los ruedos, sino por el peso simbólico de su apellido y la intensidad con que vivió su breve pero significativa trayectoria taurina. Nacido en Jerez de la Frontera el 21 de enero de 1934, este matador de toros pertenece a una de las familias más influyentes en la historia de la tauromaquia del siglo XX. Su vida estuvo marcada desde la infancia por la tradición taurina, el linaje y la responsabilidad de continuar un legado iniciado por figuras míticas del toreo.

Orígenes y contexto histórico

La familia Belmonte constituye una de las sagas taurinas más célebres del mundo hispano. José Belmonte y Fernández era hijo del torero José Belmonte García y sobrino del legendario Juan Belmonte García, apodado «El Pasmo de Triana», una figura revolucionaria que cambió para siempre la manera de concebir el toreo. También formaban parte de esta estirpe su tío Manuel Belmonte García y su primo Juan Belmonte Campoy.

Creció en un entorno donde el toreo no era solo una profesión, sino una forma de vida. Desde temprana edad, respiró el arte y la pasión de los ruedos, forjándose a la sombra de las grandes figuras familiares. La década de los años cincuenta en España fue una época de renovación taurina, marcada por el resurgimiento del espectáculo como fenómeno de masas en un país que salía del aislamiento internacional de la posguerra.

Logros y contribuciones

El primer gran paso de José Belmonte y Fernández en el mundo del toro se produjo el 3 de mayo de 1952, cuando debutó en una novillada picada en Motril, Granada. Esa tarde compartió cartel con los novilleros Miguel «Montenegro» y Antonio Vázquez. El ganado, procedente de la ganadería de don Luis de la Calle, fue el primero al que se enfrentó profesionalmente.

Durante la temporada de 1952, formó una prometedora pareja novilleril junto a Antonio Vázquez, el menor de la dinastía de los Vázquez Garcés. Juntos cosecharon éxitos en varios festejos menores. Sin embargo, y a pesar de las buenas expectativas, José Belmonte decidió retirarse de los ruedos apenas cuatro años más tarde, en 1956.

Su retirada no significó un alejamiento completo del mundo taurino. Por el contrario, se dedicó con entrega a los negocios taurinos familiares, incluyendo la gestión empresarial y la cría de reses bravas, una actividad que también exige conocimiento, pasión y temple.

Momentos clave

Los momentos determinantes en la vida taurina de José Belmonte y Fernández son escasos pero intensamente significativos. Entre ellos destacan:

  • 3 de mayo de 1952: Participación en su primera novillada picada en Motril.

  • Campaña de 1952: Alianza novilleril con Antonio Vázquez.

  • 1956: Retiro temporal de los ruedos.

  • 10 de octubre de 1965: Toma de la alternativa en Fuengirola.

Este último episodio marcaría el clímax de su carrera. A los 31 años, José Belmonte regresó a los ruedos tras un periodo de preparación intensa en distintas fincas. Ese día, en el coso malagueño de Fuengirola, recibió la alternativa de manos de Antonio Ordóñez Araujo, con Francisco Romero López, «Curro Romero», como testigo.

A pesar de que su actuación fue algo torpe con la espada, su faena de muleta convenció al público, que le brindó una ovación y lo recompensó con una vuelta al ruedo. Esta corrida supuso el cierre simbólico de su ciclo como torero activo, pues nunca volvió a vestirse de luces tras lograr su sueño de integrarse al escalafón superior.

Relevancia actual

José Belmonte y Fernández simboliza el peso del legado familiar en una profesión donde la tradición es esencial. Aunque su trayectoria no se desarrolló con la amplitud de otros toreros, su figura mantiene vigencia dentro del relato histórico del toreo por representar el eslabón final de una de las dinastías más respetadas.

Su vida también permite reflexionar sobre el dilema que enfrentan muchos herederos de grandes nombres: el de estar a la altura del apellido sin sacrificar la identidad propia. Belmonte y Fernández, aunque brevemente, demostró que poseía el valor, la técnica y el carisma suficientes para brillar en los ruedos, optando luego por el servicio silencioso al mundo taurino desde la trastienda.

En tiempos actuales, su nombre sigue siendo recordado por estudiosos, aficionados y críticos que reconocen su papel como heredero del arte de Cúchares, pero también como individuo que supo dar un cierre digno y personal a una historia familiar extraordinaria.

Resumen de momentos relevantes

  • 1934: Nace en Jerez de la Frontera.

  • 1952: Debuta en novilladas picadas; forma pareja novilleril con Antonio Vázquez.

  • 1956: Se retira temporalmente de los ruedos.

  • 1965: Recibe la alternativa en Fuengirola.

  • 1965 en adelante: Se retira definitivamente tras tomar la alternativa, dedicándose a los negocios taurinos.

El recorrido de José Belmonte y Fernández es el reflejo de una historia de pasión, herencia y decisión personal. No todos los caminos están destinados a ser largos, pero algunos, como el suyo, brillan con luz propia por la intensidad de sus pasos.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "José Belmonte y Fernández (1934-VVVV). El torero que prolongó la leyenda de una dinastía histórica". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/belmonte-y-fernandez-jose [consulta: 1 de octubre de 2025].