Marjorie Tallchief (1927-VVVV). La bailarina estadounidense que dejó huella en el mundo de la danza

Marjorie Tallchief (1927-VVVV) fue una de las grandes figuras de la danza del siglo XX. Nacida en Fairfax, Oklahoma, el 19 de octubre de 1927, Marjorie dejó una marca indeleble en el mundo del ballet. Hermana de la también renombrada bailarina Maria Tallchief, su carrera estuvo marcada por una combinación de talento excepcional, dedicación y un amor profundo por la danza. Con una vida dedicada al arte, se destacó no solo como bailarina, sino también como profesora y directora artística, contribuyendo de manera significativa al panorama del ballet clásico estadounidense y europeo.
Orígenes y contexto histórico
Marjorie Tallchief nació en una familia de gran talento artístico. Su hermana Maria Tallchief también alcanzó fama internacional, lo que hizo que la familia Tallchief fuera sinónimo de excelencia en la danza. Creció en un entorno donde la música y la danza siempre fueron parte esencial de la vida cotidiana. Desde pequeña, mostró una gran inclinación por la danza, lo que la llevó a recibir formación de alto nivel bajo la tutela de grandes maestros de la danza como Bronislava Nijinska y David Lichine, dos figuras clave en el desarrollo de su estilo y técnica.
La época en la que Marjorie comenzó a formarse y desarrollarse como bailarina estuvo marcada por la posguerra y un creciente renacer del arte y la cultura en los Estados Unidos. Los años 40 y 50 fueron fundamentales para el desarrollo del ballet moderno, en los cuales se fueron gestando muchas de las grandes compañías y obras que definirían el futuro del ballet clásico. Fue en este contexto donde Marjorie comenzó a forjar su carrera internacional.
Logros y contribuciones
Inicios profesionales
Marjorie Tallchief comenzó su carrera profesional en 1944 al unirse al Ballet Theatre (hoy conocido como American Ballet Theatre). Durante su tiempo en la compañía, pudo estrenar varias obras que marcarían su carrera, como Harvest Time (1945) de Bronislava Nijinska y Undertow (1945) de Antony Tudor, dos creaciones que le permitieron destacarse como una joven bailarina de gran talento.
Un año después, en 1946, se unió al Original Ballet Russe de Monte Carlo, lo que marcó un hito importante en su carrera internacional. Fue aquí donde Marjorie alcanzó una notable notoriedad. En este período, estrenó varias obras que le permitieron seguir desarrollando su técnica y consolidar su presencia en los escenarios europeos. Entre las obras que destacó se encuentran Pas de Trois Classique (1948) de George Balanchine, Annabel Lee (1951), Le Prisonnier du Caucase (1951) y L’Angel Gris (1953) de George Skibine, así como Tragedy at Verona (1955), una de las piezas más emblemáticas de Skibine.
Una estrella internacional
El siguiente gran paso en la carrera de Marjorie Tallchief fue en 1957, cuando se unió al Ballet de l’Opéra de París. Aquí, su habilidad excepcional como bailarina le permitió convertirse en la primera bailarina estadounidense en alcanzar el rango de première danseuse étoile, un logro impresionante para una bailarina extranjera en una de las instituciones más prestigiosas del mundo. En el Ballet de la Ópera de París, Marjorie también fue protagonista de varias creaciones de su esposo George Skibine, como Concerto (1958), Conte Cruel (1959) y Pastorale (1961).
Colaboraciones y nuevas etapas
Entre 1956 y 1958, Marjorie Tallchief también formó parte del Ballet de la Ópera de Chicago, dirigido por Ruth Page. En esta compañía, se destacó por su interpretación en la obra Camille (1958), que le permitió consolidar aún más su nombre en el ámbito del ballet estadounidense.
Tras dejar el Ballet de la Ópera de París en 1962, Marjorie continuó su carrera internacional como estrella invitada en diversas compañías tanto en Europa como en América. Entre 1964 y 1966, fue miembro del Harkness Ballet, donde estrenó algunas obras importantes como Scottish Fantasy (1965) de Erik Bruhn, Ariadne (1965) de Alvin Ailey y Sarabande (1966) de George Skibine.
Momentos clave en su carrera
A lo largo de su carrera, Marjorie Tallchief vivió varios momentos clave que definieron su legado en la danza. Estos momentos no solo reflejan su talento y logros artísticos, sino también su capacidad para transformar y enriquecer el ballet clásico. A continuación se presentan algunos de estos momentos clave:
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1944: Se une al Ballet Theatre (hoy American Ballet Theatre), donde estrena Harvest Time y Undertow.
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1946: Se une al Original Ballet Russe de Monte Carlo.
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1948-1955: Estreno de obras clave como Pas de Trois Classique, Annabel Lee y Tragedy at Verona.
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1957: Se une al Ballet de l’Opéra de París, convirtiéndose en la primera bailarina estadounidense en alcanzar el rango de première danseuse étoile.
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1956-1958: Actúa como artista invitada del Ballet de la Ópera de Chicago.
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1964-1966: Miembro del Harkness Ballet, estrenando varias obras de renombre.
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1981: Junto a su hermana, funda el Chicago City Ballet.
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1989: Es nombrada directora artística del Harid Conservatory en Boca Raton, Florida.
Relevancia actual
Marjorie Tallchief dejó una huella indeleble en el mundo de la danza. Su influencia continúa siendo palpable en generaciones de bailarines y coreógrafos que la consideran una de las figuras más relevantes de la historia del ballet. Su contribución al desarrollo de la danza en Estados Unidos y Europa es incuestionable, no solo por su habilidad técnica y expresividad, sino también por su trabajo como pedagoga y directora artística.
Al fundar el Chicago City Ballet en 1981 junto a su hermana Maria Tallchief, Marjorie no solo fortaleció la tradición del ballet clásico en su país natal, sino que también proporcionó una plataforma para nuevas generaciones de bailarines. Su trabajo como directora del Harid Conservatory en Florida también consolidó su legado, creando un espacio donde los jóvenes talentos pudieran perfeccionar su arte.
La técnica de Marjorie, su pasión por la danza y su dedicación a la enseñanza siguen siendo una inspiración para quienes desean seguir su camino en el mundo del ballet clásico. En la actualidad, su legado sigue vivo no solo en las obras que interpretó, sino también en las muchas bailarinas y bailarines que fueron formados por ella a lo largo de su carrera.
Marjorie Tallchief es, sin duda, una de las figuras más representativas de la danza clásica, y su legado continúa enriqueciéndose con cada nueva generación de artistas que descubren y aprecian su trabajo.
MCN Biografías, 2025. "Marjorie Tallchief (1927-VVVV). La bailarina estadounidense que dejó huella en el mundo de la danza". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/tallchief-marjorie [consulta: 29 de septiembre de 2025].