Idris ibn Alí, Rey de la taifa de Málaga (ca. 995-1039)

Idris ibn Alí fue un destacado gobernante andalusí, cuya breve pero significativa etapa al frente de la taifa de Málaga dejó una huella importante en la historia de Al-Andalus. Nacido alrededor del año 995, Idris fue parte del linaje hammudí, una familia que desempeñó un rol crucial en el panorama político de la península ibérica durante los primeros siglos de la Edad Media. Su reinado, aunque corto, estuvo marcado por la paz y la estabilidad en un contexto de luchas internas por el poder en el califato de Córdoba.

Orígenes y contexto histórico

Idris ibn Alí nació en el seno de una familia con una rica herencia política y cultural, emparentada tanto con los árabes como con los beréberes. Era hijo de Alí ibn Hammud, quien fue califa de Córdoba y gobernante de gran parte de la región, y de Labbuna, hija de Muhammad al-Arizal. Su familia, los hammudíes, jugó un papel clave en la política de la época, especialmente en las décadas siguientes a la disolución del califato de Córdoba.

El contexto histórico en el que Idris creció estuvo marcado por la fragmentación del poder califal, tras la caída del califato de Córdoba en 1031. Las diferentes regiones de Al-Andalus se convirtieron en taifas, pequeños reinos independientes. Idris, como parte de la familia hammudí, tuvo un acceso directo a los asuntos de poder, ya que su hermano Yahya ibn Alí había sido califa de Córdoba entre 1021 y 1023. Tras la caída de Yahya, Idris se estableció en Málaga, donde desempeñó un papel crucial en los primeros años de su vida adulta.

Logros y contribuciones

La vida política de Idris se caracterizó por su habilidad para consolidar el poder en un contexto extremadamente fragmentado y competitivo. Cuando su hermano Yahya ibn Alí fue desplazado del califato de Córdoba por al-Qasim ibn Hammud, tío de Idris, este último fue enviado a Marruecos para asegurar la lealtad de las fuerzas beréberes y eslavas de la corte. Este fue uno de los momentos más cruciales de la carrera de Idris, pues marcó su ascenso al poder en la taifa de Málaga.

En 1021, tras el ascenso de Yahya al califato, Idris fue nombrado heredero del trono de Málaga. Sin embargo, este mandato no se materializó de forma inmediata, ya que las intrincadas luchas internas y las traiciones dentro de la familia hammudí impidieron que el reinado de Idris fuera tranquilo. En 1035, tras la muerte de Yahya, el vacío de poder abrió la puerta a una nueva etapa para Idris, quien se convirtió en el rey de Málaga.

En 1035, tras la descomposición del califato, Idris fue proclamado califa de la taifa de Málaga, adoptando el título de al-Mutayyad bi-Llah. Bajo su liderazgo, la ciudad experimentó una relativa paz. La firma de acuerdos y la alianza con otros reinos taifas, como Granada y Almería, consolidaron su poder y fortalecieron la independencia de Málaga.

Momentos clave

  1. Proclamación como califa de Málaga (1035): Tras la muerte de su hermano, Idris fue elegido califa por los eslavos y beréberes que apoyaban a los hammudíes. Esta proclamación significó el inicio de su reinado y la consolidación de la taifa de Málaga.

  2. Captura y ejecución de al-Qasim (1036): En un acto decisivo, Idris mandó ejecutar a su tío al-Qasim, quien había sido un antiguo califa de Córdoba. Este hecho, aunque brutal, ayudó a eliminar una amenaza potencial para el reinado de los hammudíes en Málaga.

  3. Intervención en la lucha contra Sevilla (1039): Idris envió un ejército bajo el mando de Ibn Baqanna para apoyar a Muhammad I de Carmona contra el rey sevillano Abul Qasim Muhammad. Esta intervención marcó uno de los últimos esfuerzos de Idris por mantener la estabilidad de las taifas en el contexto de luchas internas.

  4. Muerte de Idris (8 de octubre de 1039): Idris falleció en Bobastro a causa de una enfermedad poco después de la victoria en la batalla de Écija. La noticia de su muerte desencadenó una nueva sucesión en Málaga, con la proclamación de su hijo Yahya como califa.

Relevancia actual

Idris ibn Alí es recordado como un líder que logró mantener la paz en un periodo de fragmentación y caos en Al-Andalus. Aunque su reinado fue relativamente corto, su habilidad para gestionar los intereses de diferentes facciones dentro de su corte le permitió asegurar la estabilidad política y la prosperidad de Málaga durante su gobierno. Su legado también está vinculado al fortalecimiento de la familia hammudí y la consolidación de Málaga como una de las taifas más poderosas de la época.

La figura de Idris, sin embargo, está marcada por las continuas luchas internas dentro de su familia y su trágica muerte a una edad temprana. Su hijo Yahya asumió el trono tras su fallecimiento, aunque el testamento político de Idris fue ignorado en favor de una nueva sucesión. A pesar de estas disputas, la importancia de su gobierno y sus contribuciones al equilibrio de poder en el Al-Andalus de su época siguen siendo relevantes para los historiadores que estudian esta era.

Bibliografía

DOZY, R. Histoire des Musulmanes d’Espagne juste la conquete de l’Andalusie pas les Almoravides. París, 1932.

JOVER ZAMORA, J.M. (dir). «Los reinos de Taifas. Al-Andalus en el siglo XI», en Historia de España Menéndez Pidal, vol. VIII-I. Madrid, Espasa Calpe, 1994.

SECO DE LUCENA, L. Los Hammudíes, señores de Málaga y Algeciras. Málaga, 1955.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Idris ibn Alí, Rey de la taifa de Málaga (ca. 995-1039)". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/idris-ibn-ali-rey-de-la-taifa-de-malaga [consulta: 18 de octubre de 2025].