Hurtado de Mendoza, García. Marqués de Cañete (1535-1608). El Virrey que fortaleció el Imperio en el Perú

García Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, es una figura clave en la historia del Virreinato del Perú durante la época de la Casa de Austria. Nacido en Cuenca en 1535 y fallecido en Madrid en 1608, Hurtado de Mendoza desempeñó un papel fundamental en la administración colonial, siendo VIII virrey del Perú entre 1589 y 1596. Su legado como político y administrador español se caracteriza por una serie de decisiones políticas, económicas y sociales que marcaron una etapa crucial para la región.

Orígenes y contexto histórico

Hurtado de Mendoza provenía de una familia de gran renombre en el ámbito político y militar de la España imperial. Era hijo de Andrés Hurtado de Mendoza, tercer virrey del Perú, y María Manrique de Lara. Desde joven, García mostró aptitudes para el servicio público y la administración, lo que lo llevó a destacarse en diversos territorios europeos. Su carrera como gentilhombre de la cámara del rey comenzó en el contexto de las guerras de Italia, Flandes y Alemania, donde luchó junto al emperador en varias batallas importantes. En 1555, decidió acompañar a su padre a América, un paso crucial que cambiaría su destino y lo llevaría a ser una de las figuras más destacadas en la historia del Perú colonial.

Al llegar al Perú, García Hurtado de Mendoza fue nombrado por su padre gobernador de Chile, cargo que desempeñó con firmeza. Durante su mandato, se destacó por su habilidad para mantener el orden y la disciplina. Entre sus logros más significativos en esta etapa, destaca la captura del conquistador rebelde Francisco de Aguirre, un acontecimiento que reflejó su capacidad para manejar conflictos internos y su lealtad al orden colonial.

Logros y contribuciones

Gobernador de Chile

Entre los años 1555 y 1561, García Hurtado de Mendoza gobernó Chile con una política que combinaba mano dura y reformas clave. En 1557, durante la famosa batalla de Bío-Bío, logró derrotar a los indios araucanos, un pueblo que representaba una de las amenazas más serias para la estabilidad de la región. Esta victoria fue crucial para asegurar el dominio español sobre el territorio. Además, en 1558 fundó la ciudad de Cañete de la Frontera, que hoy lleva su nombre, y reedificó la ciudad de Concepción, consolidando el dominio español sobre una zona clave de la geografía chilena.

Virrey del Perú

En 1589, Felipe II lo nombró virrey del Perú. Hurtado de Mendoza llegó al país en 1590, y desde su entrada en Lima bajo palio, su influencia se hizo notar. Durante su mandato, la gestión política y administrativa se centró en mejorar la economía del virreinato, principalmente a través de las minas. A su llegada, impulsó las extracciones mineras, ordenando un aumento en la producción de las minas de Huancavelica, Potosí, Zaruma, Vilcabamba y las Salinas, lo que incrementó significativamente la carga sobre los pueblos indígenas, ya que se reimplantó la mita minera, un sistema de trabajo forzoso que afectó duramente a los nativos.

Por otro lado, en el ámbito económico, Hurtado de Mendoza tomó medidas en el comercio, restringiendo el acceso de mercancías provenientes de diversas regiones y estableciendo regulaciones más estrictas sobre los productos que llegaban al Perú. Esta política tenía el objetivo de proteger el comercio del virreinato y controlar la competencia externa, aunque provocó tensiones y resistencias en varias zonas, como en Quito, donde estalló el conocido “motín de las alcabalas” en 1594, que fue sofocado rápidamente.

Enfrentamiento con la invasión inglesa

Uno de los episodios más destacables de su virreinato fue el enfrentamiento con la incursión inglesa liderada por Richard Hawkins, quien intentó atacar Valparaíso en 1594. Para defender el territorio, Hurtado de Mendoza organizó una expedición militar en la que participaron dos galeones y quinientos hombres bajo el mando de Beltrán de Castro y de la Cueva. El enfrentamiento culminó con la victoria española en la batalla de Atacames, un triunfo que fortaleció la posición de España en el Pacífico.

Expansión territorial

Otro de los grandes logros de su mandato fue la organización de la expedición de Álvaro de Mendaña, quien partió en 1595 desde el puerto del Callao con la misión de explorar y reclamar nuevos territorios para la Corona española. La expedición resultó en el descubrimiento de varias islas en la Polinesia y la Melanesia, incluidas las Islas Marquesas de Mendoza, que recibieron el nombre en honor a su promotor, así como otras islas como Puka-Puka, Niulakita y Tinaluka. Este esfuerzo contribuyó a la expansión del imperio español en el Pacífico.

Momentos clave

  1. 1555-1561: Gobernador de Chile, destacándose en la batalla de Bío-Bío y la fundación de la ciudad de Cañete.

  2. 1589-1596: Virrey del Perú, gestionando la economía minera y enfrentando el motín de las alcabalas.

  3. 1594: Victoria sobre la incursión inglesa de Richard Hawkins en Valparaíso.

  4. 1595: Organización de la expedición de Álvaro de Mendaña a las islas del Pacífico.

  5. 1591: Realización del IV Concilio Limeño, un evento clave en la relación entre la Iglesia y la Corona.

Relevancia actual

El legado de García Hurtado de Mendoza como virrey del Perú es notable en varios aspectos. Su contribución al fortalecimiento de la economía minera y al establecimiento de nuevas rutas comerciales tuvo un impacto duradero en el desarrollo del virreinato. Además, su intervención en la expansión territorial por medio de la exploración y el establecimiento de nuevas ciudades reflejó la ambición imperial de la España de la época. A través de sus decisiones, no solo consolidó la presencia española en Sudamérica, sino que también dejó una huella en la historia militar, diplomática y social del Perú.

Reforma educativa y eclesiástica

Hurtado de Mendoza también promovió reformas en el ámbito de la educación y la iglesia. En 1592, refundó el Colegio Real de San Felipe y San Marcos y promovió la alternancia de cargos entre eclesiásticos y laicos en la Universidad de San Marcos. En el ámbito eclesiástico, su relación con el arzobispo de Lima, Toribio Alfonso de Mogrovejo, estuvo marcada por diferencias sobre las prerrogativas de la Corona, pero también favoreció la creación de instituciones como el Colegio Seminario de Lima para la formación del clero, una iniciativa que perduró en el tiempo.

El final de su gobierno

El mandato de García Hurtado de Mendoza llegó a su fin en 1596, cuando entregó el gobierno al marqués de Salinas, concluyendo así un período caracterizado por su firmeza administrativa y su capacidad para manejar situaciones difíciles tanto en el ámbito militar como en el económico. Tras su retiro, vivió sus últimos años en Madrid, donde falleció en 1608, dejando atrás una huella profunda en la historia del Perú y en la administración de los territorios coloniales españoles.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Hurtado de Mendoza, García. Marqués de Cañete (1535-1608). El Virrey que fortaleció el Imperio en el Perú". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hurtado-de-mendoza-garcia [consulta: 22 de junio de 2025].