Francisco Javier Elío y Olóndriz (1767–1822): Militar Absolutista y Defensor del Orden Monárquico en España y América

Francisco Javier Elío y Olóndriz (1767–1822): Militar Absolutista y Defensor del Orden Monárquico en España y América

Francisco Javier Elío y Olóndriz, nacido en Pamplona el 4 de marzo de 1767, fue una figura clave del absolutismo en España y Sudamérica. Su vida estuvo marcada por su lealtad al rey Fernando VII y su férrea defensa del orden monárquico, tanto en el Virreinato del Río de la Plata como en la península ibérica. A lo largo de su carrera, Elío se distinguió por su militancia política y sus acciones militares, desde la lucha contra la invasión inglesa hasta su implicación en los convulsos sucesos que precedieron y acompañaron el regreso al absolutismo en España. Su historia está entrelazada con el contexto de la Revolución Francesa, las guerras napoleónicas, y los movimientos independentistas de América Latina, lo que le dio un papel importante, pero también controvertido, en el desarrollo de los acontecimientos políticos de su tiempo.

Orígenes y Primeros Años

Nacimiento y familia

Elío nació en el seno de una familia vinculada al servicio público. Su padre, Pedro Elío, fue gobernador de Pamplona, lo que le proporcionó una formación sólida y un acceso temprano a las esferas del poder. Esta cercanía al gobierno influyó en su decisión de ingresar en la carrera militar a una edad temprana, buscando seguir los pasos de su padre y de otros miembros de su familia que servían en el ejército.

Ingreso a la carrera militar

A los 18 años, Francisco Javier Elío se enlistó en el ejército español, donde rápidamente destacó por su valentía y habilidad estratégica. Su primer destino fue el norte de África, donde participó en varias campañas en ciudades como Orán y Ceuta. Estas primeras experiencias militares le permitieron forjar su reputación como un militar capaz y dedicado, aunque también marcaron su carácter autoritario y leal al absolutismo. Durante estas campañas, Elío resultó herido en un par de ocasiones, lo que le dio aún mayor renombre dentro de la institución militar.

Primeros Logros y Participaciones Bélicas

Acciones militares en el norte de África y el Rosellón

A lo largo de su carrera, Elío fue asignado a diversas zonas de conflicto, en particular en África y el sur de Francia. En las campañas del norte de África, particularmente en la defensa de Ceuta y Orán, Elío mostró una gran destreza táctica, defendiendo las posiciones españolas contra las incursiones de los piratas berberiscos. Su valentía y liderazgo le valieron el reconocimiento de sus superiores y el ascenso rápido dentro de la jerarquía militar.

Más tarde, participó en la Guerra del Rosellón, en la que las tropas españolas intentaron frenar el avance de las fuerzas revolucionarias francesas hacia España. Aunque la guerra fue larga y ardua, Elío destacó por su capacidad de organización y por su habilidad para mantener la moral de sus tropas alta en medio de las difíciles circunstancias del conflicto.

Nombramiento en el Virreinato del Río de la Plata

En 1806, con el rango de coronel, Elío fue enviado a América, específicamente al Virreinato del Río de la Plata. Este traslado a las colonias españolas marcó un punto de inflexión en su carrera, pues en la región tuvo un papel crucial en la defensa contra las invasiones inglesas. Al llegar a Buenos Aires, Elío se unió a las fuerzas de Santiago Liniers, un comandante destacado en la lucha contra las tropas británicas que amenazaban con apoderarse de la ciudad. Gracias a sus esfuerzos conjuntos, los ingleses fueron derrotados y expulsados de la región, lo que permitió que Elío ganara notoriedad en el virreinato.

A raíz de esta victoria, Liniers, quien había asumido el mando de la defensa, nombró a Elío como gobernador interino de Montevideo en 1807. Este nombramiento le dio un poder considerable sobre la región y le permitió consolidar su influencia en el Río de la Plata. En este período, Elío fue fundamental en la administración y organización de las defensas contra nuevos intentos de invasión, consolidando su posición como un defensor del orden colonial y monárquico.

La Expulsión de los Ingleses y Ascenso en Montevideo

Colaboración con Santiago Liniers en la lucha contra los ingleses

La colaboración de Elío con Santiago Liniers en la expulsión de los ingleses fue un punto de inflexión para ambos. Mientras que Liniers se destacó como el líder visible de la resistencia, Elío demostró una gran capacidad estratégica y organizativa, lo que le permitió ganar el respeto tanto de sus compañeros como de sus subordinados. La victoria de la defensa del Río de la Plata contra los invasores británicos le permitió a Elío consolidarse como uno de los principales militares de la región.

Gobernador interino de Montevideo

En agradecimiento por su participación en la defensa, Liniers nombró a Elío gobernador interino de Montevideo, un puesto que Elío mantuvo con gran éxito durante varios años. Durante su gobierno en la ciudad, Elío no solo supervisó las defensas militares, sino que también tomó decisiones administrativas clave para la región, fortaleciendo la presencia española en el Río de la Plata. En esta etapa, su postura absolutista quedó cada vez más clara, defendiendo la monarquía española frente a los primeros vientos de cambio que se respiraban en las colonias.

El Conflicto con Liniers y el Virreinato

Primeros conflictos con Liniers por su origen francés

Con el tiempo, la relación de Elío con Liniers se deterioró debido a las sospechas de Elío sobre el origen francés de Liniers. En 1808, con la invasión napoleónica a España, Elío comenzó a desconfiar de Liniers, quien tenía vínculos familiares con Francia. Temiendo que Liniers pudiera ser leal a Napoleón, Elío inició una serie de maniobras para desacreditarlo. A pesar de las tensiones, Liniers continuó al mando en el Virreinato del Río de la Plata, mientras Elío intensificaba sus esfuerzos por consolidar su poder en Montevideo.

La acusación formal contra Liniers y la creación de la junta en Montevideo

En 1808, Elío presentó una acusación formal contra Liniers, acusándolo de ser un «afrancesado» y traidor. En respuesta, Liniers intentó destituir a Elío, lo que generó una serie de conflictos internos dentro de la administración colonial. El 21 de septiembre de ese mismo año, Elío creó una junta en Montevideo similar a las que se formaban en España para defender la causa de Fernando VII. Aunque la junta no tuvo éxito en Buenos Aires, Elío continuó su lucha por mantener el control de la región.

El Retorno a España y los Primeros Años del Trienio Liberal

Nombramiento como virrey del Río de la Plata y sus decisiones autoritarias

En 1810, la situación en el Río de la Plata comenzó a volverse insostenible para Elío. Tras los eventos de la Revolución de Mayo, la Junta de Buenos Aires proclamó su independencia de la autoridad española, lo que provocó la respuesta de la Regencia española, que decidió nombrar nuevamente a Elío como virrey del Río de la Plata. Elío regresó a Montevideo en enero de 1811 con el firme propósito de restaurar el orden monárquico en la región.

Una vez en Montevideo, Elío se mostró completamente autocrático. Suspendió el bloqueo a Buenos Aires, retiró las tropas de la campiña uruguaya y rechazó las propuestas del Cabildo local. En lugar de colaborar con las autoridades coloniales, Elío se enfrentó a ellas, adoptando una postura de firme defensa del absolutismo y la unidad del Imperio español. En un claro desafío a la autonomía que empezaba a ganar fuerza en Buenos Aires, Elío se negó a instaurar una Audiencia en Montevideo y rechazó las reformas económicas propuestas por su predecesor, Gaspar de Vigodet.

El levantamiento de Artigas y la derrota en la Batalla de Las Piedras

El clima en la región se volvió aún más tenso cuando el caudillo oriental José Gervasio Artigas se levantó contra la dominación española. El 18 de mayo de 1811, Elío enfrentó a las fuerzas de Artigas en la Batalla de Las Piedras, un enfrentamiento crucial que resultó en una derrota para Elío. Esta derrota fue un golpe devastador para las aspiraciones absolutistas de Elío, ya que lo dejó virtualmente encerrado en Montevideo, con el control de la región oriental de la Banda Oriental cada vez más en manos de Artigas.

Ante la imposibilidad de mantener el control de la situación, Elío solicitó ayuda a la infanta Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII y esposa del regente portugués João VI, quien se encontraba en Río de Janeiro. En respuesta, las tropas portuguesas invadieron la Banda Oriental desde Brasil, lo que permitió a Elío mantener cierta estabilidad en la zona, aunque no logró desalojar a Artigas de la región.

El armisticio de 1811 y la retirada de los españoles

El 20 de octubre de 1811, el gobierno argentino firmó un armisticio con Elío, por el cual se comprometió a reconocer la autoridad de Fernando VII y a evacuar la Banda Oriental, a cambio de que Elío se comprometiera a conseguir que los portugueses abandonaran la zona. Sin embargo, Elío no pudo cumplir con esta última parte del acuerdo, y Artigas continuó con su guerra contra los españoles, los portugueses y los porteños. El conflicto en la región se prolongó aún más debido a la lucha constante entre las fuerzas locales y las fuerzas coloniales españolas.

El Regreso a España y la Guerra de Independencia

Participación en la guerra de Independencia contra los franceses

Elío regresó a España a principios de 1812, dejando atrás el fracaso en el Río de la Plata. En la península, se unió a las fuerzas españolas que luchaban contra la ocupación francesa durante la Guerra de Independencia. Fue designado comandante de la isla de León y, más tarde, general en jefe de las tropas de Cataluña y Valencia. Durante este período, Elío destacó por su eficiencia en la organización y sus esfuerzos para repeler a las fuerzas napoleónicas.

Gobernador y capitán general de Valencia y Murcia

Tras la evacuación francesa de la región levantina en 1814, Elío fue nombrado gobernador y capitán general de Valencia y Murcia. Sin embargo, Elío no se conformó con este puesto y comenzó a proyectar su influencia más allá de las fronteras militares. En un giro inesperado de los acontecimientos, Elío ofreció su ejército a Fernando VII para ayudarle a restaurar el absolutismo en España.

El Absolutismo y el Apoyo a Fernando VII

El apoyo a Fernando VII y el pronunciamiento absolutista

El 17 de abril de 1814, Elío se alineó con la causa absolutista de Fernando VII, quien había sido liberado de su cautiverio por las tropas francesas. Con el respaldo de las tropas de Elío, el rey abolió la Constitución de Cádiz el 4 de mayo de 1814, lo que marcó el fin del periodo constitucional en España. Esta restauración del absolutismo fue una de las victorias más significativas de Elío, quien se convirtió en uno de los más fervientes defensores del poder absoluto del monarca.

Represión del liberalismo y persecución de los opositores

Tras la restauración del absolutismo, Elío jugó un papel crucial en la represión del liberalismo en las regiones bajo su control. En Valencia, persiguió a los liberales, ejecutando a numerosos opositores y utilizando medidas brutales para sofocar cualquier resistencia al régimen. Elío se convirtió en una figura temida, conocido por su crueldad y por su incapacidad para tolerar cualquier forma de disidencia política.

El Final de su Carrera y Muerte

El Motín de Artilleros en 1822 y la sentencia de muerte

Sin embargo, la situación en España cambió drásticamente en 1820, cuando la Revolución de Riego restauró la Constitución de 1812 y abrió el camino al Trienio Liberal. En 1822, se produjo un motín de artilleros en Valencia, en el que se consideró implicado a Elío, quien ya estaba siendo visto como un obstáculo para la restauración del orden constitucional. Tras un juicio sumario, Elío fue degradado y sentenciado a muerte.

Ajusticiamiento y legado de Francisco Javier Elío

El 4 de septiembre de 1822, Francisco Javier Elío fue ejecutado en el Campo de la Libertad de Valencia, un lugar simbólico, ya que fue el mismo sitio donde él había ordenado la ejecución de numerosos liberales durante su gobierno absolutista. Su muerte marcó el fin de su carrera y de su influencia en la política española, pero también cerró un capítulo importante en la historia de la resistencia monárquica durante las primeras décadas del siglo XIX.

A pesar de su infamia como represor y absolutista, Elío dejó un legado complejo. Fue un defensor acérrimo del orden monárquico, dispuesto a luchar hasta el final para evitar el avance de las ideas liberales y constitucionalistas. Sin embargo, su muerte en manos de las fuerzas liberales simbolizó el final de una era en la historia de España, marcada por los enfrentamientos entre el absolutismo y el liberalismo, y por el despertar de las luchas por la independencia en América.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Francisco Javier Elío y Olóndriz (1767–1822): Militar Absolutista y Defensor del Orden Monárquico en España y América". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/elio-y-olondriz-francisco-javier [consulta: 17 de octubre de 2025].