Assarhaddón (681-669 a.C.). El monarca asirio que conquistó Egipto y reorganizó Babilonia

Assarhaddón, uno de los reyes más importantes del Imperio Asirio, gobernó entre los años 681 y 669 a.C. Hijo de Senaquerib y de la princesa aramea Naqi’a, supo imponerse en un contexto de intensas luchas internas y amenazas externas. Su reinado fue crucial para la restauración de la hegemonía asiria sobre Mesopotamia y para expandir su influencia hacia regiones tan distantes como Egipto y Arabia. Su legado combina astucia política, poderío militar y una gestión imperial innovadora.

Orígenes y contexto histórico

Assarhaddón nació en el seno de la poderosa dinastía asiria, hijo del rey Senaquerib, conocido por su beligerancia y su famosa destrucción de Babilonia, y de Naqi’a, una mujer de gran inteligencia política que tuvo una notable influencia en su carrera. El asesinato de su padre a manos de algunos de sus hermanos marcó un punto de inflexión en su vida. Este magnicidio provocó una breve pero intensa guerra civil de 42 días, al cabo de la cual Assarhaddón se impuso tras derrotar a sus hermanos.

Al subir al trono, emprendió un proceso de restauración del orden y legitimación del poder, que incluyó el castigo a los responsables del asesinato de su padre y la reestructuración del aparato estatal. Uno de sus primeros actos fue devolver los privilegios tradicionales a la nobleza, consolidando así el apoyo interno en la corte de Nínive.

Logros y contribuciones

Entre las principales acciones del reinado de Assarhaddón destacan:

  • Restauración de Babilonia: Revirtió la política destructiva de su padre, reconstruyendo templos, canales y fortificaciones. Designó a su hermano Na’id-Marduk como gobernante del País del Mar, asegurando la estabilidad regional.

  • Reforma administrativa: Reorganizó las finanzas del imperio, reforzando los mecanismos fiscales y asegurando el flujo de tributos.

  • Conquistas y campañas militares: Llevó a cabo campañas en Elam, Arabia, Siria, Fenicia y Egipto, consolidando el dominio asirio y castigando a los enemigos del imperio.

Momentos clave

El reinado de Assarhaddón estuvo marcado por una serie de episodios decisivos que determinaron el rumbo del Imperio Asirio:

Conflictos y pacificación interna

Tras sofocar la revuelta interna originada por el asesinato de su padre, Assarhaddón se dedicó a consolidar su autoridad. Las represalias contra los culpables y la restauración del orden nobiliario fueron cruciales para estabilizar el trono.

Restauración de Babilonia

Uno de los mayores logros simbólicos y políticos de su reinado fue la restauración de Babilonia, ciudad sagrada y centro cultural de Mesopotamia, que había sido destruida por su propio padre. Esta decisión le ganó el favor de los sacerdotes y de la población babilónica.

Campañas militares en Asia Occidental

Assarhaddón tuvo que hacer frente a diversos enemigos en las fronteras de su imperio. La irrupción de los cimerios desde el Cáucaso provocó desórdenes en Anatolia, mientras que en Arabia emprendió expediciones relámpago hasta Dilmún, demostrando la capacidad operativa de su ejército.

En Siria y Fenicia, llevó a cabo una serie de campañas punitivas: destruyó Sidón, sometió Biblos y obligó al rey Manasés de Judá, así como a los reyezuelos de Ascalón, Edom, Moab, Gaza y Ammón, a reconocer la soberanía asiria.

Amenazas del norte y coaliciones extranjeras

En el noreste, enfrentó amenazas de los maneos, medos, qutu y otras poblaciones del entorno del lago Van y los montes Zagros. El reino de Urartu, bajo el liderazgo de Rusa II, forjó una peligrosa alianza con escitas y cimerios. Para contrarrestar esta amenaza, Assarhaddón promovió una alianza matrimonial entre su hija y el jefe escita Partatua, desactivando momentáneamente la coalición enemiga.

Problemas dinásticos

La prematura muerte de su heredero, Sin-iddin-apla, así como la desaparición de sus otros hijos, creó una profunda crisis sucesoria. Finalmente, decidió dividir el imperio entre sus dos hijos restantes: Assurbanipal gobernaría Asiria y Shamash-shum-ukin se encargaría de Babilonia. Esta decisión, aunque polémica entre la nobleza y el clero, fue una solución pragmática para evitar una nueva guerra civil.

Conquista de Egipto

Uno de los capítulos más brillantes de su reinado fue la conquista de Egipto en 671 a.C. Tras estabilizar Palestina y Siria, se enfrentó al faraón Taharqa, de la XXV dinastía kushita. La victoria asiria culminó con la toma de Menfis y el retiro de Taharqa hacia el sur. Assarhaddón asumió el título de «Rey de reyes de Shushur (Egipto), Patros (Alto Egipto) y Kush (Etiopía)».

No obstante, su dominio sobre Egipto fue efímero. Al poco tiempo de retirarse, se produjo una sublevación egipcia que tuvo que ser contenida por las guarniciones asirias. En su intento de retomar el control, Assarhaddón murió repentinamente durante su viaje de regreso, en territorio sirio.

Relevancia actual

La figura de Assarhaddón destaca como uno de los monarcas más estratégicos y visionarios de la historia asiria. Su capacidad para restaurar ciudades sagradas, reformar la administración imperial y ejecutar campañas militares exitosas en múltiples frentes le aseguran un lugar privilegiado en la historia del Antiguo Oriente Próximo.

Su legado también ofrece una mirada única al modo en que los monarcas antiguos manejaban conflictos internos, disputas sucesorias y relaciones diplomáticas, incluyendo estrategias como las alianzas matrimoniales para neutralizar amenazas externas.

Principales logros de Assarhaddón

  • Represión de la revuelta interna tras el asesinato de su padre.

  • Reconstrucción de Babilonia y restitución de su papel central en el imperio.

  • Campañas exitosas en Arabia, Siria, Fenicia y Egipto.

  • Estrategia diplomática frente a Urartu mediante alianzas matrimoniales.

  • División del imperio entre sus hijos para prevenir conflictos sucesorios.

Assarhaddón dejó un legado complejo y duradero, marcado por su afán de restaurar, conquistar y asegurar la unidad del vasto imperio asirio. Su figura sigue siendo objeto de estudio por su papel determinante en la configuración del equilibrio geopolítico de Oriente Próximo durante el siglo VII a.C.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Assarhaddón (681-669 a.C.). El monarca asirio que conquistó Egipto y reorganizó Babilonia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/assarhaddon [consulta: 28 de septiembre de 2025].