Julián de Arriaga y Rivera (¿?-1776). Arquitecto naval y estratega de las reformas borbónicas en América
Julián de Arriaga y Rivera fue una figura clave en la política naval y colonial española del siglo XVIII. Su trayectoria como militar, político y administrador se entrelaza con los principales momentos de la España borbónica en tiempos de reformas, conflictos internacionales y centralización del poder imperial. Desde su participación en campañas contra la piratería hasta su prolongada gestión como Secretario de Marina e Indias, dejó una impronta indeleble en la historia de la administración colonial y marítima de España.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en una fecha desconocida, Julián de Arriaga inició su carrera dentro de un marco de nobleza y vocación religiosa como caballero de la Orden de San Juan, donde más tarde alcanzó los títulos de bailío y comendador. Su ingreso a la marina en 1728 marcó el comienzo de una intensa actividad militar. Fue alférez de fragata, participando en misiones al Nuevo Mundo bajo el mando del marqués de Mary, ascendiendo en rápida sucesión a alférez de navío en 1731 y luego a teniente de fragata en 1732.
La primera gran etapa de su carrera tuvo lugar en el Mediterráneo occidental, foco de frecuentes ataques por parte de la piratería argelina. Integrado en la escuadra del general Cornejó, Arriaga tomó parte activa en la reconquista de Orán, operación estratégica para asegurar la presencia española en el norte de África. En años posteriores se desplegó en Italia bajo el conde de Clavijo y más tarde en la escuadra del general Alderete, donde dirigió la fragata Constante y otras unidades navales, acumulando experiencia táctica y logística.
Logros y contribuciones
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su participación en la expedición contra los rebeldes venezolanos en 1749, un levantamiento encabezado por el zambo Andresote contra la Compañía Guipuzcoana de Caracas. Este evento fue una clara manifestación de los conflictos derivados de la política comercial monopolística de la Corona en América. Arriaga no solo ayudó a sofocar la revuelta, sino que al año siguiente, en 1751, fue designado gobernador y capitán general de Venezuela, aunque su gestión allí fue breve.
En 1752 fue trasladado a Cádiz como intendente y presidente de la Casa de Contratación de Indias, una posición clave en la administración del comercio y navegación hacia América. Este rol consolidó su perfil como funcionario capaz de articular el poder político y naval en tiempos de necesidad.
Momentos clave
Secretaría de Marina e Indias (1754-1776)
La etapa más relevante de su vida pública comenzó en julio de 1754, cuando fue nombrado Secretario de Marina e Indias, sustituyendo a Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada. Este cargo lo mantuvo durante 21 años, bajo los reinados de Fernando VI y Carlos III. Su continuidad en el cargo refleja tanto su capacidad administrativa como su adaptabilidad política.
Durante los primeros años, especialmente en política americana, Arriaga estuvo subordinado al secretario de Estado Ricardo Wall, en un periodo en que la neutralidad de España era prioritaria para evitar una guerra con Inglaterra. Sin embargo, las tensiones crecientes pusieron a prueba la eficacia de su gestión. La enfermedad de Fernando VI debilitó la capacidad de respuesta institucional, aunque Arriaga mantuvo una actividad constante.
Su visión era conservadora: se opuso al libre comercio y a la implantación del sistema de intendencias en América, a pesar de lo cual promovió reformas importantes. Entre ellas destaca el envío de una Junta para examinar el comercio y la delegación de José de Gálvez a Nueva España con el objetivo de reorganizar la administración colonial.
Continuó con las reformas navales iniciadas por Ensenada, aunque con recursos más limitados y sin la plena colaboración de la Secretaría de Hacienda, dirigida por Juan Francisco Ruiz de Gaona, conde de Valdeparaíso.
Entre sus principales logros navales se incluyen:
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Construcción de aproximadamente cincuenta grandes buques, entre ellos el navío Trinidad.
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Inicio de las obras del arsenal de Cartagena, infraestructura clave para el fortalecimiento marítimo.
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Impulso a la enseñanza náutica y mejora de la formación de los oficiales.
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Modernización de los armamentos y de los sistemas de acuartelamiento.
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Fabricación nacional de repuestos y uniformes para reducir la dependencia externa.
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Humanización del trato hacia esclavos y presos en la marina, incorporando normativas progresistas para la época.
Además, en 1775 organizó una expedición de castigo contra Argel, que resultó exitosa, reafirmando el control marítimo español en el Mediterráneo.
Relevancia actual
El legado de Julián de Arriaga y Rivera perdura como ejemplo de funcionario ilustrado, comprometido con la eficiencia administrativa y el fortalecimiento militar, aunque también marcado por una visión conservadora que ralentizó algunos de los grandes cambios que la administración borbónica terminaría imponiendo. Su oposición al libre comercio y su cercanía a los jesuitas (cuya expulsión por orden de Carlos III desaprobó) lo situaron en una posición de cierta tensión ideológica con las reformas más radicales del siglo XVIII.
Murió en 1776 sin haber sido relevado del cargo, lo que demuestra su importancia dentro del organigrama estatal. Tras su muerte, y con la secretaría dividida en dos ramas, fue sucedido por José de Gálvez en Indias y Pedro González de Castejón en Marina, lo que marcó una nueva etapa en la administración imperial española.
Bibliografía
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GÓMEZ URDÁÑEZ, J.L. Fernando VI. (Madrid, Arlanza: 2001).
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MERINO NAVARRO, J.P. La Armada Española en el siglo XVIII. (Madrid: 1981).
MCN Biografías, 2025. "Julián de Arriaga y Rivera (¿?-1776). Arquitecto naval y estratega de las reformas borbónicas en América". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/arriaga-y-rivera-julian-de [consulta: 19 de octubre de 2025].