Hakor o Achoris, Faraón de Egipto (391-379 a.C.): Un líder entre las luchas por el poder y la resistencia a Persia
Hakor, también conocido como Achoris, fue un faraón de la XXIX dinastía egipcia que gobernó entre los años 391 y 379 a.C. Su reinado, marcado por las tensiones políticas internas y la lucha constante contra el Imperio Persa, dejó una huella importante en la historia de Egipto. Con orígenes mendesianos, Hakor ascendió al trono en circunstancias que no estuvieron exentas de controversia, aprovechando las luchas internas de su tiempo. Su legado, aunque breve, se distingue por sus esfuerzos en defender la soberanía de Egipto y por los monumentos que erigió en distintas regiones del país.
Orígenes y contexto histórico
Hakor nació en una época de turbulencia para Egipto, en un periodo de declive tras las invasiones persas y las luchas internas por el poder. Aunque no fue el heredero legítimo del trono, su ascensión fue posible gracias a la inestabilidad política provocada por los conflictos entre los sucesores de Psammuthis y Muthis. Según la Crónica demótica, Hakor se hizo con el poder tras el reinado de Neferites I (quien es citado como su predecesor por Manetón). A pesar de que las fuentes históricas varían en cuanto a los detalles exactos de su ascensión, parece que Hakor aprovechó la fragmentación interna para consolidar su poder y gobernar con un fuerte enfoque en la lucha contra los persas.
En cuanto a su origen, Hakor era mendesiano, lo que lo vinculaba a la ciudad de Mendes, una región del delta del Nilo que, en su tiempo, jugaba un papel clave en las luchas por la supremacía política en Egipto. No obstante, su ascensión al trono fue vista por muchos como ilegítima, ya que no pertenecía directamente a la familia real. Aun así, fue capaz de consolidar su gobierno y mantener el control de Egipto durante casi una década.
Logros y contribuciones
A pesar de las dificultades iniciales, el reinado de Hakor fue notable por varias razones. Uno de los aspectos más destacados de su gobierno fue su esfuerzo por resistir la influencia del Imperio Persa en Egipto. Durante su mandato, Hakor adoptó una política beligerante hacia Persia, buscando apoyo entre los griegos y otros aliados para enfrentar a los persas, especialmente bajo el reinado de Artajerjes II.
Alianzas con los griegos y la lucha contra Persia
Según relatos de la época, Hakor se alió con Evágoras de Chipre y con los griegos, un movimiento estratégico para enfrentar la creciente amenaza persa. Esta alianza se menciona en los escritos de Aristófanes y Diodoro Sículo, quienes destacan cómo Evágoras, con la ayuda de mercenarios griegos, luchó contra los persas en una serie de batallas. Sin embargo, el ejército greco-egipcio no logró imponerse ante las fuerzas de Artajerjes II, el rey persa, quien finalmente derrotó a la coalición.
A pesar de esta derrota inicial, Hakor continuó su resistencia, esta vez con un enfoque más solitario. Tras el regreso de Evágoras a Chipre y su acuerdo de paz con los persas, Hakor tuvo que continuar luchando por la independencia de Egipto sin el apoyo de su aliado chipriota. Sin embargo, logró obtener el respaldo de Chabrias, un comandante militar griego, y de otros mercenarios, lo que le permitió sostener la lucha contra Persia. Ante los problemas internos de los persas en Asia Menor, Artajerjes II finalmente decidió reducir su presencia en Egipto, lo que permitió que Hakor mantuviera la independencia de su país por algún tiempo.
Desarrollo de la infraestructura egipcia
Además de su faceta militar, Hakor también contribuyó al desarrollo cultural y arquitectónico de Egipto. Durante su gobierno, se edificaron varios monumentos en diferentes lugares de Egipto, como en Medinet Habu, Karnak, El-Kab y Tod. Estos monumentos son testimonio de su interés por fortalecer el poder y la presencia del faraón en el paisaje egipcio. También reabrió las canteras de Tura y Ma’sara, lo que permitió una mayor extracción de materiales para la construcción de monumentos y templos.
Entre los monumentos más conocidos de su reinado se encuentran algunos papiros demóticos, graffiti y estelas, que proporcionan información sobre la vida cotidiana en Egipto durante su mandato. Una de las piezas más destacadas es una estatuilla de bronce que representa a Hakor en posición genuflexa, actualmente en el Nelson-Atkins Museum de Kansas.
Momentos clave de su reinado
A lo largo de su gobierno, varios eventos marcaron la historia de Hakor y de Egipto:
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La lucha contra los persas: La resistencia de Hakor contra el Imperio Persa fue uno de los pilares de su reinado. Aunque no tuvo éxito en derrotar a los persas, logró mantener la independencia de Egipto durante varios años, especialmente tras la retirada de las tropas persas del país.
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La alianza con los griegos y Evágoras de Chipre: La alianza con los griegos, especialmente con Evágoras, fue un momento clave en la resistencia egipcia. Sin embargo, esta coalición se desintegró tras la derrota militar y el posterior pacto de paz entre Evágoras y Artajerjes II.
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La reactivación de las canteras: La reapertura de las canteras de Tura y Ma’sara contribuyó a la revitalización económica de Egipto, proporcionando materiales valiosos para la construcción de monumentos y templos.
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La construcción de monumentos: Durante su gobierno, Hakor promovió la construcción de varios monumentos en sitios arqueológicos claves, lo que dejó una huella duradera en la arquitectura egipcia.
Relevancia actual
Aunque el reinado de Hakor fue relativamente corto, su figura sigue siendo relevante en el estudio de la XXIX dinastía egipcia y en la historia de la resistencia egipcia frente a Persia. Su capacidad para mantenerse en el poder a pesar de la oposición interna y externa demuestra su astucia política y su determinación. Además, sus esfuerzos por defender la independencia de Egipto y su contribución al patrimonio cultural del país hacen que su legado perdure hasta nuestros días.
Hoy en día, la figura de Hakor sigue siendo un tema de estudio entre los historiadores y arqueólogos que exploran el periodo de la XXIX dinastía. Su reinado ofrece valiosos detalles sobre la política y la guerra en el antiguo Egipto, así como sobre las relaciones internacionales de la época, especialmente con las potencias vecinas como los persas y los griegos.
El final de su reinado y sucesión
Tras la muerte de Hakor, Egipto cayó en un período de inestabilidad. En medio de revueltas políticas y luchas por el poder, fue sucedido por Neferites II, quien, aunque ascendió al trono, gobernó solo durante cuatro meses. Este breve reinado se vio marcado por las tensiones internas y la falta de una administración sólida que pudiera continuar con la obra de Hakor.
A su muerte, Egipto comenzó a enfrentarse a nuevos desafíos, incluyendo la ascensión de Nectánebos I, quien sería una figura clave en los eventos posteriores del país.
Bibliografía:
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«Hakor o Achoris, Faraón de Egipto (391-379 a.C.)». MCN Biografías.
MCN Biografías, 2025. "Hakor o Achoris, Faraón de Egipto (391-379 a.C.): Un líder entre las luchas por el poder y la resistencia a Persia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hakor [consulta: 26 de septiembre de 2025].