Vázquez Ruano, Manuel, oCurro Vázquez(1951-VVVV).
Matador de toros español, nacido en Linares (Jaén) el 1 de mayo de 1951, aunque considerado torero de Madrid, pues residió en la capital de España desde los ocho años de edad hasta su retirada. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de «Curro Vázquez».
Fue en Madrid donde comenzó a sentir una acusada vocación taurina que acabó por decidirle a prepararse para llegar, algún día, a ser considerado figura del toreo. Tras diferentes ejercicios de aprendizaje en tientas y capeas, el día 20 de abril de 1968 se enfundó, en la población navarra de Estella, su primer traje de luces, y dio así comienzo a una fecunda etapa novilleril que, durante aquella temporada de 1968, arrojó en su favor un balance de veinticinco festejos toreados.
La vertiginosa progresión de este período de aprendizaje en la andadura torera de «Curro Vázquez» tuvo su continuación en la campaña de 1969, en la que debutó en novilladas asistidas por el concurso de los del castoreño. Tan arrolladora era su ascensión, que a lo largo de dicho año tomó parte en veinticinco novilladas picadas, lo que le permitió llegar a finales de aquella temporada magníficamente preparado para dar el paso definitivo en la carrera de un aspirante a matador de reses bravos: tomar la alternativa.
Y, en efecto, no creyó oportuno aguardar a la campaña siguiente. Así que el día 12 de octubre de 1969, en la pequeña plaza madrileña de Vista Alegre, hizo el paseíllo dispuesto a ganarse la borla de doctor en tauromaquia. Fue su padrino su paisano José Fuentes Sánchez, quien le cedió los trastos con los que había de muletear y despenar a estoque a Batanero, un morlaco berrendo en colorado perteneciente a la divisa de Barcial. Batanero hirió al toricantano, por lo que el festejo continuó con el mencionado Fuentescomo único espada.
Una vez restablecido, «Curro Vázquez» emprendió la campaña de 1970 decidido a confirmar en la primera plaza del mundo su inclusión en el escalafón superior de los matadores de reses bravas. Así las cosas, el día 15 de mayo de 1970, en pleno ciclo isidril, cruzó la arena de la plaza Monumental de Las Ventas(Madrid) en compañía del espada mejicano Antonio Lomelín Migoni, que comparecía en calidad de padrino, y del matador lusitano José Carlos Frita Falcão («José Falcón»), que hacía las veces de testigo. El toro de la confirmación, un burel negro listón perteneciente a la ganadería de don Alonso Moreno de la Cova, atendía a la voz de Bailandito. No tuvo excesiva fortuna aquella tarde «Curro Vázquez», y salió del coso madrileño sin haber colmado las expectativas despertadas durante su etapa novilleril.
A partir de entonces, el diestro de Linares pasó a formar parte de los matadores que ocupaban un lugar discreto en el escalafón, en función de los contratos que recibía. Sin duda alguna, este puesto no se correspondía con su verdadera talla de torero fino y artista, muy vistoso y elegante en el manejo de los engaños (particularmente del capote), como después habría de demostrar en su etapa de madurez.
El día 1 de julio de 1973 mostró varios detalles de calidad en el transcurso de un festejo verificado en el mencionado coso de Vista Alegre, frente a un encierro de don José de la Cova, en compañía del espada barcelonés Joaquín Bernadó y Bartoméu y del coletudo cordobés Antonio Porras Lucena. Por lo común, en casi todas sus campañas alternó estos detalles de interés con varios fracasos, casi siempre derivados de su deficiente preparación a la hora de ejecutar la suerte suprema. A estos altibajos técnicos hay que sumar los parones ocasionados por las numerosas cogidas que sufrió «Curro Vázquez», entre las que sobresale, por su sangrienta gravedad, la que le propinó en Madrid, en el ciclo ferial de San Isidro, un toro de don José Moreno Silva que le partió la arteria femoral y la vena safena.
Pese a ello, el clasicismo de su estilo y las cotas artísticas que ha llegado a rozar en sus mejores tardes acabaron por convertirle, durante algunos años, en uno de los toreros predilectos de la afición madrileña, que el día 18 de julio de 1982 lo sacó a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas, después de que «Curro Vázquez» cosechara un triunfo apoteósico al desorejar a un astado marcado con la divisa de El Torero, en un cartel completado por el coletudo sevillano Manuel Vázquez Garcés («Manolo Vázquez») y el lidiador zamorano Andrés Mazariegos Vázquez («Andrés Vázquez»).
En 1983 se vistió de luces en dieciocho ocasiones, y en 1984 hizo diecinueve paseíllos. Durante las dos campañas siguientes tomó parte en -respectivamente- veintidós y dieciocho festejos, y poco a poco su veteranía fue confirmándole como uno de los matadores de toros más dotados de inspiración, a pesar de que no lograba evitar aquella irregularidad que estuvo presente en su trayectoria torera desde su toma de alternativa.
Tras un nuevo período de decadencia durante los primeros años de la década de los noventa, decidió abandonar el ejercicio activo del toreo a finales de 1994. Para despedirse de los ruedos españoles, se encerró en solitario con seis toros en las arenas madrileñas, el día 30 de septiembre de dicho año, en plena Feria de Otoño. Posteriormente, marchó a Hispanoamérica para despedirse también de la afición ultramarina. Al poco tiempo de esta retirada volvió a vestirse de luces, aunque no logró recobrar el reconocimiento obtenido en sus momentos de plenitud. El adiós definitivo de los ruedos llegó el 4 de octubre de 2002 en un mano a mano con el joven diestro madrileño Julián López «El Juli» en Vista Alegre, la misma plaza donde Curro Vázquez había tomado la alternativa 33 años antes.