Trajano (53-117): El Emperador Hispano que Expandió las Fronteras del Imperio Romano
Marco Ulpio Trajano (18 de septiembre de 53 d.C. – 8 de agosto de 117 d.C.) fue uno de los emperadores más destacados del Imperio Romano, conocido por su ambiciosa expansión territorial y por ser el primer emperador romano nacido en una provincia, en este caso, Hispania. Durante su reinado, que se extendió entre 98 y 117 d.C., Trajano se consolidó como una figura clave en la historia del imperio, siendo aclamado como el «optimus princeps» (el mejor de los príncipes) por sus logros tanto militares como administrativos.
Orígenes y Contexto Histórico
Trajano nació en Itálica, una ciudad situada en la provincia de Bética, en lo que hoy es Andalucía, España. Su familia, de origen militar, tenía una sólida tradición en las fuerzas armadas romanas, y Trajano creció bajo la influencia directa de su padre, quien desempeñó importantes funciones en el gobierno de Siria. Esta formación militar desde joven resultó fundamental para su posterior carrera, ya que el emperador siempre mostró una excepcional destreza en la gestión de las tropas y en la organización del imperio.
En el año 89 d.C., durante el gobierno de Domiciano, Trajano alcanzó el cargo de pretor, lo que marcó su primer gran paso hacia la élite del Imperio Romano. Más tarde, fue nombrado legado de la VII Legio Gemina, una de las legiones más prestigiosas, que se encontraba en Hispania. En el año 91 d.C., Domiciano lo envió a la región de Germania para sofocar una rebelión, en la que, a pesar de que la revuelta ya estaba controlada, Trajano consiguió ganarse la confianza del emperador. Su éxito en esta misión lo llevó a ser nombrado cónsul en 91 d.C.
El Ascenso al Poder
Con el asesinato de Domiciano en 96 d.C., el Imperio Romano se encontraba en una situación de incertidumbre. El Senado eligió a Nerva, un anciano, como su sucesor. Sin embargo, Nerva pronto adoptó a Trajano como su heredero, en un movimiento que aseguraba la estabilidad política y el apoyo del ejército. En el año 98 d.C., con la muerte repentina de Nerva, Trajano ascendió al trono imperial. En este momento, el Senado lo acogió con entusiasmo, dándole el título de «optimus principium», una denominación que reflejaba la admiración que tanto el Senado como las tropas sentían por él.
Logros y Contribuciones
El reinado de Trajano se distinguió por su habilidad para mantener la paz y la estabilidad en el Imperio Romano, mientras promovía una serie de reformas tanto en el ámbito administrativo como militar. Su gobierno se caracterizó por la continuidad política respecto a su antecesor Nerva, pero con un enfoque más firme en el poder imperial y una reducción de la influencia del Senado.
Uno de los aspectos más notables de su gobierno fue su gestión económica. Trajano procuró reducir los impuestos y recortó los gastos innecesarios, como el oro coronario, lo que permitió una mayor eficiencia en la administración imperial. A su vez, impulsó programas de asistencia social, como los puerii alimentarii, instituciones destinadas a ayudar a los niños huérfanos y pobres, y estableció préstamos a bajo interés para los pequeños agricultores. Estas políticas demostraron su compromiso con el bienestar de los ciudadanos romanos, especialmente aquellos más necesitados.
En términos de infraestructura, Trajano dejó una marca imborrable. Su reinado se asocia con una serie de imponentes proyectos arquitectónicos y urbanísticos, tales como la construcción del foro de Trajano, la columna Trajana (que conmemora sus victorias en Dacia), y la restauración de la vía Appia. Además, mandó construir el puente de Alcántara y amplió el puerto de Ostia, lo que favoreció el comercio y la comunicación dentro del Imperio.
Momentos Clave en su Reinado
Uno de los grandes logros de Trajano fue su expansión territorial. Bajo su mandato, el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión geográfica. La campaña más destacada de Trajano fue la conquista de Dacia. En 101 d.C., Trajano comenzó una serie de campañas militares para derrotar al rey Decébalo de Dacia. Tras dos años de intensos combates, Trajano logró tomar la capital dacia, Sarmizegethusa, y anexar el territorio como una nueva provincia romana. Este éxito militar no solo consolidó su prestigio, sino que permitió a Roma acceder a importantes recursos, como el oro dacio.
Trajano también emprendió la expansión hacia el este, con la anexión de Mesopotamia y Armenia. En 113 d.C., inició una campaña contra el Imperio Parto, que culminó con la conquista de las ciudades de Babilonia, Ctesifonte y Seleucia en 115 d.C. Estos territorios fueron transformados en provincias romanas, formando parte de un ambicioso plan de expansión que llevó a Trajano a adoptar el sobrenombre de Pártico, en honor a su victoria sobre los partos. Esta serie de éxitos militares demostró no solo su habilidad estratégica, sino también su determinación por expandir las fronteras del imperio, tal y como lo había hecho su ídolo, Alejandro Magno.
La Retirada y la Muerte de Trajano
A pesar de sus éxitos, el final del reinado de Trajano estuvo marcado por dificultades. En el año 117 d.C., una rebelión judía en las provincias del este amenazó las recientes conquistas. Trajano se vio obligado a retirarse hacia Roma para hacer frente a la situación. Durante este proceso de regreso, y agotado por la edad y las circunstancias, Trajano falleció en Selimonte, en Cilicia, el 8 de agosto de 117 d.C.
Relevancia Actual
El legado de Trajano sigue siendo relevante en la historia del Imperio Romano. Su política de expansión militar consolidó una vasta red de provincias que fortalecieron las fronteras del Imperio. A nivel administrativo, sus reformas contribuyeron a la estabilidad económica y social, lo que permitió a Roma prosperar durante su reinado. Además, su enfoque en la construcción de infraestructuras y su preocupación por el bienestar de las clases bajas lo convierten en un emperador que dejó una huella duradera.
Su influencia también se reflejó en el reinado de su sucesor Adriano, quien, aunque menos expansivo que Trajano, continuó muchas de sus políticas y mantuvo la integridad de las conquistas de su antecesor. Además, Trajano es recordado como uno de los «cinco buenos emperadores», un periodo en el que el Imperio Romano disfrutó de estabilidad y prosperidad.
Bibliografía
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GONZALEZ-PUENTE, Mª P. La guerra y la paz bajo Trajano y Adriano. (Madrid; UCM, 1989).
MCN Biografías, 2025. "Trajano (53-117): El Emperador Hispano que Expandió las Fronteras del Imperio Romano". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/trajano-marco-ulpio-emperador-de-roma [consulta: 9 de julio de 2025].