Enrique José O’Donnell y Anethan (1776–1834): Militar y Político que Luchó por la Independencia de España

Enrique José O’Donnell y Anethan (1776–1834): Militar y Político que Luchó por la Independencia de España

Introducción

Enrique José O’Donnell y Anethan, más conocido como el Conde de La Bisbal, es una de las figuras claves de la historia militar y política de España durante las primeras décadas del siglo XIX. Nacido en San Sebastián en 1776, su carrera estuvo marcada por su inquebrantable compromiso con la lucha contra las fuerzas napoleónicas y su participación activa en la política española post-revolución. A través de sus acciones y escritos, O’Donnell jugó un papel crucial en la defensa de la soberanía española y la compleja trama de la Guerra de Independencia. Su legado abarca no solo su ascendente carrera militar, sino también sus implicaciones en la política de la España liberal y absolutista del siglo XIX.

Orígenes familiares y primeros años de vida

Familia y contexto familiar

Enrique José O’Donnell nació el 21 de mayo de 1776 en San Sebastián, en el seno de una familia de la nobleza vasca con conexiones militares. Su padre, José O’Donnell y O’Donnell, era teniente coronel del ejército español, mientras que su madre, María Ana Anethan y de Marechal, pertenecía a una familia de renombrados orígenes franceses. Esta conexión con la nobleza y la carrera militar de su padre le proporcionó una formación temprana en la vida militar, con un enfoque hacia la disciplina y el servicio a la patria.

Infancia y educación temprana

Desde su más temprana juventud, O’Donnell fue preparado para la vida en el ejército. Con solo siete años de edad, ingresó como cadete en el ejército español en octubre de 1783, comenzando su carrera militar en una etapa muy temprana. En 1787, con apenas 11 años, fue destinado al regimiento de Infantería de Irlanda, un paso crucial para consolidar su futura carrera. La disciplina y formación rigurosa de su infancia le permitirían avanzar rápidamente en la jerarquía militar.

Comienzos de su carrera militar

Primeros destinos y participación en conflictos

A lo largo de su juventud, Enrique José O’Donnell fue testigo y partícipe de importantes eventos militares. En 1789, con tan solo 13 años, participó en la defensa de Ceuta, un enclave estratégico español en el norte de África, contra los marroquíes. Este primer contacto con el campo de batalla no solo demostró su valía como militar, sino que también cimentó su vocación por el servicio al reino.

A finales de la década de 1790, O’Donnell se trasladó a varias ubicaciones clave en España, como Rosas en la guerra contra Francia en 1794, y luego a otras regiones como Algeciras y San Roque en 1796. Durante estos años, continuó ganando experiencia militar, perfeccionando su habilidad para la estrategia y el liderazgo. Fue en este período cuando, en 1802, regresó a la Península, donde continuó desarrollando sus capacidades militares y comenzó a ganar reconocimiento en la escena bélica.

Ascensos y primeros logros

El verdadero reconocimiento a su destreza militar llegó durante la Guerra de Independencia española, cuando O’Donnell jugó un papel clave en la defensa de la ciudad de Gerona entre 1808 y 1809. Fue en este momento cuando ascendió a brigadier en 1809, logrando un significativo avance en su carrera. En ese mismo año, y debido a sus esfuerzos en la resistencia contra las tropas napoleónicas, fue promovido a mariscal de campo. Durante este tiempo, O’Donnell mostró un gran valor, estrategia y liderazgo, características que lo llevarían a posiciones de mayor importancia dentro del ejército español.

Su papel en la guerra de Independencia

Participación en la defensa contra Napoleón

El conflicto más significativo de la época para Enrique O’Donnell fue, sin duda, la Guerra de Independencia Española. A partir de 1808, O’Donnell participó activamente en la lucha contra las tropas francesas, convirtiéndose en una pieza clave de la resistencia española. Durante la defensa de Gerona, sus acciones fueron determinantes para el mantenimiento de la moral y la organización de las fuerzas patriotas. Fue reconocido por sus hombres por su capacidad de liderazgo y su habilidad para mantener la disciplina bajo condiciones extremadamente difíciles.

En 1810, O’Donnell tomó la decisión de realizar una reforma en la estrategia de reclutamiento en Cataluña, implementando el sorteo como medio para alistar a nuevos soldados. Esta medida fue muy polémica, pero demostró la determinación del Conde de La Bisbal de hacer frente a la invasión con todos los recursos posibles. Su enfoque, aunque cuestionado por algunos, tuvo el objetivo de fortalecer las fuerzas patriotas para enfrentarse a los franceses, a quienes consideraba la mayor amenaza para la soberanía española.

Proclamas y escritos

Además de su capacidad militar, Enrique José O’Donnell se destacó como un escritor prolífico, utilizando la pluma para fortalecer la moral de las tropas y movilizar a la población en su lucha. Entre sus obras más destacadas se encuentran la Proclama a los catalanes y varios otros manifiestos como el Aviso de Tarragona, en el cual denunció el abuso de comerciantes que colaboraban con los enemigos.

En sus escritos, O’Donnell también abordó temas como la traición y desertores, enviando mensajes claros a la población española de que la unidad era esencial para derrotar a las fuerzas napoleónicas. Además, su Intimación al gobernador del castillo de Morella (1810) y su discurso en el Congreso provincial de Cataluña también reflejan sus esfuerzos por coordinar la defensa del territorio y organizar recursos para la guerra.

A lo largo de estos años, O’Donnell logró consolidarse como una figura clave no solo en el campo de batalla, sino también en la arena política, dado que sus escritos a menudo contenían propuestas para estructurar la defensa y la administración del país durante la guerra.

Ascenso en el ejército y complicaciones políticas

Campañas en el sur y la proclamación en Logroño

Con el paso de los años, el ascenso de Enrique José O’Donnell fue imparable. A medida que avanzaba en la Guerra de Independencia, su influencia se extendió más allá de las fronteras de Cataluña, llevando su capacidad de liderazgo a nuevas regiones del país. En octubre de 1811, fue nombrado general en jefe del ejército del Centro y de Andalucía, un cargo que le permitió consolidar su poder y demostrar su valía en nuevos frentes de combate.

Su gestión en el sur de España se destacó por su habilidad para organizar las fuerzas patriotas y coordinar los esfuerzos de resistencia. El 2 de mayo de 1814, O’Donnell proclamó desde Logroño su lealtad al rey Fernando VII en un momento de gran tensión, cuando la restauración del absolutismo se encontraba en el horizonte. Su proclama, que exaltaba al monarca y denunciaba a los «anarquistas», estaba dirigida a la consolidación de un orden absoluto en España frente a las fuerzas liberales que buscaban una Constitución más progresista.

Relación con Fernando VII y otros militares

A lo largo de este periodo, O’Donnell se mantuvo en una relación complicada con Fernando VII, quien, a pesar de ser un monarca absolutista, reconoció el liderazgo y las dotes estratégicas de O’Donnell. Este vínculo se formalizó cuando, en 1814, el rey le nombró capitán general de Andalucía y gobernador de Cádiz. Sin embargo, la situación política seguía siendo inestable. Las tensiones entre los absolutistas y los liberales seguían creciendo, y O’Donnell se vio atrapado en este conflicto.

En 1817, comenzó a relacionarse con Lacy, un militar que se oponía a las reformas liberales, aunque O’Donnell fue hábil en disimular sus simpatías hasta estar seguro de que el resultado de la destitución de Lacy no lo perjudicaría. En este contexto, O’Donnell trató de mantenerse en una posición de poder en la que pudiera manejar las complejas relaciones políticas de la época.

La Revolución Liberal y la reacción conservadora

La Constitución de Cádiz y su postura

El conflicto entre absolutistas y liberales en España alcanzó su punto máximo con la promulgación de la Constitución de Cádiz de 1812, un documento que buscaba establecer un sistema parlamentario más liberal. O’Donnell, aunque conservador, no era un enemigo absoluto de la idea de una reforma constitucional, pero consideraba que era necesario revisarla para que se ajustara a los intereses del monarca. En este sentido, su postura ante la Constitución fue ambigua: aunque no era un firme defensor de los principios liberales, tampoco se alineaba completamente con los sectores más radicales del absolutismo.

Durante este periodo, O’Donnell se vio atrapado entre ambos bandos. Por un lado, los liberales lo consideraban un enemigo, mientras que los absolutistas lo veían con desconfianza por sus inclinaciones hacia una posible reforma moderada. A raíz de esta situación, O’Donnell tuvo que maniobrar cuidadosamente, intentando equilibrar sus lealtades políticas sin arriesgar su posición.

Colaboración con los franceses y su huida

La situación de O’Donnell se volvió aún más tensa en 1820, cuando el general Riego proclamó la vuelta de la Constitución de 1812 y el inicio del Trienio Liberal. En lugar de apoyar la represión de la rebelión, O’Donnell prefirió proclamar la Constitución en Ocaña. Sin embargo, sus acciones le hicieron ganar enemigos tanto entre los liberales como entre los absolutistas, quienes temían su ambición y su capacidad para maniobrar en el escenario político.

El malestar generado por su postura política lo llevó a tomar la difícil decisión de abandonar España. Se exilió a Francia, donde, bajo la protección del príncipe Hohenlohe, O’Donnell pudo escapar de la persecución política que lo amenazaba. Durante su estancia en Francia, vivió en Limoges, donde se le concedió una pensión de 12.000 reales anuales.

Últimos años y muerte

Su vida en el exilio

Durante su exilio en Francia, O’Donnell vivió apartado de los acontecimientos políticos en España, aunque no dejó de estar en contacto con aquellos que aún luchaban por su causa. Recibió la noticia de que se había producido una amnistía en 1834, y que, en principio, esto le permitiría regresar a su país. Sin embargo, su retorno se vio marcado por una tragedia personal que lo afectó profundamente: el fusilamiento de su hijo primogénito, el capitán Leopoldo O’Donnell y Burgués, a manos de las tropas de Zumalacárregui.

Este doloroso suceso fue un golpe irreversible para O’Donnell, quien, al enterarse de la muerte de su hijo, sufrió un colapso físico y emocional. Apenas días después, el 17 de mayo de 1834, mientras se encontraba en camino hacia España, Enrique José O’Donnell falleció en Montpellier, Francia, dejando atrás una figura histórica compleja y llena de contradicciones.

La amnistía y su trágica muerte

La amnistía que O’Donnell había esperado con tanto anhelo llegó demasiado tarde. Su muerte prematura truncó cualquier posibilidad de reemergir en la política española del momento. O’Donnell, un hombre que había estado en el centro de la lucha por la independencia y la transformación política de España, murió sin poder disfrutar de la reconciliación con su patria.

Legado y distinciones

Condecoraciones y títulos

Enrique José O’Donnell fue una figura destacada no solo por su participación militar, sino también por las condecoraciones que recibió a lo largo de su vida. Fue distinguido con las grandes cruces de San Fernando, Carlos III e Isabel la Católica, lo que subraya su importancia dentro del ejército y la sociedad española de la época. A lo largo de su carrera, O’Donnell recibió una serie de títulos y honores por su valentía y servicio en la guerra.

La Cruz de La Bisbal

Uno de los legados más importantes que dejó O’Donnell fue la Cruz de La Bisbal, una condecoración que él mismo impulsó y que fue establecida el 2 de julio de 1817. Esta condecoración fue creada para premiar a aquellos que habían demostrado valentía y dedicación en la lucha por la independencia. La Cruz de La Bisbal se convirtió en un símbolo de honor y compromiso con la defensa de España, y es vista como uno de los más duraderos legados de O’Donnell.

Con la muerte de O’Donnell, España perdió una figura crucial en la lucha por su independencia y en la defensa de sus principios monárquicos. Aunque su vida estuvo marcada por la controversia y la inestabilidad política, su valentía en el campo de batalla y su legado en la historia militar española permanecen intactos.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Enrique José O’Donnell y Anethan (1776–1834): Militar y Político que Luchó por la Independencia de España". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/o-donnell-y-anethan-enrique-jose-conde-de-la-bisbal [consulta: 29 de septiembre de 2025].