Alonso López Cornejo (s. XVII-XVIII). El galenista sevillano que desafió a los novatores
La figura de Alonso López Cornejo emerge con fuerza en el panorama de la medicina española del siglo XVII, en un contexto marcado por intensas disputas entre la tradición galénica y los nuevos paradigmas de la ciencia médica. Reconocido como un defensor apasionado de la medicina tradicional frente a los embates de las ideas innovadoras, López Cornejo se erigió en uno de los exponentes más destacados de su tiempo en Sevilla, dejando un legado intelectual que aún hoy suscita interés en la historia de la medicina.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en el siglo XVII en España, Alonso López Cornejo vivió en una época en la que las universidades españolas eran centros de gran prestigio intelectual. Su formación en artes y medicina en la Universidad de Sevilla le permitió adquirir un sólido conocimiento de las doctrinas clásicas, las cuales defendió con vehemencia durante toda su carrera.
Durante las últimas décadas del siglo XVII, Sevilla se convirtió en un hervidero de debates científicos. Fue entonces cuando López Cornejo, ya jubilado de su cátedra universitaria, asumió la defensa de la medicina tradicional frente a las doctrinas emergentes que impulsaban los novatores. Estos últimos, encabezados por médicos como Salvador Leonardo de Flores (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/flores-salvador-leonardo), propugnaban una renovación del saber médico, cuestionando los principios galénicos que habían dominado durante siglos.
Logros y contribuciones
El momento de mayor proyección intelectual de López Cornejo se produjo en 1698, año en el que publicó su obra más emblemática: “Galeno ilustrado, Avicena explicado y Doctores Sevillanos defendidos”. Este tratado, escrito en respuesta a la aparición de un libro de Salvador Leonardo de Flores, constituyó una apasionada defensa de la medicina tradicional. Su objetivo era claro: refutar la nueva medicina con los postulados antiguos y demostrar que los avances modernos no eran más que un eco de conocimientos ya presentes en los textos clásicos.
En su obra, López Cornejo se mostró como un galenista moderado, similar en mentalidad a figuras como Gaspar Bravo de Sobremonte (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/bravo-de-sobremonte-ramirez-gaspar). A pesar de su férrea defensa de la tradición, no rechazó completamente los avances científicos de su época. Así, admitió la circulación de la sangre, pero subrayó que esta no era una novedad absoluta, sino una clarificación de un saber que ya había sido abordado por autores clásicos como Hipócrates (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hipocrates1) y Galeno. Según López Cornejo, Harvey (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/harvey-william), a quien se atribuye este descubrimiento, no había hecho sino aclarar un conocimiento preexistente.
Momentos clave de su trayectoria
El enfrentamiento entre López Cornejo y los novatores tuvo varios momentos de especial relevancia, los cuales marcaron el devenir de la medicina sevillana:
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1698: Publicación de su obra “Galeno ilustrado, Avicena explicado y Doctores Sevillanos defendidos”. Esta obra fue la piedra angular de su oposición a las nuevas corrientes médicas, sentando las bases de su legado intelectual.
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Respuestas y réplicas: Su tratado no quedó sin respuesta. Tres de los principales fundadores de la Regia Sociedad de Medicina de Sevilla –Salvador Leonardo de Flores, Juan Muñoz y Peralta (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/munnoz-y-peralta-juan) y Juan Ordóñez de la Barrera (https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ordonnez-de-la-barrera-juan)– publicaron textos para refutar las tesis de López Cornejo. Estos enfrentamientos reflejan la tensión entre el conocimiento universitario y las nuevas formas de validación profesional.
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Apertura a ciertos remedios químicos: Aunque rechazó la patología iatroquímica, López Cornejo admitió la utilización de ciertos remedios químicos en casos de “gran necesidad”, demostrando un enfoque pragmático que no era común en los más acérrimos tradicionalistas.
Ideas y postura frente a la medicina moderna
El pensamiento de López Cornejo puede considerarse un ejemplo de resistencia moderada ante los cambios que transformaban la ciencia médica. En su obra, argumentaba que los médicos antiguos –Hipócrates, Galeno, Avicena– no ignoraron los saberes modernos, sino que estos últimos se derivaban directamente de los clásicos. Su tesis central era que lo más valioso de la medicina contemporánea ya se encontraba, en germen, en las obras de los antiguos.
Este punto de vista no implicaba un rechazo absoluto a toda innovación. López Cornejo mostró interés en ciertos remedios químicos –como la quina– y prácticas anatómicas modernas, pero insistía en que su uso debía ser cauteloso y justificado. Su frase “pernicioso usar regularmente de los medicamentos espagíricos o químicos” revela la prudencia con la que abordaba los tratamientos químicos, especialmente aquellos basados en minerales y antimoniales.
Asimismo, su defensa de la infusión de la cascarilla, un remedio ya conocido por los galenistas españoles antes de que lo emplearan los autores modernos, pone de manifiesto su orgullo nacional y profesional.
Relevancia actual
El legado de Alonso López Cornejo ofrece una ventana única a los conflictos intelectuales de su tiempo. Su figura representa la tensión entre la tradición y la modernidad, un dilema que continúa siendo pertinente en el desarrollo de la ciencia. Hoy, el estudio de su obra permite comprender cómo la medicina española equilibró las aportaciones clásicas y las innovaciones modernas, adaptándose de manera paulatina a las corrientes científicas europeas.
Su trayectoria también ilustra la importancia de las universidades españolas como focos de debate intelectual. A través de la Universidad de Sevilla, López Cornejo encarnó la lucha por preservar un legado médico que, en su opinión, no debía ser sustituido sin una profunda reflexión.
Listado de momentos clave y contribuciones
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Publicación de la obra “Galeno ilustrado, Avicena explicado y Doctores Sevillanos defendidos” en 1698.
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Defensa de la medicina tradicional frente a los novatores sevillanos.
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Reconocimiento parcial de remedios químicos como la quina y la cascarilla.
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Aceptación de la circulación de la sangre como un saber antiguo aclarado por Harvey.
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Participación en las disputas intelectuales con Salvador Leonardo de Flores, Juan Muñoz y Peralta y Juan Ordóñez de la Barrera.
Vigencia de su pensamiento
Aunque los postulados de López Cornejo han quedado superados en muchos aspectos, su actitud crítica y su disposición a dialogar con ciertas innovaciones conservando la esencia de la tradición médica son valores que siguen inspirando a los historiadores de la medicina. Su obra constituye un valioso testimonio del pulso entre innovación y conservación que caracterizó a la ciencia médica de su tiempo.
Bibliografía
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Galeno ilustrado, Avicena explicado y Doctores Sevillanos defendidos… Sevilla, J. de la Puerta, 1698.
Estudios
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CHINCHILLA, A.: Anales históricos de la medicina en general y biográfico-bibliográficos de la española en particular. Valencia, Imprenta de López y Cía., 1841-1846, vol. II, pp. 479.
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HERNÁNDEZ MOREJÓN, A.: Historia bibliográfica de la medicina española, 7 vol., Vda. de Jordán e hijos, 1842-1852, vol. VI, pp. 217-220.
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LÓPEZ PIÑERO, José María: La introducción de la ciencia moderna en España, Barcelona, Ariel, 1969.
MCN Biografías, 2025. "Alonso López Cornejo (s. XVII-XVIII). El galenista sevillano que desafió a los novatores". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/lopez-cornejo-alonso [consulta: 13 de junio de 2025].