Muñoz y Peralta, Juan (ca. 1695-1746). El médico español que luchó por la renovación científica
Juan Muñoz y Peralta (ca. 1695-1746) fue un médico español nacido en Sevilla, cuyo legado perdura gracias a sus contribuciones significativas a la medicina y su activa participación en los movimientos científicos de su época. A lo largo de su vida, luchó contra las ideas médicas tradicionales para dar paso a un modelo más moderno, un proceso que no estuvo exento de controversias y enfrentamientos. Su obra dejó una huella importante en la historia de la medicina en España, sobre todo en el ámbito de los novatores, un grupo de médicos reformistas a los que se unió en su juventud.
Orígenes y contexto histórico
Juan Muñoz y Peralta nació en Sevilla alrededor de 1695 en una época marcada por intensas luchas políticas y sociales. Durante su juventud, España atravesaba un periodo de reformas impulsadas por los nuevos monarcas, Felipe V y los Borbones. En el campo de la medicina, este periodo coincidió con la disputa entre dos grandes corrientes: el galenismo tradicional, representado por los médicos conservadores, y el movimiento de los novatores, un grupo de médicos que luchaba por modernizar la medicina española y que defendía la renovación de las prácticas médicas.
Muñoz y Peralta estudió medicina en la Universidad de Sevilla, donde se formó y obtuvo su título. No contento con seguir las prácticas tradicionales, se alineó con los novatores, una corriente que representaba el cambio hacia una medicina más científica y experimental, y comenzó a participar activamente en debates médicos. Fue uno de los fundadores de la «Veneranda Tertulia Hispalense», un grupo de médicos y científicos reformistas que se reunían en su domicilio desde 1697 para discutir los avances científicos de la época.
La «Regia Sociedad de Medicina de Sevilla» y su influencia
La relevancia de Juan Muñoz y Peralta creció cuando, en mayo de 1700, como presidente de la «Veneranda Tertulia Hispalense», logró que se aprobaran las constituciones de la sociedad bajo el nombre de Regia Sociedad de Medicina de Sevilla. Este logro fue crucial, ya que permitió que el grupo de novatores tuviera un respaldo institucional. Posteriormente, en noviembre de 1701, consiguió que Felipe V, el recién proclamado rey, se erigiera como protector de la sociedad, lo que consolidó su influencia dentro de la Corte.
Gracias a su cercanía con la monarquía, Muñoz y Peralta fue nombrado médico de cámara del rey Felipe V, lo que le permitió adquirir una posición privilegiada en la corte. Junto a su amigo y consocio Diego Mateo Zapata, tuvo un papel fundamental en la transformación de la medicina en España. Ambos utilizaron su influencia en la Corte para promover los avances científicos y cuestionar las viejas tradiciones galénicas.
Logros y contribuciones
La figura de Juan Muñoz y Peralta destacó no solo por su apoyo a los novatores, sino también por su actividad escrita. A lo largo de su carrera, publicó cinco obras significativas, en las que defendió las ideas y avances de los reformistas frente a los ataques de los galenistas. Entre sus principales publicaciones destacan:
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Escrutinio phisico médico (1699): En esta obra, Muñoz y Peralta criticó duramente el ataque al uso de la quina que había realizado el catedrático de Salamanca José Colmenero, defensor de las ideas tradicionales.
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Residencia piadosa (ca. 1699): Esta obra fue una respuesta al libro de Alonso López Cornejo, otro defensor del galenismo, quien criticaba las ideas modernas del miembro de la «Veneranda Tertulia» Salvador Leonardo de Flores.
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Triumpho del antimonio (1702): En este libro, Muñoz y Peralta defendió el uso del antimonio en la medicina frente a las críticas de los galenistas, tomando partido por la obra de su amigo Diego Mateo Zapata, quien ya había publicado una defensa del uso de este compuesto.
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Contraconsulta (1706): En esta obra, Peralta respondió a un folleto anónimo que atacaba a uno de los miembros de la Regia Sociedad, ofreciendo una respuesta bien argumentada a las críticas que se vertían contra el grupo de los novatores.
Momentos clave
A lo largo de su vida, Muñoz y Peralta enfrentó varias adversidades, siendo la más significativa su proceso con la Inquisición. En 1718, fue acusado de judaizante debido a su origen judeoconverso, un hecho que no le impidió continuar su labor. La Inquisición lo procesó y encarceló, pero gracias a su destacada posición y el apoyo de sus aliados, logró salir de este conflicto. En 1724, la Inquisición reconoció que «la prisión y causa que contra él se siguió no le obsta para oficios públicos y de honra». Esta resolución le permitió continuar con su carrera, a pesar de las graves acusaciones en su contra.
La lucha contra el galenismo
El proceso judicial al que fue sometido Juan Muñoz y Peralta fue parte de una lucha mayor entre los defensores del galenismo tradicional y los novatores. Junto con Diego Mateo Zapata, Muñoz y Peralta formaba parte de la vanguardia que abogaba por una medicina más racional y empírica. Ambos médicos sufrieron las críticas de los galenistas, quienes defendían el uso de antiguos tratamientos y teorías que ya no estaban respaldadas por los avances científicos de la época. Sin embargo, gracias a su trabajo y su perseverancia, los novatores fueron finalmente reconocidos y sus propuestas comenzaron a asentarse en la medicina española.
Relevancia actual
A pesar de los obstáculos que enfrentó, el legado de Juan Muñoz y Peralta perdura. Hoy en día, es considerado una figura clave en la historia de la medicina en España y uno de los precursores de la modernización de la ciencia médica en el país. Su participación en la creación de la Regia Sociedad de Medicina de Sevilla y su lucha por la renovación médica siguen siendo reconocidas como puntos de inflexión en el desarrollo de la medicina moderna en España.
Gracias a su postura innovadora y sus escritos, Muñoz y Peralta contribuyó a la formación de una nueva generación de médicos más dispuestos a experimentar, investigar y cuestionar las viejas doctrinas. Su influencia puede verse no solo en la medicina, sino también en el impulso que dio a otras disciplinas científicas, como la química y la farmacología.
Su relación con personajes como Diego Mateo Zapata, su labor frente a la Inquisición y sus contribuciones literarias en defensa de los novatores han dejado una huella profunda que sigue siendo estudiada por historiadores y médicos. La medicina española, por su parte, se benefició enormemente de la lucha que él y sus colegas mantuvieron por cambiar los paradigmas establecidos.
Bibliografía
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Escrutinio phisico medico de un peregrino especifico de las calenturas interminantes, y otros achaques. Sevilla, J. de la Puerta, 1699.
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Residencia piadosa a la obra del Doctor Don Alonso López Cornejo. Córdoba, D. de Valverde y Leiva y A. Cortés de Ribera, s. a. (ca. 1699).
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Triumpho del antimonio. Córdoba, D. de Valverde y A. Cortés de Ribera, 1702.
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Respondese el segundo dialogo del medico anonimo que contra el papel de socio y del Doctor Don Pedro Navarrete. Forma con audacia e ignorancia. s. l., s. i., s. a. (ca. 1702).
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Contraconsulta a la consulta que el Doctor Don Miguel Metero Ximénez dio a luz. Córdoba, D. de Valverde y A. Cortés de Ribera, 1706.
MCN Biografías, 2025. "Muñoz y Peralta, Juan (ca. 1695-1746). El médico español que luchó por la renovación científica". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/munnoz-y-peralta-juan [consulta: 18 de octubre de 2025].