Grimaldi Pallavicini, Pablo Jerónimo. Marqués de Grimaldi (1706-1786). Un influyente diplomático al servicio de los Reyes de España

Pablo Jerónimo Grimaldi Pallavicini, Marqués de Grimaldi, es una de las figuras más notables del siglo XVIII en la historia diplomática de España. Nacido en Génova en 1706 y fallecido en la misma ciudad en 1786, este político y diplomático de origen italiano desempeñó un papel crucial en la política exterior de los reinos de Fernando VI y Carlos III. Con una carrera que abarcó más de cuatro décadas, Grimaldi fue un hombre clave en la historia de las relaciones internacionales de España, ejerciendo su influencia tanto en la corte de Madrid como en las principales capitales europeas. A lo largo de su vida, fue un fiel servidor de la monarquía española, trabajando incansablemente para consolidar la posición de España en un mundo europeo de constantes tensiones.

Orígenes y contexto histórico

Pablo Jerónimo Grimaldi nació en 1706 en Génova, Italia, dentro de una familia de alta alcurnia. Su padre, Francisco María Grimaldi, fue un diplomático y embajador extraordinario de Génova en España, lo que permitió al joven Pablo entrar en contacto con el mundo de la diplomacia a una edad temprana. En su juventud, Grimaldi inicialmente se inclinó por la carrera eclesiástica, pero abandonó esta vocación en 1746 para seguir los pasos de su padre y dedicarse a la diplomacia.

Su carrera internacional comenzó en un momento decisivo para Europa. En plena Guerra de Sucesión de Austria, Grimaldi fue enviado en secreto a Viena para mediar en la crisis que surgió entre Francia y España, dos naciones cuyo destino estaba ligado por alianzas estratégicas. En este periodo, también fue protegido de Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada, quien desempeñó un papel importante en su ascenso político. Grimaldi fue un hombre clave en las cortes de diversas naciones, incluidas Suecia, Parma y los Países Bajos, donde gozó de una gran estima y respeto.

Su carrera alcanzó un hito cuando fue nombrado embajador de España en la corte de Luis XV, rey de Francia, a principios de la década de 1760. En este cargo, Grimaldi firmó el Tercer Pacto de Familia el 15 de agosto de 1761 junto con Étienne François Choiseul, el primer ministro francés. Este pacto representaba una alianza defensiva entre España y Francia, principalmente dirigida contra Gran Bretaña, aunque fue una decisión controversial que a la larga resultó en la entrada de España en la Guerra de los Siete Años. A pesar de los elogios recibidos por parte de Carlos III, el pacto no fue favorable a los intereses españoles, ya que resultó en la pérdida de territorios y en un mayor compromiso con Francia.

Logros y contribuciones

Grimaldi no solo fue un diplomático destacado, sino también un hombre de gran influencia en la política interna de España. A partir de 1763, fue nombrado Secretario de Estado, un cargo que desempeñó hasta 1776. Durante su tiempo en esta posición, Grimaldi implementó varias reformas clave para mejorar la administración y la economía del país. Su visión de la política exterior se basó en un fuerte vínculo con Francia, lo que se reflejó en su defensa del pacto con Luis XV, así como en su enfoque moderado y reformista en la política interior.

Una de las principales contribuciones de Grimaldi en su rol de Secretario de Estado fue su proyecto de fiscalidad unificada, que buscaba armonizar los sistemas fiscales en todo el reino. Este proyecto reflejaba su deseo de modernizar la economía española y fomentar la creación de sociedades económicas que impulsaran el desarrollo del país. Además, se mostró como un reformista moderado que, aunque partidario de algunas reformas, también mantenía una actitud conservadora en cuanto a las estructuras tradicionales del poder.

Un momento significativo durante su ministerio fue el Motín de Esquilache en 1766, un levantamiento popular en Madrid que estuvo motivado por las reformas implementadas por Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, relacionadas con el uso de capas largas y sombreros en la vestimenta tradicional española. Durante este episodio, Grimaldi sufrió un atentado contra su casa y fue incluso amenazado por los manifestantes, quienes lo acusaban de ser extranjero y de estar al servicio de intereses ajenos a España. A pesar de esta creciente impopularidad, el rey Carlos III le mantuvo en el cargo, mientras que otros ministros, como Esquilache, fueron destituidos.

Momentos clave en su carrera

A lo largo de su carrera, Grimaldi estuvo involucrado en varios momentos clave de la historia de España y Europa, que marcaron tanto su vida como la de los reyes a los que sirvió. Entre los momentos más destacados de su carrera, se incluyen:

  • Tercer Pacto de Familia (15 de agosto de 1761): Grimaldi firmó este acuerdo con Étienne François Choiseul, en el cual se estableció una defensa mutua entre España y Francia.

  • Paz de París (10 de febrero de 1763): Como parte de la resolución de la Guerra de los Siete Años, Grimaldi negoció la devolución de los territorios de Cuba y Filipinas a España, además de la cesión de Luisiana por parte de Francia.

  • Expulsión de los jesuitas (1773): Grimaldi, junto con otros miembros del gobierno, participó activamente en la expulsión de los jesuitas de los dominios españoles, enviando al futuro José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca, como embajador a Roma para conseguir la supresión de la orden.

  • Enfrentamiento con el partido aragonés: Grimaldi tuvo una rivalidad política con Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda, que representaba los intereses del partido aragonés, lo que generó tensiones en la administración española.

Relevancia actual

El legado de Grimaldi sigue presente en la historia de la diplomacia española. Su papel como negociador en la Paz de París y su contribución a la política exterior española en una época de tensiones internacionales son ejemplos de su gran habilidad diplomática. Además, sus reformas en la administración pública dejaron una huella en el desarrollo de las estructuras de poder en España.

Aunque su figura fue objeto de crítica por algunos de sus contemporáneos, especialmente durante su mandato como Secretario de Estado, su habilidad para gestionar los asuntos internacionales y su capacidad para mantenerse en el poder durante años lo convierten en una figura relevante en la historia política española. Tras su dimisión en 1776, Grimaldi fue recompensado con el título de Marqués de Grimaldi y Grande de España por su fiel servicio a la monarquía.

Hoy en día, la figura de Pablo Jerónimo Grimaldi es recordada principalmente por su trabajo en la diplomacia y su servicio a los reyes Fernando VI y Carlos III, cuyas políticas transformaron a España en un actor importante en el escenario europeo.

Bibliografía

  • FERNÁNDEZ, R. Carlos III. (Madrid, Arlanza Ediciones: 2001).

  • Historia de España de Ramón Menéndez Pidal. Vol. XXIX-2: “La época de los primeros borbones: la nueva monarquía y su posición en Europa (1700-1759). (Madrid, Espasa-Calpe: 1987).

  • JURETSCHKE, H. “El Marqués de Grimaldi visto por los representantes diplomáticos de Viena, acreditados en la corte de Carlos III”, en Cuadernos de la Escuela Diplomática, 3 (1989) 65-82.

  • RODRÍGUEZ CASADO, V. La política y los políticos en el reinado de Carlos III. (Madrid, Rialp: 1962).

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Grimaldi Pallavicini, Pablo Jerónimo. Marqués de Grimaldi (1706-1786). Un influyente diplomático al servicio de los Reyes de España". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/grimaldi-pallavicini-pablo-jeronimo-marques-de-grimaldi [consulta: 18 de octubre de 2025].