Luis XV, Rey de Francia (1710-1774): El Bienamado y la decadencia de la monarquía francesa
Luis XV de Francia, conocido como «El Bienamado», fue uno de los monarcas más controvertidos de la historia de Francia. Nacido en Versalles en 1710 y fallecido en la misma ciudad en 1774, su reinado estuvo marcado por una serie de altibajos que terminaron por generar un descontento generalizado entre la población francesa. A lo largo de su reinado, Luis XV heredó tanto las grandes glorias como los profundos problemas dejados por su abuelo, Luis XIV, el Rey Sol, quien había gobernado durante más de 70 años. Sin embargo, a pesar de su apodo, la figura de Luis XV fue opacada por la falta de visión política, fracasos bélicos y una relación problemático con el pueblo, que sentía que la monarquía estaba alejada de sus necesidades.
Orígenes y contexto histórico
Luis XV fue proclamado rey de Francia a una edad temprana, tras la muerte de Luis XIV en 1715, cuando él apenas tenía cinco años. Este evento abrió una nueva etapa para la monarquía francesa, pero también introdujo una serie de complicaciones que marcarían su reinado. Debido a su minoría de edad, se formó un Consejo de Regencia, presidido por Felipe, duque de Orleans, quien asumió el control del reino durante los primeros años de la vida de Luis XV. La regencia estuvo marcada por la crisis económica heredada del gobierno de Luis XIV, lo que complicó aún más la situación en la que el joven monarca fue llamado a gobernar.
El contexto de su ascensión al trono estuvo cargado de incertidumbre. El reino de Francia estaba aquejado por problemas fiscales graves, y la gestión de Felipe, duque de Orleans no fue suficiente para resolver los problemas económicos del país. La política de reformas económicas de John Law, quien asumió el cargo de controlador general de las finanzas, fracasó rotundamente y tuvo consecuencias devastadoras para la economía francesa.
En 1723, a los 13 años, Luis XV fue declarado mayor de edad, pero no asumió el control pleno del gobierno hasta 1743, cuando el cardenal Fleury dejó de ejercer como su principal consejero. Sin embargo, incluso entonces, Luis XV prefirió delegar las tareas de gobierno en una serie de ministros, lo que debilitó su autoridad y favoreció la división de poder dentro de la corte.
Logros y contribuciones
A pesar de su falta de interés inicial en los asuntos del reino, Luis XV vivió una serie de momentos clave que definieron su largo reinado. Durante el periodo de gobierno del cardenal Fleury, el monarca fue testigo de algunas reformas económicas que mejoraron temporalmente la situación de la Hacienda Real. Fleury logró estabilizar la moneda y poner en marcha medidas que mejoraron las arcas del Estado. Además, la gestión de Jean Orry, quien se encargó de las finanzas antes de Fleury, contribuyó positivamente a la recuperación de las finanzas francesas. No obstante, estos logros fueron efímeros, pues los problemas económicos y las disputas internas no tardaron en resurgir.
En lo que respecta a la política exterior, uno de los primeros éxitos de Luis XV fue la consolidación de la alianza con Polonia a través del matrimonio con María Leszczynska, hija de Estanislao I, quien fue rey de Polonia. La unión dinástica fue significativa en términos diplomáticos y permitió una alianza con los países del este de Europa, aunque los eventos bélicos subsiguientes pondrían a prueba esta estabilidad.
Lista de eventos claves durante el reinado de Luis XV:
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Matrimonio con María Leszczynska (1725): Consolidación de la alianza con Polonia.
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Reformas económicas de Fleury (1743-1754): Estabilización de la moneda y saneamiento de las finanzas del reino.
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Guerras de Sucesión: Participación en la Guerra de Sucesión Austriaca (1740-1748) y en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), que resultaron en grandes pérdidas para Francia.
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Expansión territorial: Durante su reinado, Francia perdió importantes territorios en Norteamérica y la India tras la derrota en la Guerra de los Siete Años.
Momentos clave
A lo largo de su reinado, Luis XV estuvo rodeado de escándalos, reformas fracasadas y fricciones con la nobleza, pero también de ciertas medidas que intentaron modernizar el reino. Uno de los momentos más significativos de su reinado fue la ruptura con su esposa, María Leszczynska, a partir de 1737. Esta situación, junto con su relación con varias amantes, como la famosa Marquesa de Pompadour y la Condesa de Du Barry, exacerbó las críticas contra el rey y le otorgó una imagen de monarca desinteresado en los problemas del pueblo.
Las amantes de Luis XV no solo fueron figuras polémicas en la corte, sino que también ejercieron gran poder en la política de la época. La Marquesa de Pompadour, en particular, jugó un rol destacado durante muchos años, influyendo en las decisiones del rey y convirtiéndose en una de las figuras más conocidas de la corte. Sin embargo, este lujo desmesurado y las intrigas cortesanas generaron un profundo descontento entre la población, que veía cómo los problemas de Francia se agraviaban mientras la Corte disfrutaba de lujos innecesarios.
La decadencia de la monarquía
Uno de los aspectos más oscuros del reinado de Luis XV fue su creciente impopularidad. A medida que su reinado avanzaba, el rey se aisló más de los problemas del reino y delegó gran parte del poder en ministros y cortesanos. En 1771, Luis XV emprendió una serie de medidas autoritarias, entre ellas el destierro de los parlamentarios, lo que dejó claro su despotismo. Este hecho reflejó la creciente frustración del rey con los sectores de poder en el reino, así como su incapacidad para abordar las reformas fiscales y sociales necesarias para salvar a Francia de la crisis económica.
Luis XV también estuvo marcado por la falta de reformas profundas. A pesar de la necesidad urgente de reformas fiscales y políticas, el rey no logró superar la oposición de la nobleza y los grandes intereses del reino. Este estancamiento en la modernización del país dejó una Francia profundamente desigual y vulnerable a los cambios sociales y políticos que, a la postre, desembocarían en la Revolución Francesa.
Relevancia actual
La figura de Luis XV sigue siendo un ejemplo paradigmático de cómo un monarca puede caer en la irrelevancia y en el desprestigio si no logra adaptarse a las necesidades de su tiempo. Su reinado fue, en muchos aspectos, una etapa intermedia entre el esplendor de Luis XIV y la tragedia de Luis XVI, cuyo reinado culminaría con la Revolución Francesa.
Aunque fue apodado «El Bienamado» en su juventud, la posterior percepción de su gobierno fue la de un rey débil, indeciso y desconectado de las realidades de su pueblo. Las decisiones equivocadas en política exterior, como la participación en la Guerra de los Siete Años, y la falta de reformas internas fueron factores decisivos que contribuyeron al desprestigio de la monarquía.
Al final de su vida, Luis XV entregó el poder a un triunvirato formado por Maupeou, Terray y d’Aiguillon, quienes continuaron una política de despotismo económico que no logró mejorar la situación de Francia. Luis XV falleció en 1774, dejando como heredero a su nieto, Luis XVI, quien se enfrentaría a desafíos aún mayores y cuyo reinado culminaría en el colapso de la monarquía francesa.
MCN Biografías, 2025. "Luis XV, Rey de Francia (1710-1774): El Bienamado y la decadencia de la monarquía francesa". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/luis-xv-rey-de-francia [consulta: 15 de octubre de 2025].