García Goyena, Florencio (1783-1855). El jurista que dejó huella en la legislación española
Florencio García Goyena (1783-1855) fue una de las figuras más destacadas del derecho y la política española en el siglo XIX. Su influencia abarcó una amplia variedad de ámbitos, desde la política hasta la codificación del Derecho español, dejando una huella indeleble en la historia de la legislación española. Este jurista y político navarro se destacó no solo por sus habilidades legales, sino también por su capacidad para navegar en las turbulentas aguas de la política en una época convulsa para España. A lo largo de su carrera, ocupó puestos clave en la administración, se exilió debido a las tensiones políticas y jugó un papel esencial en la creación del Código Civil español.
Orígenes y contexto histórico
Florencio García Goyena nació en Tafalla, Navarra, en 1783. Su formación académica se llevó a cabo en las universidades de Salamanca y Madrid, donde se preparó para desempeñar un papel crucial en el sistema jurídico y político español. A comienzos del siglo XIX, España atravesaba una serie de cambios profundos, marcados por las invasiones napoleónicas y la posterior restauración del absolutismo con Fernando VII. Fue en este contexto de inestabilidad que García Goyena comenzó a construir su carrera.
En 1816, García Goyena ocupó un puesto clave en la administración navarra, siendo designado como síndico-consultor en las Cortes y la Diputación de Navarra. Sin embargo, el regreso del absolutismo con Fernando VII, quien restauró el régimen autoritario tras la breve experiencia constitucional de 1820, cambió drásticamente el panorama político. Esta restauración llevó a García Goyena al exilio en Francia, donde permanecería hasta la muerte del rey. El exilio fue una etapa dolorosa en la vida del jurista, pero también fue una oportunidad para consolidar su pensamiento y tomar distancia de las políticas absolutistas.
Logros y contribuciones
El regreso a España y la carrera política
Tras la muerte de Fernando VII en 1833, García Goyena regresó a España y comenzó a desempeñar diversos cargos en la administración. En 1834, fue nombrado fiscal de lo criminal en Burgos, y poco después fue elegido Comisario Real en Navarra, aunque no pudo ejercer este cargo debido a la oposición del general en jefe del Ejército del Norte. A lo largo de su carrera, ocupó varios cargos importantes en la administración de distintos territorios, como corregidor en Guipúzcoa y jefe político en Navarra.
Uno de los momentos más significativos de su carrera política ocurrió en 1847, cuando García Goyena fue nombrado presidente del gobierno en un contexto de gran agitación política. A pesar de las dificultades, su gobierno se destacó por su intento de amnistiar a muchos de los exiliados políticos, una medida que reflejaba su deseo de pacificar el país. Sin embargo, su mandato fue breve, solo 22 días, ya que fue destituido por la reina Isabel II, a instancias de los conspiradores políticos como Narváez y Serrano.
La codificación del Derecho español
Además de su labor política, García Goyena fue una figura crucial en la codificación del Derecho en España. En 1843, fue nombrado vicepresidente de la Comisión General de Codificación, creada para reformar el Derecho español. Esta comisión fue clave en la creación del Código Civil de 1851, uno de los pilares fundamentales de la legislación española moderna. García Goyena fue uno de los grandes responsables de la redacción de este código, especialmente en las áreas de las obligaciones, los contratos y las herencias.
A pesar de su participación en la codificación, García Goyena no estaba completamente a favor de la creación de códigos civiles y penales en un momento tan inestable para el país. En sus prólogos a las obras Febrero y Código Criminal, García Goyena argumentó que la codificación debería retrasarse hasta que España alcanzara una mayor estabilidad política. A pesar de sus reservas, su papel en la redacción del Código Civil sigue siendo una de sus contribuciones más duraderas al derecho español.
Enemigo de las teorías abstractas y defensor del derecho positivo
Una de las características más notables de García Goyena como jurista fue su oposición a las teorías abstractas. En lugar de seguir modas jurídicas sin aplicación práctica, él se centró en el derecho positivo, que consideraba más adecuado para las necesidades de la sociedad contemporánea. Además, se mostró reacio a las innovaciones legales que no tuvieran un impacto inmediato y positivo en la vida de las personas.
En cuanto a los derechos individuales, García Goyena era un firme defensor de la libertad y la propiedad, pero restringía estos derechos frente a derechos reales como los censos o los foros. En el ámbito penal, se alineaba con las teorías de Blackstone y defendió, por ejemplo, la eximente de delito en casos de hurto por causa de hambre. También se mostró contrario a la instauración de un jurado popular, una propuesta que en su opinión no era adecuada para la situación política y social de España.
Momentos clave
La vida de García Goyena estuvo marcada por numerosos momentos clave que reflejan su influencia en la política y el derecho español:
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1816: Nombramiento como síndico-consultor en las Cortes y Diputación de Navarra.
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1820-1823: Exilio en Francia tras la restauración absolutista de Fernando VII.
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1834: Designación como fiscal de lo criminal en Burgos.
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1835: Nombramiento como gobernador de Zaragoza, aunque no pudo asumir el cargo debido a la oposición local.
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1847: Breve presidencia del gobierno, que duró solo 22 días.
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1843: Ingreso en la Comisión General de Codificación, en la que desempeñó un papel crucial en la redacción del Código Civil.
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1851: Participación en la creación del Código Civil, conocido también como el «Código García Goyena».
Relevancia actual
La figura de García Goyena sigue siendo relevante en el contexto del Derecho español. Su trabajo en la codificación del Derecho Civil y su enfoque pragmático hacia el derecho positivo siguen siendo fundamentales para el entendimiento de la evolución jurídica en España. Aunque sus opiniones sobre la codificación penal y civil eran conservadoras y reacias a la innovación, su participación en la creación de un Código Civil unificado para España ha tenido un impacto duradero.
A pesar de las dificultades políticas y los desafíos que enfrentó durante su carrera, García Goyena fue un defensor del orden y la estabilidad en un país convulsionado por luchas políticas y sociales. Su legado como jurista y político sigue siendo una referencia para aquellos interesados en la historia del Derecho en España.
García Goyena murió en 1855, pero su influencia perdura, no solo en la legislación española, sino también en la forma en que entendemos el papel del derecho en una sociedad en constante cambio. Su vida y obra siguen siendo estudiadas por juristas y políticos que buscan comprender mejor la evolución del Derecho en España y la importancia de las reformas legales en momentos de crisis.
MCN Biografías, 2025. "García Goyena, Florencio (1783-1855). El jurista que dejó huella en la legislación española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/garcia-goyena-florencio [consulta: 29 de septiembre de 2025].