Fernández de Velasco, Bernardino (1783-1851). El noble diplomático y literato español que destacó en tiempos turbulentos

Fernández de Velasco, Bernardino (1783-1851). El noble diplomático y literato español que destacó en tiempos turbulentos

Bernardino Fernández de Velasco, un destacado político, literato y diplomático español nacido en Madrid el 20 de junio de 1783 y fallecido en la misma ciudad el 28 de mayo de 1851, dejó una profunda huella en la historia de España. Miembro de una de las familias más importantes de la nobleza española, Fernández de Velasco fue duque de Frías y de Uceda, marqués de Villena y conde de Haro. A lo largo de su vida, desempeñó un papel clave en los eventos políticos, sociales y culturales de su tiempo, destacándose tanto por sus contribuciones literarias como por su implicación en las luchas políticas y militares de la España de su época.

Orígenes y contexto histórico

Fernández de Velasco nació en una época de profundas convulsiones en España, marcada por la invasión napoleónica y los cambios en la estructura política del país. A pesar de su origen noble, sus primeros años estuvieron marcados por la guerra y los enfrentamientos ideológicos que sacudían la nación. Fue criado en un ambiente intelectual, siendo asiduo de la tertulia de la Fontana de Oro, un lugar de encuentro para destacados literatos y políticos de la época. Este entorno le permitió conocer de cerca a figuras influyentes como Juan Nicasio Gallego, quien sería su amigo cercano y cuya influencia fue importante en su desarrollo literario.

A una edad temprana, Fernández de Velasco se inclinó por las letras, y en 1802 ingresó en la Academia Española, destacando con la lectura de una oda dedicada a Enrique Pestalozzi. Este acto de reconocimiento público le abrió las puertas de las altas esferas culturales, y su obra pasó a ser apreciada por intelectuales de la talla de Quintana, Moratín, y Arriaza, quienes reconocieron su talento poético y su capacidad para plasmar los sentimientos y tensiones de la sociedad española.

Logros y contribuciones

La carrera de Bernardino Fernández de Velasco estuvo marcada por sus logros tanto en el ámbito literario como en el político y militar. A pesar de ser aristócrata, se volcó en la defensa de la libertad y de la causa patriota cuando las tropas francesas invadieron España. Su apoyo al levantamiento del 2 de mayo de 1808 y su participación en la lucha contra la ocupación francesa le valieron la condecoración con la medalla de San Fernando, una de las distinciones más altas en España en aquella época.

Durante los años de la Guerra de Independencia, Fernández de Velasco demostró un compromiso inquebrantable con la causa patriota, contraviniendo la postura de su propio padre, que apoyaba al rey intruso. Su valor y su destreza militar fueron reconocidos en múltiples ocasiones, y en 1811 decidió marchar a Cádiz para recuperarse de las secuelas de la guerra. Solo regresó a Madrid cuando Fernando VII fue restablecido en el trono.

En la década de 1820, Fernández de Velasco comenzó a tomar un papel más activo en la política española. A pesar de su lealtad al rey, su ideología liberal, que nunca ocultó, lo puso en desacuerdo con el monarca, quien comenzó a mirarlo con recelo. Este periodo de tensión política culminó con su exilio a Londres, donde representó a España en el contexto internacional y se mantuvo activo en las luchas políticas y sociales de la época. Tras el restablecimiento del absolutismo, se vio obligado a refugiarse en Barcelona y, posteriormente, en Francia, junto a su amigo Juan Nicasio Gallego.

Momentos clave

A lo largo de su vida, Fernández de Velasco vivió una serie de momentos decisivos que marcaron tanto su carrera como su vida personal. Algunos de estos eventos incluyen:

  • La Guerra de Independencia (1808-1814): Fernández de Velasco participó activamente en la lucha contra las tropas francesas, destacando por su valentía y habilidad en las artes militares.

  • Exilio en Londres (1820-1823): Durante el periodo constitucional, Fernández de Velasco fue enviado a Londres como representante de España, pero fue forzado al exilio cuando el absolutismo fue restaurado.

  • Regreso a Madrid (1828): Tras la muerte de su segunda esposa, Fernández de Velasco regresó a Madrid, donde comenzó su etapa más fructífera como poeta lírico.

  • Participación en la política del reinado de Isabel II (1833): Tras la muerte de Fernando VII, Fernández de Velasco fue uno de los principales defensores de Isabel II y participó activamente en las negociaciones internacionales de la Cuádruple Alianza.

  • Intentos de formar gobierno (1838): En 1838, Fernández de Velasco fue encargado de formar un gobierno junto a Espartero y Narváez, aunque las diferencias entre ambos le llevaron a dimitir poco después.

A lo largo de su vida, también fue presidente de la Sociedad Patriótica en Londres y de la Diputación de la Sociedad Económica de Burgos en Madrid. Además, recibió importantes distinciones, como la Gran Cruz de Carlos III, en reconocimiento a sus méritos como diplomático y literato.

Relevancia actual

Hoy en día, Bernardino Fernández de Velasco es recordado principalmente por su legado literario y político. Su obra literaria, aunque en su mayoría refleja el tono melancólico y reflexivo de la época, sigue siendo apreciada por su calidad lírica y su capacidad para expresar los sentimientos y conflictos personales de su tiempo.

Obras como la elegía «A la temprana muerte del duque de Fernandina» y la oda «A la muerte de Felipe II» son ejemplos de su destreza poética, aunque algunas de sus composiciones, como El llanto conyugal y A la muerte del general Zayas, se ven opacadas por un exceso de descripciones que pueden resultar tediosas para el lector moderno. Su estilo dramático, como se puede ver en la leyenda Don Juan Lanuza, se encuentra enraizado en el romanticismo español más tradicionalista, lo que le confiere una relevancia particular para los estudios de la literatura romántica en España.

La publicación póstuma de sus Obras poéticas en 1857, editada por la Real Academia Española, ha asegurado que su legado literario siga presente, siendo apreciado por los estudiosos de la literatura española. A través de esta obra, y del prólogo de Francisco de Paula Martínez de la Rosa, se revela la importancia de Fernández de Velasco no solo como poeta, sino también como un personaje comprometido con los valores y los cambios de su tiempo.

En la política, su influencia fue fundamental durante los momentos clave de la restauración absolutista y las luchas dinásticas en España. Como uno de los defensores más activos de la causa isabelina, jugó un papel crucial en las negociaciones internacionales que dieron forma a la política española del siglo XIX.

Bernardino Fernández de Velasco, con su vida llena de contrastes y su extensa obra, sigue siendo una figura clave para entender las complejidades de la España del siglo XIX, tanto desde el punto de vista literario como político.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Fernández de Velasco, Bernardino (1783-1851). El noble diplomático y literato español que destacó en tiempos turbulentos". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/fernandez-de-velasco-bernardino-de [consulta: 3 de octubre de 2025].