Carlos María de Alvear (1789-1852). El controvertido militar y político que marcó el rumbo de la independencia argentina

Carlos María de Alvear fue una figura central en la primera etapa de la historia independiente de Argentina. Militar de carrera, político de ideas firmes y diplomático de amplio recorrido, su legado está marcado tanto por sus contribuciones decisivas al proceso de emancipación como por las polémicas que rodearon su estilo de liderazgo. Su vida resume buena parte de las tensiones que marcaron el surgimiento del nuevo Estado argentino.

Orígenes y contexto histórico

Carlos María de Alvear nació el 25 de octubre de 1789 en Santo Ángel Custodio, una de las antiguas Misiones Orientales, territorio entonces perteneciente al Virreinato del Río de la Plata. Su familia formaba parte de una élite criolla con vínculos estrechos con los centros de poder de Buenos Aires. A la edad de trece años, ingresó en el Regimiento de Infantería de Buenos Aires, comenzando una carrera militar que lo llevaría a desempeñar un papel protagónico en los momentos fundacionales de la nación argentina.

En 1802, con apenas catorce años, partió junto a su familia rumbo a España. En su travesía fueron interceptados por naves británicas en la bahía de Cádiz, siendo capturados y conducidos a Londres. Esta experiencia marcó profundamente su vida, ya que fue en Europa donde Alvear se formó militar y políticamente, y donde se empapó de las ideas revolucionarias que ya comenzaban a circular en el continente.

Durante su estancia en la península ibérica se formó en las filas del ejército español, ascendiendo al grado de alférez de carabineros. Más adelante, en 1811, se estableció en Londres, donde estableció contacto con las logias masónicas que promovían activamente la emancipación de las colonias hispanoamericanas. Fue en este contexto donde conoció a San Martín, con quien compartió el ideal de independencia.

Logros y contribuciones

El regreso de Carlos María de Alvear a Buenos Aires en 1812, junto a un grupo de militares ilustrados como San Martín, marcó el inicio de una etapa decisiva para la política argentina. Ese mismo año, fundaron la Logia Lautaro, una sociedad secreta que tuvo un papel fundamental en la organización política y militar de la lucha independentista.

Uno de los grandes logros de Alvear fue su papel en la conformación de la Asamblea del Año XIII, que presidió, con el objetivo de dotar de una estructura institucional al nuevo Estado. Aunque esta Asamblea no logró declarar formalmente la independencia, sentó las bases para el posterior Directorio, una forma centralizada de gobierno que buscaba organizar el poder político en un país aún fracturado por tensiones internas.

Designado como jefe del Ejército del Alto Perú, Alvear no logró asumir ese cargo debido al rechazo que encontró entre sus tropas. No obstante, en 1815 fue elegido Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el máximo cargo ejecutivo del momento. Su gobierno, sin embargo, fue breve y turbulento.

Lista de cargos y roles destacados de Carlos María de Alvear:

  • Presidente de la Asamblea del Año XIII

  • Jefe del Ejército designado para el Alto Perú (1815)

  • Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1815)

  • Ministro Plenipotenciario en Londres (1824)

  • Ministro de Guerra del gobierno de Rivadavia

  • Jefe del Ejército en la guerra contra Brasil

  • Ministro Plenipotenciario en Estados Unidos, designado por Juan Manuel de Rosas

Momentos clave

La carrera política y militar de Alvear está llena de episodios críticos que marcaron el devenir de la nación:

1812: Fundación de la Logia Lautaro

Alvear y San Martín lideraron un movimiento para impulsar la independencia, reclutando a intelectuales y militares decididos a romper con el dominio español.

1813: Presidencia de la Asamblea del Año XIII

Durante su mandato se abolieron títulos nobiliarios y se establecieron importantes principios de igualdad jurídica, aunque la independencia formal no fue proclamada.

1815: Director Supremo

Con tan solo 26 años, asumió el mando supremo del país. Su breve mandato se caracterizó por un autoritarismo marcado, lo que le valió una fuerte oposición. Fue derrocado tras apenas tres meses y obligado a exiliarse en Brasil.

1827: Batalla de Ituzaingó

Como jefe del Ejército en la guerra contra Brasil, condujo a las fuerzas argentinas a la victoria en Ituzaingó, uno de los triunfos más resonantes de la historia militar del país.

1838: Enviado diplomático a Estados Unidos

Su nombramiento por Rosas como ministro plenipotenciario consolidó su rol como diplomático de alto perfil, en una etapa en la que Argentina buscaba afirmarse en el concierto internacional.

Relevancia actual

La figura de Carlos María de Alvear continúa siendo objeto de análisis y controversia entre historiadores argentinos. Por un lado, se reconoce su papel fundamental en la organización institucional del país durante sus primeras décadas de vida independiente. Su participación en la Asamblea del Año XIII, su impulso a la creación del Directorio y su rol en la diplomacia internacional reflejan su influencia en la definición del perfil político del nuevo Estado.

Sin embargo, su gobierno como Director Supremo también ha sido duramente criticado por su carácter autoritario. Su breve mandato estuvo marcado por la persecución política de adversarios, la centralización extrema del poder y decisiones que generaron profundas divisiones internas. Estas tensiones se prolongaron a lo largo del siglo XIX, manifestándose en las luchas entre unitarios y federales, una grieta política de la que Alvear fue uno de los precursores.

La victoria en Ituzaingó, por otro lado, es uno de los legados más celebrados de su carrera, posicionándolo como un estratega militar eficaz en uno de los conflictos más importantes del siglo XIX entre Argentina y Brasil. Su actuación en ese campo contrasta con las debilidades de su gestión política, ofreciendo una imagen compleja y multifacética de un hombre profundamente implicado en la construcción nacional.

Además, su legado se proyectó en generaciones posteriores, ya que su hijo, Carlos Pellegrini, también ocuparía cargos de relevancia, incluyendo la presidencia de la Nación Argentina, consolidando así una dinastía política que atravesó el siglo.

Un personaje complejo en un tiempo convulso

La vida de Carlos María de Alvear es el reflejo de una época marcada por la lucha por la independencia, las tensiones entre proyectos políticos antagónicos y el desafío de construir una nación desde los escombros del orden colonial. Su trayectoria lo coloca entre los grandes protagonistas de la historia argentina, aunque no exento de polémicas y contradicciones.

Militar, diplomático, legislador y gobernante, Alvear encarnó las aspiraciones y los errores de una generación que soñó con un país libre, pero que también cometió excesos en nombre de ese ideal. Su historia es, por tanto, indispensable para comprender los primeros pasos de la Argentina como nación soberana.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Carlos María de Alvear (1789-1852). El controvertido militar y político que marcó el rumbo de la independencia argentina". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/alvear-carlos-maria-de [consulta: 26 de septiembre de 2025].