Daniel Viglietti (1939-2017). La voz y la guitarra que unió a América Latina en la lucha por la libertad

Daniel Viglietti (1939-2017). La voz y la guitarra que unió a América Latina en la lucha por la libertad

Daniel Viglietti, nacido el 24 de julio de 1939 en Montevideo, Uruguay, y fallecido en la misma ciudad el 30 de octubre de 2017, fue uno de los más grandes exponentes de la música popular latinoamericana. Su voz y su guitarra se convirtieron en símbolos de resistencia en un momento histórico donde la dictadura y la represión acechaban a los pueblos del continente. A lo largo de su vida, Viglietti dejó una huella indeleble, tanto por su talento musical como por su compromiso político y social.

Orígenes y contexto histórico

Desde su infancia, Daniel Viglietti estuvo inmerso en un entorno musical que influyó profundamente en su carrera. Hijo de César Viglietti, guitarrista y estudioso del folklore, y Lyda Indart, pianista, Daniel creció rodeado de sonidos y tradiciones que marcaron su vida. Su tío, además, era pianista en clubes nocturnos, lo que consolidó aún más su relación con la música desde una edad temprana.

A lo largo de su formación, Viglietti estudió guitarra con dos grandes maestros de la música uruguaya: Atilio Rapat y Abel Carlevaro. Con ellos, absorbió las dos principales escuelas guitarrísticas del país, lo que le permitió desarrollar una técnica única que fusionaba lo académico con lo popular. Sin embargo, su verdadera vocación no se limitó solo a la música clásica; se inclinó hacia el folklore, convirtiéndose en una figura clave dentro de la renovación musical del Uruguay.

A comienzos de los años 60, Viglietti empezó a integrarse en el movimiento musical de su país, colaborando con artistas como Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños y José Carbajal, quienes compartían su visión de un folklore renovado y más comprometido con las realidades sociales y políticas de la época. Durante esos años, la «Canción Protesta» comenzó a tomar forma en Uruguay, y Daniel Viglietti se convirtió en uno de sus máximos exponentes.

Logros y contribuciones

La música como protesta

Las canciones de Daniel Viglietti siempre estuvieron cargadas de un profundo contenido social y político. Su estilo se caracteriza por la fusión de la música popular con una postura crítica hacia las injusticias sociales, la opresión y las dictaduras que marcaron la historia de América Latina. A través de sus letras, se mostró como una voz de los más desfavorecidos y los luchadores sociales.

En 1968, publicó el disco Canciones para el hombre nuevo, una obra clave en su carrera, que marcó el inicio de su consolidación como referente de la canción de protesta. En este disco, reflejó su admiración tanto por Igor Stravinski como por el argentino Atahualpa Yupanqui, destacando que no existían fronteras entre diferentes tradiciones musicales, una postura que siempre caracterizó su visión artística: «No existen fronteras valorativas entre ambos», afirmó Viglietti en una nota aclaratoria sobre su trabajo.

La trayectoria discográfica

Su primer álbum, Impresiones para canto y guitarra y canciones folklóricas (1963), fue un éxito en Uruguay, obteniendo el Premio del Círculo de la Crítica del Disco. A partir de ahí, su carrera se consolidó con discos como Hombres de nuestra tierra (1964), Canciones para el hombre nuevo (1968), Canto libre (1969), y Canciones chuecas (1971), entre otros. Estos trabajos le dieron un lugar destacado en la música latinoamericana, y su influencia se extendió más allá de las fronteras de Uruguay, alcanzando países como Argentina, Chile y Cuba.

El impacto de sus composiciones también trascendió los límites del continente americano. En 1968, obtuvo el Gran Premio de la Academia Charles Cros en Francia, un reconocimiento internacional que consolidó su posición como uno de los artistas más importantes de la música popular mundial. Sin embargo, su creciente notoriedad en el escenario internacional no fue bien recibida por la dictadura uruguaya, que comenzó a censurar sus canciones en los medios de comunicación.

La represión y el exilio

En 1972, debido a la creciente represión en Uruguay, Viglietti fue encarcelado. Sin embargo, su encarcelamiento provocó una campaña internacional por su liberación, respaldada por personalidades como Miguel Ángel Asturias, François Mitterrand y Jean Paul Sartre, entre otros. La presión internacional resultó en su liberación, pero el clima de persecución en su país lo obligó a exiliarse en Argentina en 1973.

Desde su exilio, Daniel continuó con su lucha a través de la música. En 1973, participó en la Fête de l’Humanité en París, y desde allí emprendió una serie de giras internacionales que lo llevaron a Europa, América Latina, Norteamérica, África y Australia. Durante estos años, Viglietti se mantuvo firme en su denuncia contra la dictadura uruguaya y se convirtió en una figura de referencia dentro de los festivales y encuentros de la Nueva Canción Latinoamericana.

Momentos clave

  • 1963: Publica su primer álbum Impresiones para canto y guitarra y canciones folklóricas, obteniendo el Premio del Círculo de la Crítica del Disco en Uruguay.

  • 1968: Lanza el disco Canciones para el hombre nuevo y recibe el Gran Premio de la Academia Charles Cros en Francia.

  • 1972: Es encarcelado por la dictadura uruguaya, pero una campaña internacional logra su liberación.

  • 1973: Comienza su exilio en Argentina y participa en la Fête de l’Humanité en París.

  • 1984: Regresa a Uruguay, donde es recibido por miles de ciudadanos.

  • 1995: Recibe el Premio Juan José Morosoli en la categoría Música Popular.

Relevancia actual

Daniel Viglietti dejó un legado musical que sigue siendo relevante en la actualidad. Su obra ha sido interpretada por destacados artistas internacionales como Soledad Bravo, Víctor Jara, Mercedes Sosa, Chavela Vargas y Joan Manuel Serrat, entre otros. Además, su participación en festivales de gran renombre, como el Festival de la Canción Protesta en Cuba (1967), el Festival Rote Lieder en la República Democrática Alemana (1974 y 1980) y el Festival de la Canción del Teatro Rond-Point en Francia (1981), reafirma su posición como uno de los más grandes exponentes de la canción de protesta latinoamericana.

Tras su regreso a Uruguay en 1984, Viglietti continuó con su carrera musical, publicando álbumes como Trabajo de Hormiga (1984) y A dos voces (1985). Además, participó en numerosas giras y colaboraciones con escritores como Eduardo Galeano, Mario Benedetti y Juan Gelman, consolidando su vínculo con la literatura y el compromiso social.

La música de Viglietti sigue siendo una fuente de inspiración para generaciones actuales de artistas y activistas que luchan por la justicia social y los derechos humanos. Su legado no solo reside en su música, sino también en su incansable lucha por un mundo mejor, por lo que su obra continúa siendo una referencia imprescindible en la historia de la música y la cultura de América Latina.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Daniel Viglietti (1939-2017). La voz y la guitarra que unió a América Latina en la lucha por la libertad". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/viglietti-daniel [consulta: 18 de octubre de 2025].