Felia Doubrovska (1896-1981): La legandaria bailarina rusa que revolucionó el ballet moderno

Felia Doubrovska (1896-1981): La legandaria bailarina rusa que revolucionó el ballet moderno

Felia Doubrovska, nacida como Felizata Dluzhnevska en San Petersburgo en 1896, es una de las figuras más destacadas del ballet del siglo XX. Su influencia en la danza moderna fue crucial, y su carrera abarcó varias de las compañías más prestigiosas de la época. A lo largo de su vida, Doubrovska no solo destacó por su excepcional talento como bailarina, sino también por su capacidad para contribuir a la creación de algunas de las obras más importantes del repertorio clásico y contemporáneo. Desde sus inicios en el Teatro Imperial de San Petersburgo hasta su docencia en la famosa School of American Ballet, Doubrovska dejó una marca indeleble en la historia de la danza.

Orígenes y contexto histórico

Felia Doubrovska nació en una época en que el ballet clásico estaba en su apogeo en Europa, especialmente en Rusia, donde la danza estaba profundamente conectada con la cultura y el arte nacional. San Petersburgo, su ciudad natal, era uno de los principales centros culturales de la época, lo que permitió a Doubrovska acceder a una educación de primera en danza.

En 1906, a la edad de 10 años, ingresó en la Escuela de Ballet del Teatro Imperial de San Petersburgo, una de las instituciones más prestigiosas de la época. Aquí, se formó bajo la dirección de algunos de los mejores maestros de la danza rusa y se graduó con honores en 1913. Durante esos años de formación, Doubrovska fue testigo del auge del ballet clásico en Rusia, que en gran parte se debía a figuras como Diaghilev. El ambiente artístico de la época influyó profundamente en la joven bailarina y sentó las bases de su futura carrera internacional.

Logros y contribuciones

La carrera de Felia Doubrovska fue rica en colaboraciones con algunas de las más grandes personalidades del ballet y la danza moderna. En 1913, poco después de finalizar sus estudios, Doubrovska comenzó a formar parte del cuerpo de baile del Teatro Marinsky, el principal centro de ballet de San Petersburgo. Sin embargo, su carrera dio un giro significativo cuando, en 1920, emigró a París, buscando nuevas oportunidades para seguir desarrollando su arte.

En París, se unió a los Ballets Russes de Diaghilev, una de las compañías más innovadoras y relevantes de la historia de la danza. A través de su trabajo con esta compañía, Doubrovska se convirtió en una de las principales ballerinas de la misma. Participó en estrenos de obras clave que marcaron un hito en la danza moderna, como Les Noces (1923) de Bronislava Nijinska, Zéphire et Flore (1925) y Ode (1928) de Léonide Massine, y varios ballets de George Balanchine, entre ellos Romeo and Juliet entr’acte (1926) y Apollon Musagète (1928), obras que consolidaron su reputación como una de las intérpretes más destacadas de su generación.

Su colaboración con Diaghilev y sus coreógrafos fue esencial para la evolución del ballet en la primera mitad del siglo XX. Doubrovska fue una de las pocas artistas capaces de fusionar la técnica clásica con la innovación moderna, una característica que la distinguió en su época. Además, su talento para interpretar personajes complejos y su capacidad para adaptarse a diferentes estilos de danza fueron fundamentales para su éxito en una era de constante cambio en las artes.

Obras destacadas en las que participó:

  • Les Noces (1923) de Bronislava Nijinska

  • Zéphire et Flore (1925) de Léonide Massine

  • Ode (1928) de Léonide Massine

  • Romeo and Juliet entr’acte (1926) de George Balanchine

  • Jack-in-the-Box (1926) de George Balanchine

  • La Pastorale (1926) de George Balanchine

  • Apollon Musagète (1928) de George Balanchine

  • The Gods Go A-Begging (1928) de George Balanchine

  • Le Fils Prodigue (1929) de George Balanchine

  • Le Bal (1929) de George Balanchine

Tras la desaparición de los Ballets Russes, Doubrovska continuó su carrera con otras importantes compañías de danza. Entre 1929 y 1931, formó parte del Ballet de Anna Pavlova, una de las grandes figuras del ballet ruso, y participó en varios estrenos, como Pulcinella (1931) de Boris Romanov y Orphée aux Enfers (1931) de George Balanchine. Además, trabajó con el Ballet de l’Opéra Russe à Paris, el Ballets Russes de Monte Carlo, y el Ballets Sergey Lifar, para quienes estrenó la coreografía Dans l’Élysée (1933).

Momentos clave de su carrera

El legado de Felia Doubrovska se construyó sobre una serie de momentos clave en su carrera. Su inclusión en los Ballets Russes de Diaghilev en los años 20 fue sin duda un punto de inflexión. A través de sus interpretaciones en ballets revolucionarios, Doubrovska se consolidó como una de las artistas más importantes de su tiempo.

Su carrera también estuvo marcada por su colaboración con algunos de los coreógrafos más influyentes de la danza moderna. Gracias a su trabajo con George Balanchine, Doubrovska no solo participó en el estreno de importantes obras, sino que también contribuyó a la evolución del ballet en el siglo XX.

Otro hito importante fue su rol como prima ballerina del Metropolitan Opera Ballet entre 1938 y 1939, lo que consolidó su estatus como una de las grandes figuras del ballet estadounidense en su época. Además, durante las décadas posteriores, Doubrovska se dedicó a la enseñanza, y entre 1949 y 1979 fue profesora en la School of American Ballet, donde dejó una profunda huella en futuras generaciones de bailarines.

Relevancia actual

Hoy en día, Felia Doubrovska es considerada una de las figuras clave en la historia del ballet moderno. Su capacidad para adaptarse a diferentes estilos y su interpretación única continúan inspirando a bailarines y coreógrafos en todo el mundo. Además, su legado como profesora en la School of American Ballet ha influido en generaciones de artistas que han llevado la tradición del ballet ruso y europeo a nuevas fronteras.

La obra de Doubrovska sigue siendo estudiada y respetada en la actualidad, y su contribución al desarrollo del ballet moderno es incuestionable. Además, su asociación con figuras icónicas como Anna Pavlova, Pierre Vladimirov y otros grandes artistas, han cimentado su lugar en la historia del arte de la danza.

En resumen, Felia Doubrovska fue una de las más grandes exponentes de su tiempo, cuya influencia sigue siendo palpable en la danza contemporánea. Con su talento, visión y dedicación, dejó un legado que perdura más allá de su tiempo en los escenarios.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Felia Doubrovska (1896-1981): La legandaria bailarina rusa que revolucionó el ballet moderno". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/doubrovska-felia [consulta: 28 de septiembre de 2025].