Mariano Ricafort Palacín y Abarca (1776-1846). El gobernador que reforzó el absolutismo en Filipinas
Mariano Ricafort Palacín y Abarca fue una figura clave en la historia del colonialismo español en Asia, especialmente por su papel como gobernador general de las Islas Filipinas entre 1825 y 1830. Militar de carrera, destacado en múltiples campañas tanto en Europa como en América y Asia, su legado está marcado por el férreo restablecimiento del absolutismo tras una breve etapa liberal, así como por sus esfuerzos en la modernización económica del archipiélago filipino. Su vida refleja los desafíos del imperio español en un mundo cambiante y su papel en el mantenimiento del orden colonial en una época de revoluciones.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en Huesca en 1776, Mariano Ricafort se formó como militar en el cuerpo de infantería. Su carrera se inició durante los turbulentos años de finales del siglo XVIII, participando como cadete en la campaña del Rosellón en 1794, y como oficial en la expedición contra Portugal en 1801. La Europa napoleónica estaba marcada por enfrentamientos continuos, y Ricafort se destacó por su lealtad y sentido estratégico.
Durante la Guerra de Independencia española, Ricafort jugó un papel relevante. En 1809, redactó una carta desde Alconera (Badajoz) al general francés en Coria para intentar evitar represalias sobre la población civil tras una derrota gala, la cual fue publicada en el Diario Mercantil de Cádiz. Esta acción no solo demuestra su liderazgo militar, sino también un compromiso ético en tiempos de guerra. No obstante, en octubre de 1811 fue hecho prisionero por los franceses.
Superado el conflicto, ascendió al rango de coronel y fue destinado a América en 1816, uniéndose al ejército del general Morillo para combatir las independencias hispanoamericanas. Participó en la campaña del Perú al mando del regimiento de Extremadura, siendo gravemente herido en combate. Su repatriación a España marcó el fin de su experiencia en América, pero sería el preludio de su destacada etapa en Asia.
Logros y contribuciones
Ricafort fue nombrado mariscal de campo en 1824 y propuesto poco después para el cargo de gobernador general de Filipinas, tomando posesión en octubre de 1825. Desde el principio, su objetivo fue reimplantar el absolutismo en las islas tras la etapa liberal que se había vivido entre 1820 y 1823. Para ello, promulgó en 1826 las Ordenanzas de Buen Gobierno, un compendio legislativo de corte conservador que buscaba asegurar el orden social y eliminar toda posibilidad de insurrección liberal.
Estas ordenanzas establecían penas específicas para delitos como portar armas sin autorización, romper el toque de queda, celebrar reuniones injustificadas, blasfemar o incumplir con los preceptos religiosos. Además, prohibían el vagabundeo, la mendicidad y otras conductas consideradas impropias, promoviendo una visión paternalista y autoritaria del gobierno colonial.
En el plano económico, el mandato de Ricafort también fue significativo. Ante la crisis financiera de la metrópoli tras la pérdida de sus colonias americanas, impulsó una política de autosuficiencia local. Entre sus medidas destacadas se cuentan:
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Fomento del comercio entre particulares, eliminando trabas legales.
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Exención fiscal para campesinos con sobreproducción.
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Introducción de herramientas agrícolas modernas.
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Creación de la primera compañía de seguros filipina (febrero de 1827).
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Promoción de la Sociedad Económica de Amigos del País para el desarrollo agrícola e industrial.
Además, redactó una serie de decretos orientados a mejorar la administración económica y técnica de la colonia, como:
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Reglamento para establecer la comisión de policía (1826).
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Real Orden sobre introducción de máquinas agrarias (1828).
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Superior decreto sobre las funciones del Sr. Intendente de Manila (1829).
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Reglas sobre el uso del papel sellado en los dominios coloniales (1830).
Momentos clave
Durante su mandato en Filipinas, Ricafort debió enfrentar también diversas amenazas a la estabilidad del régimen. Entre los acontecimientos más relevantes figuran:
1826 – Publicación de las Ordenanzas de Buen Gobierno
Establecieron un régimen autoritario con el objetivo de evitar nuevas oleadas liberales, imponiendo normas estrictas sobre la conducta individual y colectiva.
1827-1828 – Campañas militares en Bohol
Ricafort ordenó el envío de tropas para someter a los descendientes de Francisco Dagohoy, que se mantenían en rebeldía desde el siglo XVII. Estas campañas significaron la conquista efectiva de la isla, una de sus principales gestas militares.
1828 – Conspiración de los Palmeros
Este movimiento insurgente liderado por oficiales criollos y filipinos fue un intento de sublevación contra el dominio español. La revuelta fue sofocada con dureza, reafirmando la autoridad colonial.
1829 – Impresos oficiales sobre la administración económica
Documentos como el Decreto sobre introducción de máquinas agrarias y otros decretos fiscales reflejan la voluntad de Ricafort por profesionalizar la gestión administrativa y técnica del archipiélago.
En diciembre de 1830 fue reemplazado en su cargo por Pascual Enrile y Alcedo y regresó a España, donde continuó su carrera en la administración colonial.
Relevancia actual
Mariano Ricafort representa el perfil de los militares-administradores del siglo XIX español, cuya labor estuvo centrada en la contención del liberalismo, la defensa de los intereses imperiales y la modernización técnica dentro de los límites del absolutismo. Su gobierno en Filipinas es hoy estudiado como un caso paradigmático de reacción conservadora tras los ecos de las revoluciones atlánticas.
Su legado también pone de relieve las tensiones entre tradición y modernidad en el mundo colonial. Si bien impuso medidas represivas contra cualquier disidencia, también introdujo reformas que sentaron las bases para una administración más eficiente y autónoma. Esta ambigüedad hace de Ricafort una figura compleja y rica en matices.
Durante su última etapa profesional, fue designado capitán general en regiones estratégicas como Andalucía, Aragón, Extremadura y las Islas Canarias. Ejerció incluso la capitanía general de Cuba entre 1832 y 1836, donde aplicó una política similar a la de Filipinas. Fue distinguido con condecoraciones de prestigio internacional, como la Gran Cruz de brillantes de Santa Ana (Rusia), la Gran Cruz de Isabel la Católica y la de San Hermenegildo, testimonio del reconocimiento oficial a su extensa trayectoria.
Lista de sus principales disposiciones y documentos administrativos
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Reglas que deberán observarse por los empleados de la Real Hacienda en el Puerto de Zamboanga (1820)
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Reglamento para establecer la comisión de policía (1826)
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Real Orden sobre introducción de máquinas agrarias (1828)
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Decreto sobre introducción de máquinas agrarias en el archipiélago filipino (1828)
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Superior decreto sobre las funciones que debe llevar el Sr. Intendente de Manila, tocante al tesoro agricultural e industrial del reino (1829)
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Reglas que deben observarse en estos dominios sobre el uso del papel sellado (1830)
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Habiendo prevenido por superior decreto (1830)
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Habitantes de Filipinas (1830)
Bibliografía
Archivo Histórico Nacional. Estado, legajo 41E.
CARRASCO Y SAYZ, Adolfo. Icono-biografía del generalato español. Madrid, 1901.
Diario Mercantil de Cádiz, 24 septiembre 1809.
PALAU Y DULCET, Antonio. Manual del librero hispanoamericano. 2ª ed, Barcelona, 1948-1977.
MCN Biografías, 2025. "Mariano Ricafort Palacín y Abarca (1776-1846). El gobernador que reforzó el absolutismo en Filipinas". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ricafort-palacin-y-abarca-mariano [consulta: 30 de septiembre de 2025].