Plaza Gutiérrez, Leonidas (1865-1832).


Militar y político ecuatoriano, nacido en Chaparotó (Manabí) el 18 de abril de 1865, y fallecido en Huigra (Chimborazo) el 17 de noviembre de 1932. De alguna manera, marcó desde el punto de vista político el período 1912-1925, conocido en Ecuador como el período del civilismo plutocrático liberal o placista. Ocupó la presidencia de la república durante los períodos 1901-1905 y 1912-1916. Hijo de padres colombianos emigrados de Barbacoas a la costa ecuatoriana, de pequeño se ganaba la vida vendiendo chicha. A los 18 años abrazó la causa liberal y participó en la batalla de Guayaquil. Tras la derrota de Jaramijó, huyó a Panamá, donde se ganó la vida como jornalero, y luego militó en los ejércitos de El Salvador y de Costa Rica. Lo encontramos de nuevo en su país luchando al lado de los liberales en la batalla de Gatazo, a raíz de la cual Alfaro le confirmó en el grado de general, que había conseguido en Costa Rica. Desempeñó los cargos de Gobernador de Loja y del Azuay durante la primera presidencia de Eloy Alfaro; también fue diputado por Tungurahua (1900-1901). El distanciamiento entre los dos líderes liberales, Plaza y Alfaro, provocó la división del partido liberal frente a las elecciones de 1900. Elegido presidente para el período (1901-1905), Plaza Gutiérrez prescindió de los íntimos colaboradores de la anterior administración de Eloy Alfaro, y más bien se rodeó de los más influyentes de la costa y de los latifundistas de las Sierra (no en vano contrajo matrimonio con Avelina Lasso Ascásubi, perteneciente a una de las más prestantes familias de la Sierra).

Administró con eficacia y sobresalió por su obra educativa, gracias a su ministro de instrucción general Julio Andrade: estableció los colegios Vicente Rocafuerte en Guayaquil y Vicente Maldonado en Riobamba; las normales de Manuela Cañizares y Juan Montalvo en Quito, y el Colegio Militar en la misma ciudad; volvió a abrir la Escuela de Bellas Artes, que había sido fundada por García Moreno y cerrada por gobiernos sucesivos; aplicó y consolidó las grandes reformas liberales preconizadas por el alfarismo: la separación de Iglesia y Estado, Leyes de Matrimonio Civil, Divorcio y Cultos, desamortización de los bienes eclesiásticos y la secularización de la enseñanza. Se conformó la Empresa Nacional de Teléfonos y se dio comienzo a la asociación de los trabajadores con sociedades de empleados en Guayaquil y con la Sociedad de la Alianza Obrera en Cuenca. Se manifestó abierto hacia un acercamiento y reconciliación con sectores conservadores, y propició una amplia libertad de expresión y de prensa.

Durante su segundo período presidencial (1912-1916), Plaza Gutiérrez tuvo que enfrentarse al alzamiento guerrillero del coronel Carlos Concha en Esmeraldas, que pretendía reivindicar el nombre de Eloy Alfaro, dramáticamente linchado en Quito el día 28 de enero de 1912. Si bien es cierto que no se pudo comprobar la responsabilidad de Plaza en la muerte del general (precisamente aquel día se encontraba en Manabí), sí es verdad que él resultó ser el más beneficiado. Otra dificultad que tuvo que afrontar fue la gran crisis económica, producida por la caída del mercado del cacao y los efectos de la Primera Guerra Mundial. Plaza, en este segundo período, se echó en brazos del sector burgués comercial y bancario. En realidad, el Estado, que se había liberado de la Iglesia, se hizo dependiente de la Banca. Si Plaza era el eje político de lo que dio en llamarse período plutocrático (1912-1925), el banquero guayaquileño Francisco Urvina Jado se convirtió en el eje financiero. La guerra contra la «revolución Conchista» absorbió prácticamente la atención del gobernante durante los cuatro años y perjudicó gravemente la economía y la política del país. No obstante, durante esta segunda gestión también insistió en la educación, apoyado ahora en el ministro Luis Napoleón Dillon y en la Misión Pedagógica Alemana; fomentó la educación de la mujer con la fundación de la Escuela Normal Rita Lecumberri en Guayaquil, y el Liceo Fernández Madrid en Quito; incluso mejoró las retribuciones económicas a los maestros.

En política internacional se definieron los límites con Brasil por el tratado Tobar-Rio Branco (1904), y por el tratado Muñoz Vernaza-Suárez con Colombia (1915). Al triunfar la revolución Juliana de 1925, Plaza tuvo que buscar asilo en la embajada argentina, para salir luego a un destierro voluntario en los Estados Unidos, hasta que en 1929 el gobierno de Isidro Ayora autorizó su regreso al país. Tres años después falleció en un banco de la estación ferroviaria de Huigra, víctima quizás de un ataque cardíaco, cuando viajaba hacia Guayaquil en busca de alivio para su quebrantada salud.