José Parés (1926-VVVV): Un icono del ballet clásico con legado internacional

José Parés, nacido el 11 de diciembre de 1926 en Humacaco, Puerto Rico, se ha consolidado como una de las figuras más influyentes en el mundo de la danza clásica y contemporánea. Su excepcional trayectoria como bailarín, coreógrafo y maestro de ballet ha dejado una huella imborrable en diversas compañías y en la formación de nuevas generaciones de bailarines. Desde sus inicios en Puerto Rico hasta su prolífica carrera en Europa y América Latina, Parés ha sido un referente incuestionable en el arte de la danza.

Orígenes y contexto histórico

José Parés comenzó su formación en la danza en San Juan, Puerto Rico, bajo la tutela de Manolo Agulló, quien lo introdujo en el mundo de la danza clásica. Sin embargo, su verdadera formación internacional comenzó cuando se trasladó a Nueva York, donde perfeccionó su técnica con grandes maestros de la danza, como Edward Caton, Margaret Craske, Vera Nemchinova y Antony Tudor. Esta etapa en Nueva York le permitió sumergirse en los estándares más altos de la danza clásica y moderna, desarrollando una versatilidad que lo definiría a lo largo de su carrera.

A pesar de su éxito en el extranjero, Parés nunca olvidó sus raíces y, en 1951, tuvo la oportunidad de debutar con el Ballet de Alicia Alonso, una de las compañías más prestigiosas del mundo de la danza. Esta experiencia fue crucial para su carrera, ya que estuvo con la compañía de Alonso hasta 1956, consolidando su posición como uno de los bailarines más destacados de su generación.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera, José Parés no solo se destacó como bailarín, sino también como coreógrafo y maestro. En 1956, fundó el Teatro de Danza José Parés en Puerto Rico, una compañía privada que se mantuvo activa hasta 1959. Este fue uno de los primeros pasos hacia su carrera como creador, explorando nuevas formas de expresión dentro de la danza clásica.

En 1959, Parés se trasladó a Cuba, donde se unió al Ballet Nacional de Cuba y trabajó hasta 1970 como bailarín, maestro y coreógrafo. Durante su tiempo en Cuba, creó algunas de sus obras más importantes, que incluyen:

  • Un Concierto en Blanco y Negro (1952, Haydn)

  • Delirium (1953, Franck)

  • El Caballo de Coral (1960, Martín) con una segunda versión en 1964

  • La Noche de Walpurgis (1961, Gounod)

  • Caín y Abel (1962, Wagner), sobre la coreografía original de David Lichine

  • El Flautista de Hamelin (1963, Delibes)

  • Bach x 11 = 4′ x A (1970, Bach)

Estas coreografías no solo fueron una muestra de su capacidad técnica y artística, sino también una reafirmación de su compromiso con la renovación de la danza clásica, fusionando la tradición con las innovaciones propias de la época.

En 1971, Parés se trasladó a Bruselas, donde continuó su carrera como maestro de ballet en la Escuela Mudra y en el Ballet du XXe Siècle de Maurice Béjart. Aquí, su influencia fue fundamental en la formación de nuevos talentos, muchos de los cuales luego serían grandes estrellas en el mundo del ballet contemporáneo.

Además de su trabajo en Europa, Parés también fue director del Conservatorio del Teatro de la Moneda en Bruselas y del Ballet Nacional de Venezuela, instituciones en las que dejó su marca como educador y líder artístico.

Momentos clave de su carrera

José Parés fue un hombre que siempre estuvo en la vanguardia de la danza, logrando que sus obras y enseñanzas fueran reconocidas internacionalmente. A continuación, se detallan algunos de los momentos más significativos de su carrera:

  1. 1951: Debutó con el Ballet de Alicia Alonso, una de las compañías más prestigiosas de la danza clásica.

  2. 1956-1959: Fundó el Teatro de Danza José Parés en Puerto Rico, una compañía privada que le permitió explorar su creatividad coreográfica.

  3. 1959-1970: Fue bailarín, maestro y coreógrafo del Ballet Nacional de Cuba, donde creó algunas de sus obras más emblemáticas.

  4. 1971: Se trasladó a Bruselas para trabajar como maestro en la Escuela Mudra y el Ballet du XXe Siècle de Maurice Béjart, ampliando su influencia en el mundo de la danza europea.

  5. 1974: Coreografió una versión innovadora de El Lago de los Cisnes para el Ballet de Wallonie, con Paolo Bortoluzzi y Menia Martínez en los papeles principales.

  6. 1995: Puso en escena Giselle para el Ballet de Víctor Ullate, otra de sus contribuciones a la danza clásica internacional.

Estos momentos clave muestran la evolución de Parés como artista y su constante búsqueda por llevar la danza clásica a nuevas alturas, tanto en términos técnicos como interpretativos.

Relevancia actual

José Parés sigue siendo una figura clave en el mundo de la danza, con un legado que se mantiene vivo en las numerosas compañías y escuelas que continúan enseñando sus coreografías y métodos. Su influencia no solo se limita a la creación de obras, sino también a la formación de nuevos bailarines y maestros que han seguido su ejemplo.

La versatilidad de Parés, al combinar elementos de la danza clásica con nuevas corrientes artísticas, ha sido una de las razones de su longevidad en el mundo del ballet. A pesar de haber pasado décadas en la cima de su carrera, su trabajo sigue siendo estudiado y admirado, y su legado permanece intacto en la memoria colectiva de los amantes de la danza.

En resumen, la vida y carrera de José Parés es un testimonio del poder de la danza como medio de expresión artística y de cómo un solo individuo puede cambiar el curso de una disciplina. A través de su dedicación, su habilidad para fusionar la tradición con la innovación y su influencia como maestro y coreógrafo, Parés ha dejado un impacto imborrable en la historia del ballet clásico.