O’Higgins, Ambrosio (1720-1801).
Político y administrador colonial, nacido en Dungan (Irlanda) en 1721 y fallecido en 1801, marqués de Osorno, que fue trigésimo sexto virrey del Perú (1796-1799).
Fueron sus padres Carlos Higgins y Margarita Higgins. Su familia era noble pero pobre de solemnidad, por lo que tuvo que ejercer varios oficios menores durante su juventud. En 1751 se trasladó a España y en sociedad con Juan Domingo González de la Reguera abrió un establecimiento comercial en Cádiz que pronto iba a quebrar. El 1756 viajó a Buenos Aires en busca de un mejor porvenir dentro del sector comercial, pero al no tener éxito emigró a Santiago de Chile y Valparaíso. En 1760 retornó a España y asumió el oficio de delineador hasta que decidió retornar a Chile en 1770. Ese año el alzamiento de los indios araucanos motivó que el capitán general Francisco Javier Morales le nombrara capitán de milicias y le confiara una compañía de caballería. En 1773 realizó un corto viaje a Lima y el virrey Amat le nombró comandante de la caballería de la frontera de Chile. En 1777 era coronel del regimiento de dragones de la frontera, y en 1783 fue ascendido a brigadier general y gobernador de Concepción. En 1787 la Corona le nombró Presidente y Gobernador de Chile.
Sus obras más importantes fueron la construcción del camino para carretas entre Santiago y Valparaíso, la repoblación de Osorno, el establecimiento del Tribunal del Consulado y la pacificación de los indios pehuenches en el parlamento de Negrete. El 16 de septiembre de 1795, Carlos IV le nombró virrey del Perú y le confirió los títulos de barón de Ballenary y marqués de Osorno, ocasión que este personaje aprovechó para cambiar su apellido Higgins por el de O’Higgins. Su ingreso oficial en Lima ocurrió el 26 de julio de 1796. Trajo de Chile como asesor a Ramón Martínez de Rosas.
En el gobierno económico, el aumento en las rentas de la minería y del comercio permitieron que en 1800 éste remitiera a la Corona un total de 4.764.216 pesos. La preocupación por controlar el contrabando condujo a este virrey a prohibir el comercio con los barcos extranjeros y que se pagase el rescate por las presas a las naves inglesas. En defensa, el estallido en 1796 de la guerra entre España e Inglaterra obligó a alistar un bergantín que componía, junto con el «Limeño» y el «Peruano», la reducida flota naval. Se reforzaron militarmente las islas de Juan Fernández, la guarnición de Valdivia y los principales puertos peruanos. Con el fin de impedir la transformación de los balleneros ingleses en buques de guerra se apresó a las naves «Betsey» y «Lady» en Paita. También se apresaron embarcaciones norteamericanas acusadas de abastecer a las naves británicas. Otra idea del virrey para arrebatar el dominio marítimo a los ingleses fue promover la colonización de Oceanía, así que en 1798 dispuso que los barcos «Las Marquesas» y «La Sociedad» realizaran un viaje de exploración que tuvo escaso éxito. Una de las primeras acciones de O’Higgins fue remitir a la Corona un informe sobre el estado político del virreinato en el que afirmaba que los indios eran fieles al rey y que sólo se rebelaban cuando advertían que la injusticia era irreversible.
Con este gobernante la ilustración decayó y los periódicos se redujeron exclusivamente al Diario de Lima que continuó editando Guillermo del Río. Se reforzó la persecución sobre las obras simpatizantes con el pensamiento enciclopedista francés y por bando del 5 de abril de 1799 se aplicó una multa de quinientos pesos a todo aquel que ocultara periódicos extranjeros y la pena de cárcel para los reincidentes en tal tipo de lectura. En cuanto al orden público dentro de la capital peruana, el virrey dispuso que la policía persiguiese a todos aquellos que se encontrasen en la calle sin trabajar o mal entretenidos. Destacó también la reparación de las aceras, el empedrado de los portales y la conclusión de las dos torres de la catedral por el arquitecto Matías Maestro. El 6 de enero de 1799 fue inaugurada la vía para carretas que unía a Lima con El Callao y que destacaba por sus amplias alamedas laterales.
El incidente provocado por unos documentos que entregó a las autoridades hispanas antes de morir el cubano Pedro José Caro iba a provocar la caída en desgracia de Ambrosio O’Higgins. La Corona se enteró por uno de esos papeles que el virrey había tenido, de su relación con Isabel Riquelme, un hijo natural en Chile llamado Bernardo O’Higgins, conocido en Inglaterra era conocido por su amistad con el venezolano Francisco de Miranda y el jesuita peruano Juan Pablo Viscardo y Guzmán y a los que unían ideas separatistas. Esta filiación bastó para que el regente Manuel de Godoy destituyera al virrey el 19 de junio de 1800. Ambas noticias causaron al marqués de Osorno tal disgusto que éste enfermó y murió en Lima el 18 de marzo de 1801. Hasta la llegada del nuevo virrey, el marqués de Avilés, asumió el mando interino el regente de la Real Audiencia Manuel Arredondo y Pellegrín.
Bibliografía
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LORENTE, Sebastián. Historia del Perú bajo los Borbones 1700-1821. (Lima: 1871).
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MILLA BATRES, Carlos (ed.).Compendio Histórico del Perú. Historia del siglo XVIII. (Lima: 1993).
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TAURO, Alberto (ed.). Enciclopedia ilustrada del Perú. (Lima: 1987).
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