Muhammad II Ibn Idris, Rey de la taifa de Málaga (ca. 1046-?)

Muhammad II Ibn Idris

Muhammad II Ibn Idris fue el último rey de la taifa de Málaga perteneciente a la dinastía hammudí, una de las familias beréberes más influyentes en al-Andalus. Nacido alrededor del año 1046, su reinado estuvo marcado por la debilidad de su reino, lo que culminó con la entrega de Málaga a los reinos vecinos y, finalmente, su desaparición política. Esta acción significó la extinción de la rama hammudí que había gobernado la región desde los tiempos del califato de Córdoba.

Orígenes y contexto histórico

Muhammad II Ibn Idris nació dentro de la tribu beréber de los hammudíes, una dinastía que tuvo un papel fundamental en el control de varias taifas de al-Andalus durante el siglo XI. Su padre, Idris II, fue el rey de Málaga en dos periodos distintos: entre 1043-1046 y de 1053 a 1055. Tras la muerte de su padre, Muhammad fue designado heredero y proclamado rey de Málaga, aunque no alcanzó la dignidad califal.

La situación política en al-Andalus durante su reinado era compleja y marcada por la fragmentación del poder. El califato de Córdoba se había derrumbado, y numerosas taifas independientes emergieron, luchando entre sí por el dominio de los territorios. Aunque los hammudíes habían sido poderosos en su momento, las taifas rivales, como la de Granada, comenzaron a ganar influencia y poder.

Logros y contribuciones

El reinado de Muhammad II Ibn Idris, sin embargo, no está bien documentado en términos de grandes logros o victorias. El evento más importante y relevante de su reinado fue la entrega de Málaga al reino de Granada. Este acto significó no solo la anexión de su reino, sino también el fin de la dinastía hammudí en la ciudad. La transferencia de poder ocurrió en 1058, cuando Badis Ibn Habbus de Granada, aprovechando la debilidad de la taifa de Málaga, hizo un acuerdo con Muhammad II para que entregara el control de la ciudad.

Los ziríes granadinos, que en ese momento eran feudatarios de los califas de Málaga, habían establecido una fuerte relación con la corte de Muhammad II, lo que les permitió influir en sus decisiones. Ante la amenaza de otros reinos rivales y la presión interna, Muhammad II aceptó ceder el poder a Badis, quien le ofreció la opción de quedarse en Málaga bajo una especie de «libertad vigilada» o abandonar la ciudad. Muhammad II optó por la segunda opción y se exilió a Almería durante un tiempo.

Momentos clave en el reinado de Muhammad II

A continuación, se detallan algunos de los momentos más significativos durante su breve pero trascendental reinado:

  1. Proclamación como rey: Tras la muerte de su padre Idris II, Muhammad II fue proclamado rey de la taifa de Málaga por los malagueños, pero no logró alcanzar el rango de califa, pues en esos momentos Muhammad al-Madhí Ibn al-Qasim de Algeciras ostentaba ese título.

  2. Anexión de Málaga a Granada (1058): La principal decisión política de Muhammad II fue la entrega de Málaga al reino de Granada, gobernado por Badis Ibn Habbus. Este acto marcó el fin de la dinastía hammudí en la región y el inicio de una nueva etapa bajo el control de los ziríes granadinos.

  3. Exilio en Almería: Después de entregar Málaga, Muhammad II se trasladó a Almería, donde permaneció un tiempo sin ejercer poder político. En 1064, se trasladó a Melilla, donde fue aceptado como señor.

  4. Proclamación como califa en Melilla (1064): En 1064, Muhammad II fue proclamado califa en Melilla, aunque en este nuevo territorio no logró la influencia que había tenido en Málaga.

Relevancia actual

La figura de Muhammad II es fundamental para entender el proceso de desintegración de los pequeños reinos de taifas que dominaron al-Andalus tras la caída del califato de Córdoba. Su reinado representa la debilidad política y territorial de las taifas que, en su afán por sobrevivir, fueron absorbidas por los reinos más poderosos de la época, como Granada. La entrega de Málaga a los ziríes granadinos es un evento crucial en la historia de al-Andalus, ya que marcó la desaparición de la dinastía hammudí, un componente clave en la política andaluza del siglo XI.

Aunque no se conocen grandes detalles de su gobierno, la decisión de exiliarse a Almería y luego a Melilla refleja la falta de poder de Muhammad II frente a las grandes potencias regionales. Sin embargo, su proclamación como califa en Melilla muestra que, a pesar de su caída, continuó siendo una figura importante en algunos círculos del poder musulmán en el Magreb.

Conclusión

El reinado de Muhammad II Ibn Idris, último rey de la taifa de Málaga, estuvo marcado por la debilidad interna y las presiones externas que llevaron a la disolución de su reino. La entrega de la taifa de Málaga a Badis Ibn Habbus de Granada y la posterior vida de Muhammad II en el exilio subrayan el fin de una era en la historia de al-Andalus, y el comienzo de un nuevo ciclo bajo el dominio de los ziríes granadinos. La historia de Muhammad II es un ejemplo de cómo los pequeños reinos de taifas fueron absorbidos por los poderes más fuertes de la península, un proceso que culminaría en la unidad territorial bajo el dominio de los reinos cristianos siglos más tarde.


Bibliografía

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JOVER ZAMORA, J.M. (dir). Los reinos de Taifas. Al-Andalus en el siglo XI, en Historia de España Menéndez Pidal, vol. VIII-I. Madrid, Espasa Calpe, 1994.

SECO DE LUCENA, L. Los Hammudíes, señores de Málaga y Algeciras. Málaga, 1955.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Muhammad II Ibn Idris, Rey de la taifa de Málaga (ca. 1046-?)". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/muhammad-ii-ibn-idris-rey-de-la-taifa-de-malaga [consulta: 18 de octubre de 2025].