Mohamed V (1844-1918): El sultán otomano atrapado entre la tradición y la modernidad

Mohamed V, también conocido como Mehmed V, fue el sultán del Imperio otomano entre 1909 y 1918, periodo que coincidió con una serie de cambios radicales tanto dentro como fuera de su imperio. Nacido el 2 de noviembre de 1844 en Constantinopla, y fallecido en la misma ciudad el 3 de julio de 1918, su reinado fue una de las etapas finales del Imperio otomano, marcada por la debilidad interna, las pérdidas territoriales y la influencia de movimientos políticos como los Jóvenes Turcos. A lo largo de su vida, Mohamed V fue un hombre educado y afable, pero su falta de carácter lo convirtió en una figura decorativa dentro del complejo entramado político del imperio.

Orígenes y contexto histórico

Mohamed V era hijo del sultán Abdülmecit I, uno de los monarcas que impulsó algunas de las reformas más significativas del Imperio otomano en el siglo XIX. Nació en una época en que el imperio ya enfrentaba fuertes desafíos tanto internos como externos, con crecientes tensiones en los Balcanes, el norte de África y el Medio Oriente. A pesar de ser un miembro de la familia imperial, Mohamed V no estuvo destinado inicialmente al trono debido a las intrincadas luchas de poder dentro de la corte otomana. Su hermano, Abdülhamit II, lo mantuvo bajo arresto durante treinta y tres años por miedo a que pudiera arrebatarle el poder.

A lo largo de su largo cautiverio, Mohamed V fue educado en diversas disciplinas, especialmente en las materias islámicas, en la tradición otomana y en las literaturas turca y persa. Su amor por la historia otomana y las culturas islámicas lo hicieron un monarca culto, pero su carácter apacible y su falta de interés por la política activa lo hicieron vulnerable a las manipulaciones de otros actores dentro del gobierno.

Logros y contribuciones

Aunque Mohamed V no desempeñó un papel protagónico en la política de su tiempo, su reinado estuvo marcado por importantes eventos que contribuyeron al declive final del Imperio otomano. Fue elegido como sultán en 1909, después de que los Jóvenes Turcos derrocaran a su hermano Abdülhamit II. Los Jóvenes Turcos, un grupo de oficiales militares y reformistas políticos, promovían ideas de modernización y nacionalismo que contrastaban fuertemente con el régimen absolutista de Abdülhamit II. Aunque Mohamed V fue elevado al trono como una figura de consenso, su papel como monarca fue esencialmente decorativo, ya que el poder real recaía en el Comité de la Unión y el Progreso, un grupo asociado con los Jóvenes Turcos.

Bajo el gobierno de los Jóvenes Turcos, el Imperio otomano adoptó una serie de reformas que intentaban modernizar el sistema político y económico. Sin embargo, el gobierno también se vio arrastrado por una serie de derrotas militares y políticas. En 1912, Italia ocupó Tripolitania, Cirenaica y el Dodecaneso, mientras que en la Primera Guerra Balcánica (1912-1913), el Imperio perdió importantes territorios, como Macedonia, Tracia, Salónica y Creta. Mohamed V fue testigo de cómo el Imperio otomano se desmoronaba territorialmente, incapaz de frenar el avance de las potencias extranjeras y los movimientos independentistas en sus provincias.

Momentos clave de su reinado

  1. Ascenso al trono (1909): Tras el derrocamiento de su hermano Abdülhamit II, Mohamed V fue proclamado sultán. Sin embargo, su ascenso al trono estuvo marcado por su falta de poder real, ya que los Jóvenes Turcos controlaban la administración y las decisiones políticas del imperio.

  2. Viaje a Tracia y Albania (1910): A instancias del Comité de la Unión y el Progreso, Mohamed V realizó un viaje de «buena voluntad» a las provincias de Tracia y Albania, con el fin de apaciguar los movimientos independentistas que comenzaban a surgir en la región. Este viaje mostró la superficialidad de su reinado y su incapacidad para influir en los asuntos de Estado.

  3. Pérdidas territoriales (1912-1913): Durante el reinado de Mohamed V, el Imperio otomano sufrió una serie de derrotas militares que resultaron en la pérdida de importantes territorios. Italia ocupó Tripolitania, Cirenaica y el Dodecaneso, mientras que la Primera Guerra Balcánica llevó a la pérdida de Macedonia, Tracia, Salónica y Creta.

  4. Primera Guerra Mundial (1914-1918): A pesar de su reticencia a involucrarse directamente en la guerra, Mohamed V se vio obligado a declarar la Guerra Santa como califa del mundo musulmán, instando a los musulmanes, especialmente aquellos bajo dominio de las potencias aliadas, a apoyar al Imperio otomano. Sin embargo, a medida que la guerra avanzaba, el Imperio otomano fue perdiendo terreno, y gran parte de su territorio fue ocupado por los aliados.

  5. Muerte y sucesión (1918): Mohamed V murió el 3 de julio de 1918, en medio de la Primera Guerra Mundial. Su muerte marcó el fin de su reinado y la continuación del declive del Imperio otomano. Fue sucedido por su sobrino, Mohamed VI Vahiddin, quien sería el último sultán del imperio.

Relevancia actual

El legado de Mohamed V como sultán otomano es complejo y ambivalente. Aunque no fue un gobernante activo ni un reformador, su reinado marca el fin de una era y la última fase del Imperio otomano, un imperio que había sido una de las potencias más importantes del mundo durante siglos. Su figura se encuentra enmarcada dentro de un contexto de cambio profundo, donde el Imperio otomano intentaba adaptarse a las nuevas corrientes políticas y militares, pero sin lograr evitar su colapso.

Mohamed V fue testigo de la transformación de un imperio en una nación moderna. La influencia de los Jóvenes Turcos y las presiones internacionales contribuyeron a la pérdida de su poder real y a la gradual disolución del Imperio otomano. Aunque su reinado fue en gran medida simbólico, la historia de su ascenso y caída sigue siendo una parte crucial de la historia otomana y de la región del Medio Oriente.

La figura de Mohamed V es especialmente relevante para aquellos interesados en los últimos años del Imperio otomano, y su vida y reinado sirven como un recordatorio de cómo los grandes imperios pueden desmoronarse frente a las presiones internas y externas. Tras su muerte, el Imperio otomano continuó su proceso de desintegración, y poco después, en 1922, la República de Turquía se proclamó oficialmente bajo la dirección de Mustafa Kemal Atatürk.

Con su muerte, el último de los sultanes del Imperio otomano se despidió del trono, pero su historia permanece como parte del legado de uno de los imperios más influyentes de la historia.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Mohamed V (1844-1918): El sultán otomano atrapado entre la tradición y la modernidad". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/mohamed-v-sultan-otomano [consulta: 9 de julio de 2025].