Miguel Feodorovitch (1596-1645). El zar que dio inicio a la dinastía Romanov en Rusia

Miguel Feodorovitch Romanov, o Mikhail Fiodorovich Romanov III, fue un personaje clave en la historia de Rusia, ya que su ascenso al trono en 1613 marcó el comienzo de la dinastía Romanov, que gobernaría el país durante más de tres siglos. Nacido en Moscú el 12 de julio de 1596, Miguel se convirtió en el primer zar de la nueva dinastía, y su reinado estuvo marcado por la restauración del orden en un país profundamente sumido en la crisis política y social. A través de sus decisiones políticas, tanto internas como externas, Miguel logró consolidar el Estado ruso, aunque, a lo largo de su reinado, la figura del zar fue más simbólica que efectiva, ya que su poder real estuvo limitado por los nobles y las circunstancias del momento.

Orígenes y contexto histórico

Miguel Feodorovitch nació en una época de grandes turbulencias para Rusia. Su familia, los Romanov, pertenecía a una rama secundaria de la nobleza, pero su linaje estaba estrechamente relacionado con la familia de la primera esposa de Iván el Terrible. La situación en Rusia en el momento de su nacimiento era caótica. Tras la muerte de Iván el Terrible en 1584, el país se sumió en un periodo conocido como el «Tiempo de los Problemas», caracterizado por luchas sucesorias, intervenciones extranjeras y la aparición de impostores que reclamaban el trono. Durante este periodo, Iván el Terrible dejó un vacío de poder, lo que permitió la ascensión de figuras como Boris Godunov, quien inicialmente consolidó el poder, pero cuyo reinado fue marcado por la inestabilidad.

La familia de Miguel sufrió en primera persona las consecuencias de estos conflictos. Su padre, Fiodor Nikitich Romanov, fue forzado a convertirse en clérigo bajo el régimen de Boris Godunov, mientras que su madre, María Iconomasia, fue confinada en el convento de Kostroma. Esta persecución se debió al temor de Godunov de que la familia Romanov, debido a sus vínculos con los descendientes de Iván el Terrible, pudiera hacer reclamos legítimos sobre el trono.

Logros y contribuciones

A los 16 años, Miguel fue elegido zar de Rusia por los Estados Generales, conocidos como el Zemski Sobor, el 11 de febrero de 1613. Esta elección representó un cambio dinástico, reemplazando a los Riurik con los Romanov. Su ascensión al poder marcó el fin de la crisis dinástica que había sacudido a Rusia durante décadas. Aunque su reinado no estuvo exento de desafíos, Miguel logró restaurar el orden en el país y sentó las bases para el futuro esplendor del Imperio Ruso.

Uno de los principales logros de Miguel fue la consolidación del poder de los Romanov, que aseguraron su lugar como la familia gobernante de Rusia durante los siglos venideros. Sin embargo, Miguel era un joven de solo 16 años y carecía de la experiencia y el carácter necesarios para manejar las complejidades del gobierno. Fue, en gran medida, un zar simbólico. El verdadero poder estaba en manos de los nobles y de los miembros del Zemski Sobor. A lo largo de su reinado, Miguel confió el gobierno a estos órganos y, en particular, a su padre, Fiodor, quien había sido nombrado patriarca de la Iglesia ortodoxa y asumió el control efectivo del gobierno hasta su muerte en 1633.

El reinado de Miguel estuvo marcado por un contexto internacional y nacional difícil. Rusia se encontraba en una situación crítica: el país estaba devastado por las continuas guerras, enfrentaba invasiones extranjeras y se encontraba en un estado de caos interno debido a los saqueos de cosacos, tártaros y polacos. El joven zar no fue capaz de gestionar una situación tan compleja, pero la estructura de poder de la época permitió que se lograran algunos avances.

Política exterior

En términos de política exterior, el reinado de Miguel estuvo marcado por las confrontaciones con dos potencias vecinas: Suecia y Polonia. Con Suecia, Rusia firmó la Paz de Stolbovo en 1617, un acuerdo que permitió a Rusia recuperar Nóvgorod, aunque a costa de perder sus posesiones en el Báltico. Por otro lado, la amenaza polaca fue aún más grave. Los polacos reclamaban derechos sobre el trono ruso a través del príncipe Ladislao. Tras una serie de conflictos, Rusia firmó la tregua de Viasna en 1632, un acuerdo temporal con los polacos que otorgaba una tregua de 14 años. Sin embargo, cuando Miguel intentó recuperar los territorios perdidos al término de esta tregua, fracasó y tuvo que capitular nuevamente, firmando la Paz de Polaenovka en 1634, que le obligaba a abandonar Smoliensk.

Política interna

A nivel interno, el reinado de Miguel se caracterizó por su incapacidad para ejercer un control absoluto sobre el país. La corrupción reinaba en la administración, y los nobles tenían un poder considerable. Sin embargo, Miguel implementó varias reformas que, aunque limitadas, resultaron clave para el futuro de Rusia. En 1636, instituyó la adscripción del hombre a la tierra, lo que consolidó el sistema feudal en Rusia y aseguró la permanencia de los privilegios de la alta nobleza. Además, reorganizó el sistema tributario, lo que permitió una mayor eficiencia en la recaudación de impuestos.

Miguel también impulsó la reactivación del comercio en Rusia, restableciendo las relaciones comerciales con Inglaterra en Arkhangelsk y permitiendo a los holandeses establecer colonias en Tula. Estas reformas fueron vistas como una necesidad para revitalizar la economía rusa, y ayudaron a Rusia a salir parcialmente de la crisis que la había afectado. Sin embargo, las concesiones a potencias extranjeras también reflejaron la debilidad de Rusia en este período.

Momentos clave

  • 1613: Miguel Feodorovitch es elegido zar de Rusia por los Estados Generales (Zemski Sobor).

  • 1617: Firma la Paz de Stolbovo con Suecia, que otorga a Rusia la ciudad de Nóvgorod.

  • 1620: Firma la tregua de Viasna con Polonia, aunque la situación con los polacos seguiría siendo tensa.

  • 1634: Firma la Paz de Polaenovka, perdiendo Smoliensk frente a los polacos.

  • 1636: Instituye la adscripción del hombre a la tierra y reforma el sistema tributario.

Relevancia actual

El reinado de Miguel Feodorovitch, aunque limitado en términos de poder personal, fue fundamental para el futuro de Rusia. La dinastía Romanov, que comenzó con él, gobernaría Rusia durante más de 300 años, hasta la Revolución de 1917. Su reinado marcó el inicio de un proceso de consolidación del Estado ruso que permitiría a sus sucesores, como Alexei, sentar las bases de un imperio expansivo.

Miguel fue un zar que, aunque no destacó por su habilidad para gobernar, desempeñó un papel crucial al restaurar la estabilidad en un país que había sufrido décadas de caos. Sus reformas económicas y comerciales, junto con sus esfuerzos por consolidar el poder de los Romanov, aseguraron el futuro de la dinastía, que llegaría a ser una de las más influyentes de Europa.

El reinado de Miguel Feodorovitch también dejó un legado en la política interna y en la organización del Estado. A pesar de que sus decisiones estaban condicionadas por las presiones de los nobles y las circunstancias de su tiempo, contribuyó de manera significativa a la construcción de un Estado más fuerte que sería capaz de enfrentar los desafíos del futuro.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Miguel Feodorovitch (1596-1645). El zar que dio inicio a la dinastía Romanov en Rusia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/miguel-feodorovitch-zar-de-rusia [consulta: 16 de octubre de 2025].