Iván IV, Zar de Rusia (1530-1584).


Gran príncipe de Moscú, nacido en Moscú el 25 de agosto de 1530 y muerto en 1584. Fue el primero en tomar el nombre de zar (César); consolidó y centralizó el estado ruso, y amplió su territorio hacia el este, a regiones no eslavas. Su dureza para con sus enemigos, incluidos los propios rusos, le valió el sobrenombre de “el Terrible” (traducción no demasiado aproximada del vocablo ruso grozny, que significa ‘imponente’).

Vida

Hijo y nieto de gobernantes moscovitas (entre ellos Daniel, hijo de Alexander Nevski), tenía tres años cuando murió su padre Basilio III (1533). Su madre Elena Glinsky -de ascendencia lituana- asumió la regencia durante cinco años, mientras él era educado por el metropolitano Macario, que tuvo cierta influencia sobre su tutelado hasta su muerte en 1563. Ya desde entonces ostentaba Iván el título de gran príncipe, pues había sido coronado por el metropolitano Daniel en la catedral de la Asunción de Moscú. Muerta a su vez la regente en 1538, los boyarin (‘boyardos’, familias de nobles terratenientes), divididos en diversas facciones, se hicieron con el poder y trataron de servirse del joven Iván; la más poderosa fue la de unos parientes del príncipe, los Glinsky. Iván, aunque desde la más temprana niñez asistió a los actos de gobierno, apenas pudo dedicarse más que a la caza o a conocer su reino -aunque ya tuvo algunas incipientes afirmaciones de autoridad, tales como hacer cortar la lengua de un noble que le criticó o ejecutar a otros- hasta que pudo imponerse en 1547.

Se tituló entonces “zar” el 16 de enero -pues afirmaba descender del emperador romano Augusto, y se casó un mes después con Anastasia Zakarina-Yureva, quien actuó sobre su marido con el mismo papel apaciguador que Macario-; ambos tuvieron seis hijos, de los que sólo sobrevivieron dos. Su reinado se encaminó a fortalecer y engrandecer la naciente potencia rusa, interior y exteriormente. Para ello organizó un estado central y autoritario, suprimió los khanatos turco-mongoles meridionales, y trató de entrar en Europa por el Báltico (guerra de Livonia entre 1558 y 1582), pero fracasó y tuvo que volverse entonces hacia el este). Calculador a pesar de sus arrebatos de ira, se sirvió de sus numerosos matrimonios -seis- para establecer lazos políticos. Promotor de la cultura (especialmente de la imprenta), él mismo escribió sobre asuntos políticos y religiosos: defendió la concesión divina al gobernante de un poder absoluto. Todo esto da una idea aproximada de su estrecha relación con la Iglesia Ortodoxa a la que, en ocasiones, utilizó para sus fines políticos.

La política interior: constitución de un Estado

Para la creación de un Estado ruso fuerte, reformó el código civil (Sudebnik, 1550) y promovió la creación de uno religioso estrictamente ruso (Stoglav, lo que le permitía afirmar la autonomía de la iglesia rusa respecto al patriarca de Constantinopla y obtener a cambio su favor). Eliminó o deportó a los boyardos -no sin resistencia de éstos (revuelta de 1564)- y los sustituyó por la pequeña nobleza o una nueva de servicio. Aunque se valió de algunos consejeros privados, como el príncipe Andrei Kurbski -que desertó y pasó al servicio del rey de Polonia-, Aleksei Adasev, el sacerdote Silvestre o Boris Godunov, se ayudó especialmente de una guardia propia, los Streltsi, y luego de los Opritchniks (cuerpo policial de entre mil y seis mil hombres), a quienes concedió las tierras confiscadas a los boyardos, y pronto convertidos en una poderosa elite, hasta que en 1572 fueron disueltos por no haber sabido defender Moscú de un ataque tártaro. Reclamó asimismo el apoyo popular, pues en 1566, por primera vez, convocó una asamblea nacional (Zemski Sobor), así también reformó el ejército y el servicio militar. También creó dos grandes regiones administrativas: Opritchina; de gobierno personal, y Zemchtchina, de gobierno conjunto con la nobleza. Reextendió la servidumbre de la gleba, y atajó violentamente toda oposición a su autoridad aunque viniese por parte eclesiástica: por ejemplo, hizo desaparecer al ambicioso príncipe Vladimir de Staritsky y a su madre (hacia 1569), y en 1570 diezmó la población de Novgorod. Las víctimas durante su reinado fueron más de tres mil (las cifras corresponden a las listas de nombres que el zar enviaba a los monasterios para que se rezase por sus almas). Finalmente, potenció el comercio al permitir la actividad de mercaderes ingleses y suecos (que fundaron diversas factorías en Rusia) y al enviar rusos a Inglaterra y Países Bajos; en 1584 fundó el puerto de Arkangelsk, en el mar Blanco.

La política exterior: expansión por territorio tártaro y fracaso en la Guerra de Livonia

En el exterior, acabó con la secular presencia turco-mongola en Rusia, ya desde hacía tiempo perdida su antigua hegemonía: los pequeños khanatos de orillas del Volga, Kazán y Astrakán, fueron incorporados en 1552 y 1554. A pesar de ello, Moscú todavía sería saqueada por los tártaros de Crimea en 1571. El deseo de obtener una salida al mar Báltico y lograr así mejores rutas comerciales fue frustrado por la fortaleza de polaco-lituanos y suecos: en 1558 Iván IV tomó Narva (en el ducado de Livonia) y luego Letonia, pero los livonios solicitaron ayuda a su señor Segismundo II Augusto de Polonia, el cual, reconciliado con los suecos, le venció finalmente en 1576 y 1578 (batalla de Venden). Debió renunciar a los territorios adquiridos y retirarse, según se estableció en los tratados de Jam Zapolski (1582) y Narva (1583) -en cuya firma ayudó la mediación de Antonio Possevino, enviado del papa Gregorio XIII-. En el transcurso de la guerra había tratado de acercarse a Polonia, e incluso de unir a Rusia con aquel país mediante una proposición de matrimonio hecha a la hermana de Segismundo, Caterina; el hecho de que sus propuestas fueran rechazadas no le impidió presentar su candidatura al trono polaco tras extinguirse la dinastía Jagellón en 1572. El empuje frustrado en occidente se recondujo hacia oriente: por esas fechas incorporó el khanato de Siberia, lo que desplazaba la frontera rusa al río Irtish, más allá de los montes Urales. Esto fue el inicio del avance que llevó a sus sucesores hasta el otro extremo de Asia, a las costas del océano Pacífico. Encomendó la colonización de las grandes extensiones siberianas a los Stroganov, que se valieron de los cosacos (antiguos campesinos rusos y ucranianos establecidos en las fronteras). Precisamente uno de sus jefes, el atamán Yermak, había sido el protagonista de la conquista de Siberia occidental, al mando de unos pocos centenares de hombres. A “El Terrible” le sucedió en 1584 un hijo incapaz, Fedor I Ivanovich -pues él mismo había asesinado a su primogénito en un arrebato de ira (1580)-, con lo que se iniciaron tres décadas de inestabilidad en Rusia, que durarían hasta el advenimiento de la dinastía Romanov (1613), familia a la que precisamente había pertenecido la primera esposa de Iván IV, Anastasia.

Bibliografía

  • CRYSTAL, D. (ed.). The Cambridge Biographical Encylopedia. (Cambridge: University Press, 1994).

  • HELLMANN, M. Iván “El Terrible”. (Madrid: Ibérico Europea, 1969).

  • WALISZEWSKI. Ivan le Terrible. (París: 1904).