Peter Martins (1946-VVVV): El legado del gran maestro de la danza

Peter Martins (27 de octubre de 1946, Copenhague), el célebre bailarín, coreógrafo y director artístico estadounidense, ha dejado una huella imborrable en el mundo de la danza clásica. Originario de Dinamarca, Martins se convirtió en una figura esencial en la evolución del ballet moderno y es reconocido no solo por su talento artístico, sino también por su incansable contribución a la formación de nuevas generaciones de bailarines. Como padre del reconocido bailarín Nilas Martins, su legado perdura tanto sobre los escenarios como fuera de ellos.

Orígenes y contexto histórico

Nacido en Copenhague, Peter Martins comenzó a formarse en la danza desde temprana edad, siguiendo los pasos de su pasión por el arte del movimiento. En 1953, ingresó en la Escuela del Real Ballet Danés, donde se formó con renombrados maestros como Vera Volkova y Stanley Williams. Estos dos grandes mentores fueron fundamentales en la construcción de la carrera de Martins, al brindarle las herramientas técnicas y artísticas necesarias para destacarse en la danza clásica.

En 1965, Martins se unió a la compañía del Real Ballet Danés, un paso significativo que marcó el inicio de su carrera profesional. La excelencia técnica y su gran capacidad expresiva le permitieron ascender rápidamente dentro de la compañía, y en 1967, apenas dos años después de ingresar, fue nombrado bailarín principal. Este logro inicial sería solo el comienzo de una carrera llena de reconocimientos y éxitos en los escenarios internacionales.

Logros y contribuciones

Peter Martins no solo se destacó como bailarín, sino también como uno de los coreógrafos más influyentes de su tiempo. En 1967, Martins fue invitado por primera vez al prestigioso New York City Ballet, donde rápidamente comenzó a colaborar con los grandes nombres de la danza contemporánea. En esta compañía, participó en los estrenos de algunas de las obras más importantes del siglo XX, como Goldberg Variations (1971), creado por Jerome Robbins, y Violin Concerto (1972), Duo Concertante (1972) y Davidsbündlertänze (1980), todas bajo la dirección de George Balanchine.

Durante su tiempo en el New York City Ballet, Martins dejó una marca indeleble como coreógrafo. Entre sus más de 25 creaciones para la compañía, algunas de las más destacadas incluyen:

  • Calcium Light Night (Ives, 1978)

  • Tricolore (Auric, 1978)

  • Giardino di Scarlatti (Scarlatti, 1977)

  • Dido and Aeneas (Purcell, 1979)

  • Eight Easy Pieces (Stravinsky, 1980)

  • Symphony N° 1 (Tchaikovsky, 1981)

  • Concerto for Two Solo Pianos (Stravinsky, 1982)

  • Rossini Quartets (Rossini, 1983)

  • The Waltz Project (varios, 1988)

Estas coreografías, marcadas por la intensidad técnica y la innovación, le valieron a Martins el reconocimiento internacional como uno de los maestros de la danza más sobresalientes de su generación. Además, contribuyó a la evolución del repertorio clásico con su visión única del ballet.

Momentos clave en su carrera

A lo largo de su carrera, Martins participó en numerosos proyectos y colaboraciones que reforzaron su legado artístico. En 1981, fue nombrado maestro de ballet del New York City Ballet, un cargo que compartió con Jerome Robbins. Este fue un momento crucial en su carrera, ya que tuvo la oportunidad de trabajar directamente con algunos de los bailarines más destacados del momento y seguir contribuyendo al desarrollo artístico de la compañía.

En 1990, después de la retirada de Jerome Robbins, Martins asumió el cargo de director artístico y maestro de ballet principal del New York City Ballet, un puesto que desempeñó con gran dedicación y compromiso. Su capacidad para guiar a la compañía a través de las distintas transformaciones artísticas de la época consolidó aún más su relevancia dentro del mundo del ballet.

Otro de los momentos clave en la vida de Martins fue su incursión en el cine y la televisión. En 1977, participó junto a Suzanne Farrell en la famosa película The Turning Point, dirigida por Herbert Ross, una obra que retrató el mundo del ballet con un enfoque dramático y realista. Además, en 1978, realizó el documental A Dancer’s Life para la televisión danesa, ofreciendo una mirada íntima a la vida de los bailarines profesionales.

Relevancia actual

Aunque Martins abandonó los escenarios en 1984, su influencia sigue siendo palpable en el mundo del ballet. Su carrera no solo ha sido un testimonio de su destreza técnica y creatividad, sino también de su capacidad para formar nuevas generaciones de artistas. Desde 1982, ha sido consejero artístico del Ballet de Pennsylvania, contribuyendo a la formación de jóvenes talentos y asegurando que su legado se mantenga vivo a través de la enseñanza y la mentoría.

Como autor de su autobiografía Far From Denmark (1982), Martins compartió sus experiencias personales y profesionales, ofreciendo una visión profunda de su vida y de los desafíos que enfrentó en su carrera. A lo largo de su trayectoria, ha sido galardonado con prestigiosos premios, entre los que se incluyen el Premio Dance Magazine (1977), el Premio Nijinsky (1978), y el Premio de Honor de Arte y Cultura de Nueva York (1981), entre otros.

Martins también ha sido reconocido por su labor como embajador cultural. En 1983, recibió el título de Caballero de la Orden de Dannebrog, una distinción otorgada por el gobierno danés en reconocimiento a su impacto internacional en el campo de la danza.

Un legado que sigue vivo

El legado de Peter Martins perdura tanto en el escenario como en las aulas de danza, donde su influencia se siente a través de los bailarines que formó y las obras que dejó para las futuras generaciones. La danza clásica, especialmente en el ámbito del ballet estadounidense, sigue siendo una de las grandes herencias de Martins.

Hoy en día, su nombre sigue siendo sinónimo de excelencia en la danza, y su legado como coreógrafo y maestro continúa siendo una fuente de inspiración para artistas alrededor del mundo. Su dedicación, su pasión por la danza y su amor por el arte siguen siendo un ejemplo a seguir para todos aquellos que buscan alcanzar la perfección en el mundo del ballet.

Momentos clave en su carrera

  • 1967: Ascendió a bailarín principal en el Real Ballet Danés.

  • 1970: Se unió al New York City Ballet.

  • 1971: Participó en el estreno de Goldberg Variations de Jerome Robbins.

  • 1977: Estrella de la película The Turning Point.

  • 1981: Fue nombrado maestro de ballet en el New York City Ballet.

  • 1990: Se convirtió en director artístico y maestro de ballet principal del New York City Ballet.

  • 1991: Se casó con la bailarina Darci Kistler.

Con su impresionante carrera, su influencia perdura no solo a través de sus propios logros, sino también por su continuo trabajo para transformar el panorama del ballet clásico y moderno.