Paul von Beneckendorff und von Hindenburg (1847–1934): El Mariscal que Abrió las Puertas al Tercer Reich

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Paul von Beneckendorff und von Hindenburg (1847–1934): El Mariscal que Abrió las Puertas al Tercer Reich

Orígenes y formación militar

Contexto familiar y tradición castrense

Paul Ludwig Hans Anton von Beneckendorff und von Hindenburg, nacido el 2 de octubre de 1847 en Posen (hoy Poznan, Polonia), creció en el seno de una familia de la nobleza prusiana profundamente vinculada a la tradición militar. Su linaje le ofreció desde niño una educación orientada al servicio castrense y una mentalidad conservadora que marcaría toda su vida. Los von Hindenburg eran símbolo del orgullo prusiano y la disciplina, características que Paul absorbería como parte esencial de su carácter.

Educación en la escuela de cadetes de Berlín

Su ingreso en la escuela de cadetes de Berlín constituyó el primer paso firme hacia una carrera castrense distinguida. En este riguroso entorno, Hindenburg fue formado en estrategia, tácticas militares y liderazgo, rodeado de jóvenes de familias aristocráticas destinados a convertirse en oficiales del ejército prusiano. La férrea disciplina del sistema educativo prusiano moldeó su personalidad y consolidó su lealtad inquebrantable a la monarquía alemana.

Primeras experiencias en la Guerra Austro-Prusiana y Franco-Prusiana

Con apenas 19 años, en 1866, participó como segundo teniente de infantería en Dantzig en la Guerra Austro-Prusiana, donde resultó herido en la batalla de Sadowa. Aquella experiencia marcó su bautismo de fuego y le otorgó un reconocimiento temprano por su valentía. Posteriormente, en la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871), combatió en la batalla de Saint-Privat y tuvo el privilegio de representar a su cuerpo militar en Versalles durante la proclamación del Segundo Reich el 18 de enero de 1871. Estos éxitos cimentaron su prestigio como oficial capaz y leal.

Ascenso en el ejército imperial

Heridas y méritos en el campo de batalla

Las cicatrices de Sadowa no solo fueron físicas, sino también simbólicas: mostraban su disposición a arriesgar la vida por la grandeza de Prusia. Sus compañeros y superiores lo reconocieron como un oficial de coraje excepcional, lo que le permitió avanzar rápidamente en la jerarquía militar y participar en momentos clave de la unificación alemana.

Trayectoria como instructor y estratega en la Escuela Superior de Guerra

En 1888, Hindenburg fue designado profesor de táctica en la Escuela Superior de Guerra, institución que representaba la élite de la formación militar alemana. Además, fue admitido como miembro de la prestigiosa Academia de Guerra, desde donde contribuyó a desarrollar estrategias y doctrinas militares que serían empleadas en los grandes conflictos de principios del siglo XX. Durante estos años, trabajó bajo las órdenes de figuras legendarias como Helmuth von Moltke y Alfred von Schlieffen, profundizando su conocimiento en las teorías que llevarían a Alemania a planificar ofensivas como el famoso Plan Schlieffen.

Promociones y cargos destacados en el Estado Mayor

Gracias a su sólida reputación como estratega y a sus contactos con influyentes miembros del Estado Mayor, Hindenburg fue llamado por el general Verdy de Vernois al Ministerio de Guerra, donde en 1900 fue ascendido a general de división. En 1903 recibió el mando del IV Cuerpo en Magdeburgo, posición de gran responsabilidad, y en 1905 alcanzó el grado de general, lo que consolidó su estatus entre los altos mandos del Imperio alemán.

Primer retiro y retorno con la Primera Guerra Mundial

Retiro en 1911 y vida en Hannover

A los 64 años, en 1911, Hindenburg se retiró del servicio activo, convencido de que había cumplido con su deber. Se instaló en Hannover, donde se dedicó a la vida privada, alejado aparentemente de las turbulencias políticas. Sin embargo, su retiro fue breve: la historia aún le tenía reservado un papel central en uno de los mayores conflictos que sacudirían Europa.

Llamado al servicio tras el estallido de la Gran Guerra

El 1 de agosto de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, y el 22 de ese mes Hindenburg fue llamado nuevamente a filas, convirtiéndose en símbolo de la resistencia alemana. Su reputación como estratega y veterano de las guerras unificadoras fue crucial para que el alto mando confiara en él durante los primeros y caóticos compases del conflicto.

Derrotas iniciales y reemplazo del general von Prittwitz

Tras el fracaso del general Maximilian von Prittwitz en la batalla de Gumbinnen, donde el ejército alemán sufrió un duro revés frente a las tropas rusas del general Pavel Rennenkampf, Hindenburg fue designado comandante del VIII Ejército en Prusia Oriental. Su primera misión: evitar un avance ruso que amenazaba con devastar el corazón del Imperio Alemán.

Éxitos tempranos en el Frente Oriental

Victoria en Tannenberg junto a Erich Ludendorff

Junto a su jefe de Estado Mayor, el general Erich Ludendorff, Hindenburg protagonizó uno de los mayores triunfos del ejército alemán: la batalla de Tannenberg, del 26 al 30 de agosto de 1914. En esa campaña, lograron cercar y aniquilar al II Ejército ruso de Alexander Samsonov, capturando más de 90.000 prisioneros. La victoria fue tan aplastante que la prensa alemana presentó a Hindenburg como el salvador de la patria, convirtiéndolo en héroe nacional.

La batalla de los lagos de Mazuria y consolidación del frente

En septiembre de 1914, Hindenburg volvió a demostrar su genio estratégico al derrotar al ejército de Rennenkampf en la batalla de los lagos de Mazuria, empujando a las fuerzas rusas fuera de Prusia Oriental. Con estas victorias, logró estabilizar el frente oriental, restaurando la moral de un ejército que había comenzado la guerra con dudas y temores.

Nombramiento como mariscal de campo (Oberost) y liderazgo en Posen

Como recompensa por sus logros, el 1 de noviembre de 1914 Hindenburg fue ascendido a mariscal de campo (Oberost), el grado más alto del ejército imperial. Se estableció en Posen, desde donde dirigió la estrategia en el este y propuso un ambicioso plan para concentrar la ofensiva alemana en este frente con el objetivo de eliminar a Rusia de la guerra. Sin embargo, sus ideas encontraron la resistencia del jefe del Estado Mayor, el general Erich von Falkenhayn, quien apostaba por mantener la prioridad en el frente occidental.

Conducción del Alto Mando alemán

Ascenso a comandante en jefe y asociación con Ludendorff

El 29 de agosto de 1916, ante el estancamiento del frente occidental y los reveses sufridos por Alemania y sus aliados, Hindenburg fue nombrado comandante en jefe de todas las fuerzas alemanas, reemplazando a Erich von Falkenhayn. Su promoción marcó un punto de inflexión en la conducción militar del Reich, al conformar un poderoso tándem con Erich Ludendorff, quien se convirtió en su mano derecha y principal arquitecto operativo. Juntos, reorganizaron el esfuerzo bélico alemán y asumieron de facto el control político y militar del Imperio.

La Convención de Pless y supremacía sobre la Cuádruple Alianza

En septiembre de 1916, Hindenburg impulsó la Convención de Pless, un acuerdo firmado con el general austríaco Franz Conrad von Hötzendorf que garantizó la supremacía del mando alemán sobre las tropas de la Cuádruple Alianza. Aunque formalmente el emperador Guillermo II conservaba el mando supremo, en la práctica Hindenburg y Ludendorff se convirtieron en los verdaderos dirigentes de la guerra. Este hecho simbolizó el poder absoluto del Alto Mando alemán y desplazó a los civiles de las decisiones estratégicas.

La línea Hindenburg y la guerra de trincheras en Francia

Uno de los movimientos más emblemáticos de Hindenburg fue la construcción de un sistema de fortificaciones conocido como la línea Hindenburg, que se extendía por el norte de Francia. A partir de marzo de 1917, las fuerzas alemanas se retiraron a estas nuevas posiciones más cortas y fortificadas, reduciendo el frente en 70 kilómetros y reforzando la defensa con trincheras de hormigón. Esta línea permitió liberar tropas para otras operaciones y ralentizó el avance aliado, aunque también simbolizó la creciente desesperación del Reich por contener a sus enemigos.

Últimas campañas y desmoronamiento alemán

Ofensivas finales y fracaso en el frente occidental

Tras la Revolución Rusa y el colapso del frente oriental, Hindenburg concentró los esfuerzos alemanes en el oeste. En la primavera de 1918, dirigió las ofensivas de Kaiserschlacht, una serie de ataques masivos destinados a derrotar a los Aliados antes de la llegada de las fuerzas estadounidenses. A pesar de sus avances iniciales, la falta de suministros, la resistencia aliada y el agotamiento del ejército alemán acabaron convirtiendo la ofensiva en un fracaso que aceleró el colapso moral y logístico de Alemania.

Armisticio de Brest-Litovsk y clausura del frente oriental

Aprovechando la desorganización en Rusia tras la caída del zar y la Revolución de Octubre, Hindenburg negoció e impuso el Armisticio de Brest-Litovsk el 15 de diciembre de 1917, logrando la salida de Rusia de la guerra y consolidando enormes ganancias territoriales en el este. Sin embargo, los beneficios de esta victoria estratégica resultaron efímeros, pues la situación interna de Alemania se deterioraba rápidamente y los recursos obtenidos no fueron suficientes para sostener el esfuerzo en el oeste.

Presiones internas y negociaciones hacia el armisticio de 1918

El fracaso de las ofensivas de 1918 y el creciente descontento en el frente y en la retaguardia forzaron a Hindenburg a aceptar la necesidad de un acuerdo de paz. Durante la reunión de la corona en Spa, el 14 de agosto de 1918, aconsejó al emperador Guillermo II abrir negociaciones con el presidente estadounidense Woodrow Wilson. El 29 de septiembre, reconoció la imposibilidad de continuar la guerra y sugirió un gobierno de salvación nacional para salvar al Reich del derrumbe total.

Transición a la vida política y presidencia del Reich

Juicio en Leipzig y reivindicación personal

Tras la abdicación de Guillermo II y la caída del Imperio en noviembre de 1918, Hindenburg se mantuvo brevemente al frente de la retirada de las tropas alemanas, organizando el repliegue hacia la línea Amberes-Mosa y recomendando la firma del armisticio en Rethondes. Abandonó el ejército en julio de 1919 y, en septiembre de 1920, fue juzgado en Leipzig, donde fue declarado inocente de violaciones de las leyes de guerra, lo que reforzó su imagen de héroe ante amplios sectores conservadores alemanes.

Elección como presidente en 1925: desafíos de la República de Weimar

En abril de 1925, con el respaldo de la Unión de la Derecha, fue elegido presidente del Reich con más de 14 millones de votos, convirtiéndose en el segundo presidente de la República de Weimar. Su elección simbolizó el retorno de un representante del viejo orden imperial al poder republicano. Aunque prometió respetar la constitución, Hindenburg gobernó con un sesgo autoritario y con nostalgia monárquica, maniobrando entre partidos conservadores y nacionalistas.

Reelegido frente a Hitler en 1932 y decisiones controvertidas

Pese a sus 84 años, Hindenburg se presentó a la reelección en 1932 y logró derrotar a Adolf Hitler, obteniendo el 53% de los votos frente al 36,8% del líder nazi. Sin embargo, su segundo mandato estuvo marcado por una crisis política y económica creciente, que lo llevó a tomar decisiones que socavarían la frágil democracia alemana. La destitución del canciller Heinrich Brüning el 31 de mayo de 1932, tras las intrigas de los sectores conservadores, evidenció su pérdida de criterio para gestionar la inestabilidad política.

Camino hacia el nazismo y sus últimas acciones

Influencia de Schleicher y von Papen en su gobierno

Hindenburg fue cada vez más influenciado por los generales y políticos que lo rodeaban, como Kurt von Schleicher y Franz von Papen, quienes competían entre sí y alimentaban el caos parlamentario para imponer sus propias ambiciones. Las sucesivas cancillerías fallidas de von Papen y Schleicher contribuyeron al descrédito del régimen y allanaron el camino para el ascenso definitivo del nazismo.

Nombramiento de Hitler como canciller en 1933

Presionado por un entorno político caótico y convencido de que podría controlar a Hitler mediante un gabinete conservador, Hindenburg nombró a Adolf Hitler como canciller el 30 de enero de 1933. Este acto, fruto de su fatiga y la manipulación de su círculo cercano, resultó decisivo para el triunfo del nazismo. En pocas semanas, Hitler logró consolidar su poder gracias a medidas como el Incendio del Reichstag y la aprobación de la Ley Habilitante, que le otorgaron poderes dictatoriales.

Últimos meses de vida y su muerte en 1934

Convertido en una figura ceremonial sin influencia real, Hindenburg asistió impotente al desmantelamiento del sistema republicano. Falleció el 2 de agosto de 1934 en Gut Neudeck, Prusia Oriental. Tras su muerte, Hitler aprovechó el vacío para fusionar la presidencia y la cancillería, proclamándose Führer y consolidando su dictadura. El 14 de agosto, organizó un plebiscito que le otorgó el 89% de los votos, legitimando su poder absoluto.

Legado y controversias

De héroe de guerra a facilitador del ascenso nazi

La figura de Hindenburg quedó marcada por una paradoja: fue un héroe nacional que personificó la gloria del ejército prusiano, pero también el presidente que permitió la llegada de Hitler al poder. Para muchos historiadores, su incapacidad para adaptarse a las realidades de la República de Weimar y su nostalgia por el viejo orden imperial contribuyeron decisivamente a la caída de la democracia alemana.

Imagen histórica de Hindenburg en Alemania y el mundo

Hoy, Hindenburg es visto como un símbolo del militarismo conservador que dominó Alemania tras la unificación y un ejemplo trágico de cómo un líder prestigioso, al no comprender los cambios sociales y políticos, puede facilitar la llegada de regímenes totalitarios. Su vida resume el auge y caída del Imperio Alemán, las convulsiones de la República de Weimar y el oscuro amanecer del Tercer Reich.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Paul von Beneckendorff und von Hindenburg (1847–1934): El Mariscal que Abrió las Puertas al Tercer Reich". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hindenburg-paul-von-beneckendorff-und-von [consulta: 17 de octubre de 2025].