Hidalgo de Agüero, Bartolomé (1531-1597). El pionero de la cirugía moderna en Sevilla
Bartolomé Hidalgo de Agüero, nacido en Sevilla en 1531, es una de las figuras más destacadas de la medicina española del siglo XVI. A pesar de que su nombre no es tan conocido como otros médicos de su tiempo, su impacto en la cirugía y la evolución de las técnicas quirúrgicas ha dejado una huella importante. Hidalgo dedicó su vida al ejercicio de la medicina, especialmente en el campo de la cirugía, donde sus innovaciones fueron fundamentales para la medicina de la época. La contribución de Hidalgo fue particularmente notable por su crítica y revisión de las prácticas quirúrgicas tradicionales, lo que lo convirtió en un precursor de métodos que hoy se consideran básicos en la cirugía moderna.
Orígenes y contexto histórico
Bartolomé Hidalgo de Agüero nació en una época en la que la medicina y la cirugía estaban profundamente influenciadas por los saberes heredados de la Antigüedad, especialmente de Galeno, y las prácticas árabes que prevalecían en la península ibérica. A lo largo del siglo XVI, la cirugía estaba en un proceso de transformación, buscando una mayor precisión en los procedimientos y un mejor entendimiento de los mecanismos del cuerpo humano. Sin embargo, muchos médicos aún adherían a las antiguas doctrinas, como el «pus loable» y las curas emolientes de las heridas, que dominaban la práctica quirúrgica de la época.
En este contexto, Hidalgo de Agüero comenzó a formar sus ideas y desarrollar sus métodos en la ciudad de Sevilla, donde pasó toda su vida. Su lugar de trabajo principal fue el Hospital del Cardenal, donde pasó más de veinte años como cirujano. Fue aquí donde desarrolló y perfeccionó sus teorías, y donde pudo observar los resultados de sus métodos comparados con los de sus contemporáneos.
Logros y contribuciones
El principal logro de Hidalgo de Agüero fue su desarrollo de la «vía particular desecante», un método innovador para tratar las heridas que rompía con la tradición de la época. En su obra más famosa, Avisos particulares de syrurgia contra la comun opinion (1584), Hidalgo propuso que las heridas debían ser curadas por una «primera intención desecante», lo que implicaba la desecación de la herida para evitar la formación de pus, en lugar de usar ungüentos y métodos humectantes que eran comúnmente utilizados en ese entonces. Hidalgo criticaba duramente la llamada «vía común», que consistía en curar las heridas de manera húmeda con medicamentos y usando instrumentos de hierro, un método que él consideraba ineficaz y dañino.
En sus escritos, Hidalgo afirmaba que los antiguos cirujanos no habían descubierto este método y que él mismo había sido el primero en desarrollar un tratamiento eficaz para las heridas, basado en su experiencia en el Hospital del Cardenal. A lo largo de su carrera, Hidalgo mantuvo una postura firme contra la intervención quirúrgica invasiva, especialmente en el tratamiento de heridas en la cabeza. Desaconsejaba la trepanación o el legrado, técnicas que eran comunes en la época, argumentando que muchas de las intervenciones eran innecesarias y peligrosas.
Momentos clave
Uno de los aspectos más innovadores del trabajo de Hidalgo de Agüero fue su enfoque estadístico para comparar los resultados de su método con los de los tratamientos tradicionales. En su pliego impreso, hizo una comparación detallada entre las tasas de éxito de su método y las de sus predecesores. Por ejemplo, en su informe de 1583, Hidalgo documentó que de los 456 heridos que ingresaron en el Hospital del Cardenal ese año, solo 20 murieron. En comparación, cuando se trató a los heridos usando el enfoque tradicional, las muertes fueron más frecuentes. Esta aproximación empírica y cuantitativa fue una de las primeras en el ámbito de la cirugía, prefigurando el uso moderno de datos para evaluar la eficacia de los tratamientos médicos.
Otra de las contribuciones más importantes de Hidalgo fue su oposición a la trepanación y legrado, técnicas quirúrgicas ampliamente utilizadas en el tratamiento de las heridas craneales. Hidalgo de Agüero defendió que muchas de estas prácticas eran innecesarias y dañinas, una postura que influyó significativamente en la cirugía española del siglo XVII.
Relevancia actual
Aunque Hidalgo de Agüero fue una figura controversial en su tiempo, sus ideas y métodos han perdurado a lo largo de los siglos. Su vía particular desecante influyó en la cirugía moderna, particularmente en lo que respecta al tratamiento de heridas. A lo largo de los años, sus discípulos y seguidores, como Pedro López de León y Enrique Vaca de Alfaro, continuaron propagando sus enseñanzas, consolidando su legado en la historia de la medicina.
Los avances que promovió Hidalgo no solo se limitan a su área de especialización, la cirugía, sino que también marcaron un cambio en la forma en que se concebía la práctica médica. Su método, basado en la observación detallada y en la recopilación de datos numéricos, prefiguró los métodos de investigación que dominarían la medicina moderna.
El trabajo de Hidalgo también se refleja en su enfoque sobre los trastornos anatómicos y las enfermedades comunes de su tiempo, como la peste y la sífilis. En su Thesoro de la Verdadera Cirugia (1604), que fue publicado póstumamente por su yerno, Hidalgo incluyó una serie de estudios sobre estos temas, lo que demuestra su interés no solo por las prácticas quirúrgicas, sino también por la comprensión profunda de las enfermedades que aquejaban a su tiempo.
Legado y seguidores
El impacto de la obra de Hidalgo se ve reflejado en la enseñanza de sus discípulos. Pedro López de León, uno de sus seguidores más importantes, fue un cirujano que continuó promoviendo las teorías de Hidalgo en las primeras décadas del siglo XVII. López de León, al igual que otros discípulos, siguió la idea de no recurrir a la intervención invasiva y de curar las heridas con métodos menos agresivos.
Sin embargo, no todos compartían la visión de Hidalgo. Juan Fragoso, un médico y cirujano contemporáneo de Hidalgo, se convirtió en uno de los principales opositores a sus ideas. Fragoso defendía las prácticas quirúrgicas tradicionales y se enfrentó a Hidalgo en varios escritos. A pesar de estas diferencias, la influencia de Hidalgo sobre la cirugía española fue duradera y profunda.
Obras destacadas
Las obras más representativas de Hidalgo de Agüero incluyen:
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Avisos particulares de syrurgia contra la comun opinion (1584)
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Thesoro de la Verdadera Cirugia (1604)
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Anatome del cuerpo humano (descripción de los estudios anatómicos realizados por Hidalgo)
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De la historia del ojo (monografía sobre el ojo humano)
Estas obras no solo documentaron su práctica quirúrgica, sino que también ofrecieron nuevas perspectivas sobre la medicina y la cirugía, contribuyendo a la evolución de la disciplina en la España del siglo XVI.
El legado de Hidalgo de Agüero perdura en la historia de la cirugía española, y su influencia puede rastrearse en la obra de sus discípulos y en el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas que marcarían la medicina de los siglos venideros.
MCN Biografías, 2025. "Hidalgo de Agüero, Bartolomé (1531-1597). El pionero de la cirugía moderna en Sevilla". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/hidalgo-de-aguero-bartolome [consulta: 29 de septiembre de 2025].