Fernando Guillén (1932-2013): Un actor polifacético del cine, teatro y televisión español
Fernando Guillén, nacido el 22 de noviembre de 1932 en Barcelona y fallecido el 17 de enero de 2013 en Madrid, es recordado como uno de los actores más representativos de la escena española durante la segunda mitad del siglo XX. Su carrera abarcó diversos ámbitos, desde el teatro hasta la televisión y el cine, destacándose por su versatilidad y por su capacidad para interpretar tanto papeles dramáticos como cómicos con una notable solvencia. A lo largo de su trayectoria, Guillén demostró un profundo amor por la actuación y una incansable dedicación a su oficio, ganándose un lugar privilegiado en el corazón del público y de la crítica.
Orígenes y contexto histórico
Fernando Guillén, de nombre completo Fernando Gallego Guillén, nació en Barcelona en una época en la que el país atravesaba convulsiones políticas y sociales debido al final de la Guerra Civil Española y la posterior dictadura de Francisco Franco. En sus primeros años, Guillén mostró una gran inclinación por el mundo artístico, lo que le llevó a ingresar en la Universidad, donde comenzó a formarse en el ámbito de la dramaturgia. Fue en esta etapa donde descubrió su verdadera vocación, participando activamente en el Teatro Español Universitario, lo que le permitió adentrarse en el mundo escénico.
La década de los años 50 fue crucial para Guillén, pues, tras su paso por el Teatro Español Universitario, se unió a las Compañías Nacionales del Teatro María Guerrero y Teatro Español, comenzando así una carrera que lo llevaría a formar su propia compañía en el futuro. A lo largo de esta etapa, Guillén perfeccionó su técnica y aprendió los secretos del teatro clásico y moderno, lo que lo preparó para afrontar los desafíos de una carrera que abarcaría diversas disciplinas artísticas.
Logros y contribuciones
Fernando Guillén destacó especialmente por su trabajo en televisión y cine, aunque también dejó una huella indeleble en el teatro. Uno de los hitos más importantes de su carrera fue su colaboración en los primeros programas dramáticos de TVE, donde debutó en 1958 con la obra Pesadilla, de William Irish. Este programa de gran éxito se convirtió en un referente para la televisión de la época y permitió a Guillén consolidarse como uno de los rostros más conocidos de la pantalla.
Su participación en Estudio 1, el emblemático programa de teatro televisado de la televisión española, lo convirtió en una figura central del medio en la década de los años 60. A lo largo de esta etapa, Guillén fue protagonista de una amplia variedad de obras, tanto en solitario como acompañado de su esposa, la actriz Gemma Cuervo. También participó en programas tan importantes como Novela y Los encuentros, donde tuvo la oportunidad de trabajar con destacados realizadores como Adolfo Marsillach, Pilar Miró o Gonzalo Herralde, lo que le permitió enriquecer su repertorio y ampliar su presencia en la televisión española.
En cuanto al cine, Guillén comenzó a incursionar en la pantalla grande en los años 50, interpretando pequeños papeles en películas como Un día perdido (1954), de José María Forqué, y La frontera del miedo (1957), de Pedro Lazaga. Aunque sus primeros papeles en el cine no fueron de gran relevancia, Guillén fue ganando terreno con el tiempo y, en la década de los 80, logró obtener papeles protagonistas que consolidaron su carrera en el séptimo arte. Entre sus papeles más destacados en esa etapa se encuentran los de El caso Almería (1983) y Redondela (1986), ambas de Pedro Costa, así como su participación en películas como La telaraña (1990), de Antoni Verdaguer, y Martes de carnaval (1991), de Pedro Carvajal y Fernando Bauluz.
Además de sus intervenciones en grandes producciones cinematográficas, Guillén también destacó por su capacidad para asumir papeles especiales y colaboraciones en proyectos de menor envergadura pero de gran impacto artístico. En este sentido, cabe recordar su participación en películas como La puñalada (1989), de Jorge Grau, por la cual recibió el Premio de la Generalitat de Catalunya, y su papel en La noche oscura (1989), de Carlos Saura, que le valió elogios por su interpretación. Guillén se mostró igualmente hábil en la comedia, como lo demuestra su intervención en ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? (1993), de Manuel Gómez Pereira.
Momentos clave de su carrera
A lo largo de su carrera, Fernando Guillén vivió diversos momentos claves que marcaron su evolución como actor. A continuación, se destacan algunos de los más relevantes:
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1958 – Debut en televisión con Pesadilla, de William Irish.
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1960s – Participación en Estudio 1, un programa que lo catapultó a la fama.
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1983 – Protagoniza El caso Almería, uno de sus primeros papeles protagónicos en el cine.
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1989 – Recibe el Premio de la Generalitat de Catalunya por su actuación en La puñalada.
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1991 – Gana un Goya por su interpretación en Don Juan en los infiernos.
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1993 – Actúa en ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, una de las comedias más representativas de su carrera.
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2000 – Participa en la obra de teatro para televisión El chalet de Madame Renard.
Relevancia actual
Fernando Guillén sigue siendo recordado como una figura esencial del cine, la televisión y el teatro en España. Su capacidad para interpretar una amplia gama de personajes lo convirtió en uno de los actores más completos y admirados de su generación. Aunque muchos de sus proyectos fueron lanzados en las décadas de los 60, 70 y 80, su legado continúa vivo a través de sus interpretaciones, que siguen siendo una fuente de inspiración para nuevos actores y directores.
El talento y la versatilidad de Guillén no solo fueron reconocidos por el público, sino también por la crítica, que destacó su habilidad para adaptarse a diferentes géneros, desde el drama más profundo hasta la comedia más ligera. A lo largo de su vida, Guillén trabajó con algunos de los cineastas y realizadores más influyentes de su tiempo, como José María Forqué, Pedro Lazaga, Adolfo Marsillach, Pilar Miró y Gonzalo Herralde, entre otros.
Además de su legado artístico, su influencia sigue viva a través de sus hijos, Fernando y Cayetana Guillén Cuervo, quienes también han seguido sus pasos en el mundo de la actuación. Con ello, la familia Guillén continúa siendo un referente de la interpretación en el panorama audiovisual español.
Fernando Guillén fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes nombres de la escena artística española, un actor que dejó una huella imborrable en todos los medios en los que participó. Su versatilidad, su pasión por la actuación y su capacidad para conectar con el público lo convierten en una figura emblemática cuya memoria perdurará en el tiempo.
MCN Biografías, 2025. "Fernando Guillén (1932-2013): Un actor polifacético del cine, teatro y televisión español". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/guillen-fernando [consulta: 29 de septiembre de 2025].