Filipo, Marco Julio. Emperador de Roma (204-249): El ascenso y caída de Filipo el Árabe

Filipo el Árabe, conocido formalmente como Marco Julio Filipo, fue un emperador romano que gobernó entre los años 244 y 249 d.C. Nacido en Idumea, en lo que hoy se conoce como Arabia, el emperador marcó un hito en la historia de Roma no solo por su origen, sino también por sus decisiones políticas y las circunstancias que rodearon su ascenso al poder. Su mandato se desenvolvió en una época de crisis para el Imperio Romano, en la cual las luchas internas y las amenazas externas desestabilizaron el imperio.

Orígenes y contexto histórico

Marco Julio Filipo nació en el año 204 d.C. en Idumea, una región de Arabia que formaba parte de la provincia de la Trachonitide. Era descendiente de una familia del ordo ecuestre, lo que lo situaba en una posición social privilegiada, aunque no era de origen noble romano. De ahí proviene su apodo, «Filipo el Árabe», una distinción que señala sus raíces fuera de Roma.

Su carrera comenzó como un militar competente que escaló posiciones en el aparato militar romano. Fue nombrado Prefecto del Pretorio durante el reinado del emperador Gordiano III. En este cargo, Filipo participó activamente en las campañas contra el rey persa Sapor I, un conflicto clave durante la época. La derrota romana ante las fuerzas persas en el año 244 d.C. fue un punto de inflexión crucial en su vida y en la historia del Imperio Romano.

Logros y contribuciones

El ascenso de Filipo al poder fue una consecuencia directa de la crisis que se vivió tras la derrota en Persia. Tras la muerte de Gordiano III, ocurrida durante la campaña contra Sapor I, Filipo fue proclamado emperador por las tropas romanas. El ejército, frustrado por las derrotas y la falta de liderazgo, se rebeló contra el emperador y eligió a Filipo como su nuevo líder.

Uno de los primeros actos de gobierno de Filipo fue la firma de la paz con Sapor I, quien en ese momento representaba una de las mayores amenazas para el Imperio Romano. Según el historiador Zósimo, el tratado fue muy favorable para Roma, ya que permitió que Filipo recibiera los títulos de Parthicus y Persicus Maximus, en reconocimiento a su capacidad para gestionar la paz con Persia. Sin embargo, fuentes persas, como las Res Gestae, revelan que los términos de la paz fueron mucho menos favorables para los romanos, ya que Filipo pagó una cuantiosa suma de 500.000 áureos para rescatar a los prisioneros romanos.

En su retorno a Roma, el Senado aprobó su elección y lo ratificó como emperador. Su hijo, Marco Junio Severo Filipo, fue nombrado césar y su esposa, Marcia Octacilia, fue designada Augusta. Uno de los aspectos más llamativos de su gobierno fue la tolerancia hacia las comunidades cristianas, lo que ha llevado a algunos historiadores a considerar a Filipo el primer emperador romano convertido al cristianismo. Esto se debe, en parte, a las cartas que mantuvo con el teólogo cristiano Orígenes, aunque Filipo continuó siendo el Pontifex Maximus y celebró los Juegos Seculares para conmemorar el milenario de Roma en 240 d.C.

Momentos clave

El reinado de Filipo estuvo marcado por diversos desafíos, tanto internos como externos. Entre los momentos más importantes de su gobierno se encuentran:

  1. La defensa de la Dacia (245-247 d.C.): Filipo tuvo que enfrentarse a una invasión de los carpos, una tribu bárbara que invadió la región de la Dacia, al norte del Imperio Romano. Filipo logró repeler la invasión y, como resultado de su victoria, fue honrado con los títulos de Carpicus y Germanicus.

  2. Rebeliones y motines (248 d.C.): Durante el año 248, el Imperio Romano se vio sacudido por una serie de rebeliones y motines en diversas regiones. En la zona danubiana, las tropas de Mesia y Panonia proclamaron a Tito Claudio Marino Pacaciano como emperador. La situación se complicó aún más con la presión de los bárbaros, quienes exigieron el pago de estipendios.

  3. El ascenso de Decio: En un giro dramático de los acontecimientos, Decio, quien estaba al mando de las tropas en la región danubiana, obtuvo una victoria decisiva sobre los godos. Esta victoria le permitió ser proclamado emperador por sus propias tropas, lo que desató un conflicto entre él y Filipo. Ambos se enfrentaron en una batalla decisiva en el norte de Italia, cerca de Verona, en el año 249 d.C.

La caída de Filipo y su legado

La batalla entre Filipo y Decio, que tuvo lugar en 249 d.C., marcó el fin del reinado de Filipo el Árabe. Filipo fue derrotado y murió en el campo de batalla. Su hijo, Marco Junio Severo Filipo, también fue capturado y ejecutado por las tropas pretorianas, lo que puso fin a la dinastía de los Filipo.

Aunque el reinado de Filipo fue relativamente breve, su gobierno dejó una huella en la historia del Imperio Romano. Filipo es recordado por su intento de pacificar a los cristianos y por sus esfuerzos por estabilizar el imperio en tiempos de gran agitación. No obstante, su caída también evidenció las dificultades inherentes a gobernar un imperio en crisis, marcado por la corrupción, las revueltas y la creciente presión de los pueblos bárbaros.

En cuanto a su legado, es importante mencionar que Filipo el Árabe fue uno de los emperadores que tuvo que lidiar con la compleja política interna de Roma. La división y las luchas internas entre las distintas facciones del imperio fueron algunos de los elementos que contribuyeron a su derrota. Además, la rápida sucesión de emperadores durante esta época refleja la fragilidad del sistema imperial en un momento de decadencia y crisis.

Aunque muchos historiadores se centran en las derrotas y dificultades que Filipo enfrentó durante su gobierno, su figura también representa la lucha por mantener el equilibrio en un imperio vasto y diverso. En este sentido, su figura sigue siendo un tema de estudio para aquellos interesados en entender la historia de la Roma imperial en el siglo III d.C.


Bibliografía

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RÉMONDON, R. La crisis del Imperio Romano. De Marco Aurelio a Anastasio. Barcelona; Labor, 1979.

ROLDÁN HERVÁS, J.M. Historia de Roma. Salamanca; Universidad, 1995.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Filipo, Marco Julio. Emperador de Roma (204-249): El ascenso y caída de Filipo el Árabe". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/filipo-marco-julio-emperador-de-roma [consulta: 16 de julio de 2025].