Manuel Díez Canseco (1819-1864). El militar peruano clave en las guerras civiles y la consolidación republicana

Manuel Díez Canseco fue una figura sobresaliente dentro del convulso panorama político-militar del Perú del siglo XIX. Su carrera, marcada por el coraje en los campos de batalla y su papel en momentos decisivos de la historia republicana, lo consolidó como uno de los principales artífices del orden interno durante un periodo caracterizado por continuas luchas por el poder. Desde su juventud mostró una firme determinación en el ámbito militar, participando activamente en campañas cruciales y ocupando altos cargos en distintos gobiernos. Su influencia se extendió desde los enfrentamientos armados hasta las tribunas políticas, dejando un legado notable en la historia del Perú.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en 1819, Manuel Díez Canseco fue contemporáneo de una etapa decisiva para el Perú: la construcción de su Estado republicano tras la independencia. Fue en este entorno inestable, lleno de revueltas y guerras internas, donde se forjaron figuras clave como Díez Canseco. Su formación y ascenso dentro del ejército peruano se enmarcaron en el contexto de las luchas por el poder entre diferentes caudillos militares, que intentaban consolidar sus proyectos políticos y económicos.
En 1835, con apenas 16 años, se unió al batallón Ayacucho, donde su actuación en la batalla de Yanacocha le valió un rápido ascenso a subteniente. Esta primera experiencia lo situó bajo las órdenes del general Luis José Orbegoso, quien confió en sus capacidades y le otorgó el grado de capitán en enero de 1836, tras su valiente participación en la toma de los castillos del Callao.
Este periodo fue testigo de la efímera existencia de la Confederación Perú-Boliviana, la cual dividió profundamente al país entre restauradores y confederados. Díez Canseco se alineó con los restauradores, un bando que buscaba restablecer la unidad nacional, convirtiéndose así en protagonista de numerosos enfrentamientos militares.
Logros y contribuciones
La carrera militar de Díez Canseco fue meteórica. Su paso por el batallón Cazadores de Ancash, en el que fue nombrado capitán, fue decisivo en la campaña contra las tropas del general Vivanco, uno de los rivales más persistentes del orden republicano. En marzo de 1841 participó en la campaña de Collamarca, tras la cual fue ascendido a sargento mayor.
Ese mismo año, su valor volvió a quedar demostrado en la toma de La Paz y en la batalla de Agua Santa, donde su liderazgo fue fundamental para el triunfo del ejército restaurador. Gracias a esta actuación, el general Nieto lo promovió a teniente coronel cuando apenas contaba con 23 años, reflejando su ascendente papel dentro del ejército nacional.
Posteriormente, bajo el liderazgo del mariscal Ramón Castilla, Díez Canseco fue nombrado comandante del batallón Gamarra y participó en la batalla de Carmen Alto, el 22 de julio de 1844. Con la consolidación del poder de Castilla, Díez Canseco fue ganando influencia política, especialmente entre 1845 y 1851, periodo en el que desempeñó roles clave en el gobierno y alcanzó el rango de coronel en 1848.
Principales cargos ocupados por Díez Canseco
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Capitán del batallón Ayacucho (1836)
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Capitán del batallón Cazadores de Ancash (1841)
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Teniente coronel tras la batalla de Agua Santa (1841)
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Coronel del ejército durante el gobierno de Castilla (1848)
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General de brigada tras la batalla de La Palma (1855)
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Prefecto del departamento de la Libertad (1855)
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Ministro de Guerra (1856)
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Senador por Arequipa (1858)
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Diputado por Islay (1860)
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Prefecto de Arequipa (1861)
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General del Estado Mayor (1861)
Momentos clave
Uno de los episodios más determinantes en la carrera de Díez Canseco fue su participación en la batalla de La Palma, el 5 de enero de 1855. En esta confrontación, lideró con éxito las tropas de Castilla durante el golpe de estado que depuso a Rufino Echenique, quien había sucedido a Castilla en la presidencia.
Esta victoria no solo consolidó el regreso de Castilla al poder, sino que catapultó a Díez Canseco al rango de general de brigada, integrándolo al círculo más cercano del presidente. Como recompensa a su fidelidad y capacidades estratégicas, fue nombrado prefecto del departamento de la Libertad y, más tarde, ministro de Guerra en 1856. Desde este cargo, tuvo que enfrentarse a un nuevo levantamiento dirigido nuevamente por Vivanco, esta vez en el puerto del Callao. Aunque logró defender exitosamente la plaza, el asedio dejó secuelas graves en su salud.
Esta batalla fue un punto de inflexión, pues la enfermedad pulmonar que contrajo durante el asedio al Callao lo alejaría progresivamente del ámbito militar activo. Sin embargo, no abandonó la vida pública: en 1858 fue elegido senador por Arequipa, y en 1860 diputado por Islay. En 1861 volvió a ocupar una posición ejecutiva como prefecto de Arequipa, antes de ser designado general del Estado Mayor a finales de ese año.
Relevancia actual
La figura de Manuel Díez Canseco ocupa un lugar destacado en la historia republicana peruana por su papel como militar leal, estratega eficaz y político comprometido con el fortalecimiento del Estado. Su trayectoria se entrelaza con los procesos de consolidación institucional posteriores a la independencia y con la pacificación de un país marcado por las luchas caudillistas.
Más allá de sus méritos militares, también se le reconoce por su participación activa en el ámbito político, en especial como representante de regiones claves como Arequipa e Islay. Su paso por el Ministerio de Guerra, en un momento en que la estabilidad del país pendía de un hilo, subraya su rol como figura de contención frente a las rebeliones armadas.
El retiro de Díez Canseco en 1862 por motivos de salud marcó el cierre de una intensa vida pública. El viaje a París con la esperanza de recuperar su salud fue infructuoso. Finalmente, falleció el 9 de marzo de 1864 en la capital francesa, víctima de la enfermedad pulmonar contraída durante la defensa del Callao. Su vida representa el sacrificio y entrega de una generación de militares peruanos que pusieron todo su esfuerzo al servicio del orden y la gobernabilidad.
En la actualidad, su legado es recordado como el de un hombre de armas y convicciones firmes, cuya carrera simboliza la lucha por un Perú más estable, más fuerte y con instituciones consolidadas. En un periodo caracterizado por las rivalidades internas y la falta de continuidad institucional, la figura de Díez Canseco destaca como un ejemplo de liderazgo y lealtad a la causa republicana.
MCN Biografías, 2025. "Manuel Díez Canseco (1819-1864). El militar peruano clave en las guerras civiles y la consolidación republicana". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/diez-canseco-manuel [consulta: 28 de septiembre de 2025].