Acario Cotapos Baeza (1889-1969). El compositor chileno que conquistó el mundo con su música

Acario Cotapos Baeza (1889-1969) fue uno de los músicos más destacados de Chile en el siglo XX, cuyas composiciones dejaron una huella imborrable tanto en su país natal como en el panorama internacional. Nacido en Valdivia el 30 de abril de 1889, Cotapos se formó como compositor en un contexto cultural desafiante, pero su pasión por la música lo llevó a hacer aportes significativos a la música clásica, en especial a través de sus composiciones sinfónicas y operísticas. A lo largo de su carrera, estableció relaciones con algunos de los compositores y artistas más influyentes de la época, lo que le permitió fusionar diversas influencias y lograr una obra personal y única.
Orígenes y contexto histórico
Acario Cotapos nació en Valdivia, una ciudad del sur de Chile, que se convirtió en su punto de partida para una carrera musical que cruzaría fronteras. En sus primeros años de vida, mostró un talento inusitado para la música. En 1902, comenzó sus estudios de piano en Santiago, lo que marcó el inicio de su formación musical. Si bien inicialmente se inclinó por el derecho en la Universidad de Chile, pronto abandonó esa carrera debido a su creciente dedicación a la música.
Además del piano, Cotapos estudió fagot y composición de manera autodidacta, utilizando como fuente de inspiración las obras de compositores como Richard Wagner, cuya influencia marcó fuertemente su formación musical. A través del análisis de estos autores del siglo XIX, Cotapos desarrolló un estilo propio que, si bien estuvo enmarcado dentro del sistema tonal, nunca se adhirió a un movimiento estético específico.
En su etapa universitaria, hizo amistad con figuras clave de la cultura chilena como el músico Alfonso Leng y el arquitecto Pedro Prado, con quienes fundó el grupo Los Diez, un colectivo de artistas y intelectuales que buscaban impulsar la vanguardia cultural en Chile. En 1916, el grupo publicó la revista «Los Diez», que fue una plataforma para la difusión de las ideas y obras de sus miembros. En esta publicación, Cotapos dio a conocer su «Fragmento de un poema sinfónico para piano», una de sus primeras obras impresas.
Logros y contribuciones
La carrera internacional de Cotapos comenzó en 1916, cuando decidió trasladarse a Nueva York, un centro cultural de gran efervescencia en la época. Durante su estancia en la ciudad, que duró hasta 1927, se relacionó con artistas y compositores como Edgar Varèse y Aaron Copland, lo que enriqueció su estilo musical. En 1918, estrenó «Le Détachement vivant» para voz y conjunto instrumental en el Aeolian Hall de Nueva York, con la cantante Eva Gauthier como solista vocal. La obra fue bien recibida por la crítica, lo que impulsó aún más la carrera de Cotapos.
En Nueva York, también colaboró estrechamente con Edgar Varèse en la fundación del International Composers’ Guild, una organización dedicada a promover la música vanguardista. Cotapos, Varèse, el compositor polaco Karol Szymanowski y el italiano Alfredo Casella fueron asesores técnicos de esta institución, que desempeñó un papel crucial en la difusión de compositores modernos.
Tras su tiempo en Estados Unidos, Cotapos se trasladó a París en 1927, donde continuó desarrollando su obra. En la capital francesa, entró en contacto con artistas de la talla de Juan Gris, Pablo Picasso, Olivier Messiaen y Arthur Honegger. Fue en París donde reescribió su obra «Le Détachement vivant», transformándola en «Prélude -étude d´aprés un arbre», una versión para orquesta que se presentó en 1932 en la Salle Gaveau.
El ambiente cultural parisino también fue clave en el desarrollo de su proyecto «Voces de gesta», una tragedia lírica basada en los poemas de Ramón María del Valle Inclán, que se estrenó parcialmente en 1932. Cotapos pasó una década en París, hasta 1934, momento en el que decidió mudarse a Madrid.
Momentos clave
En Madrid, Cotapos estuvo en contacto con intelectuales y poetas como Pablo Neruda, Federico García Lorca y Manuel Altolaguirre, quienes fueron influyentes en su obra. Fue en esta ciudad donde, en 1935, se estrenaron fragmentos de «Voces de gesta» en el Teatro Calderón bajo la dirección de Enrique Fernández Arbós.
A lo largo de la década de 1930, Cotapos se implicó de manera activa en la Guerra Civil española, apoyando al bando republicano. Fue en este contexto que colaboró con la revista El Mono Azul, publicada por la Alianza de Intelectuales Antifascistas en Defensa de la Cultura, donde escribió varios artículos y reflexiones sobre la situación política y cultural del momento.
En 1939, tras el fin de la Guerra Civil española, Cotapos regresó a Chile, donde continuó promoviendo la música española, particularmente las obras de compositores como Rodolfo Halffter, Gustavo Durán y Gustavo Pittaluga, que había conocido en Madrid.
En Chile, Cotapos desarrolló importantes proyectos, como su ópera «El pájaro burlón» y el poema épico-musical «Manuel Rodríguez». También realizó varios viajes a Buenos Aires, donde se estrenaron algunas de sus obras. En 1940, los «Cuatro Preludios para orquesta» fueron estrenados en el Teatro Colón de Buenos Aires, y más tarde, en 1957, su obra «Balmaceda» fue estrenada en París.
Relevancia actual
Cotapos, a pesar de haber mantenido una línea estética constante a lo largo de su carrera, nunca dejó de ser un innovador. Su música, cargada de armonía densa y preocupaciones tímbricas, ha sido elogiada por importantes directores de orquesta como Sergiu Celibidache, quien lo consideró un verdadero revolucionario musical. Su estilo no se adscribió a ninguna corriente concreta y mantuvo un enfoque único sobre el uso de la tonalidad y la instrumentación.
En 1958, Cotapos regresó definitivamente a Chile, donde recibió el Premio Nacional de las Artes en 1960, un reconocimiento a su contribución al arte musical. Ese mismo año, la Sociedad Nacional de Bellas Artes Chilena le otorgó el Premio Hernando Adriazola Cruz por su obra «Sinfonía preliminar» de «El pájaro burlón». Además, Pablo Neruda, quien había sido su amigo cercano, le dedicó varios poemas, entre ellos «Oda a Acario Cotapos», en los que exaltaba su talento y la profundidad de su obra.
Acario Cotapos falleció el 22 de noviembre de 1969 en Santiago de Chile, dejando un legado musical invaluable que sigue siendo admirado por músicos y críticos. Su obra refleja no solo el contexto histórico y político de su época, sino también la capacidad de la música para trascender fronteras y convertirse en un vehículo para el cambio social y cultural.
Su influencia se mantiene vigente, no solo en la música chilena, sino también en la música clásica internacional, donde es reconocido por su estilo único, su profundo compromiso con la innovación y su dedicación a la evolución de la música del siglo XX.
MCN Biografías, 2025. "Acario Cotapos Baeza (1889-1969). El compositor chileno que conquistó el mundo con su música". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cotapos-baeza-acario [consulta: 28 de septiembre de 2025].