Boix y Moliner, Miguel Marcelino (1636-1722): El Médico que Desafió la Tradición Médica en el Siglo XVII
Boix y Moliner, Miguel Marcelino (1636-1722): El Médico que Desafió la Tradición Médica en el Siglo XVII
Miguel Marcelino Boix y Moliner, nacido en 1636 en Cuevas de Vinromá, Castellón, fue una de las figuras más controvertidas y significativas de la medicina española del siglo XVII. Conocido por su enfoque renovador, que rompía con las estrictas tradiciones del galenismo, su legado ha dejado una huella profunda en la historia de la medicina europea. Este artículo repasa su vida, sus logros y las ideas que defendió a lo largo de su carrera.
Orígenes y contexto histórico
Miguel Boix y Moliner nació en una época en la que la medicina estaba dominada por la influencia de Galeno y su interpretación del trabajo de Hipócrates. La medicina del momento se encontraba muy centrada en las doctrinas galénicas, que no solo regulaban los tratamientos médicos, sino que también eran el pilar fundamental en las universidades. La Universidad de Alcalá, en la que Boix se formó como médico, seguía los principios rígidos del galenismo, lo que le provocó conflictos con muchos de sus contemporáneos.
A pesar de los obstáculos, Boix logró licenciarse en medicina y se trasladó a Madrid para completar su formación junto a los cirujanos mayores del Hospital General. Fue en la capital donde comenzó a involucrarse con los círculos de novatores, aquellos médicos que se oponían a las doctrinas tradicionales y abogaban por un enfoque más experimental y empírico.
Logros y contribuciones
Una de las características más sobresalientes de Boix fue su profundo escepticismo hacia las prácticas médicas tradicionales, particularmente las que estaban basadas en la teoría galénica. Su pensamiento médico se sustentaba en el empirismo y la observación clínica, que consideraba como los únicos métodos válidos para desarrollar un conocimiento médico fiable. Su primera gran obra, Hippocrates defendido (1711), fue una crítica feroz al galenismo. En ella, Boix acusó a Galeno de distorsionar los textos hipocráticos por interés personal, subrayando que el médico romano había interpretado mal las enseñanzas de Hipócrates para adaptar la teoría médica a sus propias ideas.
El rechazo de Boix a la medicina tradicional se extendió también a las prácticas más comunes de la época, como las sangrías y las purgas. Criticó con dureza el abuso de estos métodos, argumentando que desarmaban la capacidad natural del cuerpo para sanar. De acuerdo con su visión, los médicos no debían intervenir de forma agresiva, sino que debían limitarse a observar y ayudar a la naturaleza en su proceso de curación.
Su postura se basaba en las enseñanzas de figuras influyentes como Francis Bacon, Thomas Sydenham, y Miguel Sabuco, quienes promovían un enfoque más experimental y científico en la medicina. En su obra, Boix se apoyó en citas de estos pensadores para consolidar su visión renovadora.
Momentos clave en la carrera de Boix
Uno de los momentos más significativos de su vida profesional ocurrió en 1693, cuando, debido a sus ideas innovadoras, Boix se trasladó de Alcalá a Vallecas y, tres años después, a Madrid. Fue en la corte madrileña donde encontró un entorno más favorable para su pensamiento. En este contexto, se unió a otros médicos que compartían su visión crítica, y en 1696, Boix fue uno de los tres «socios fundadores» de la Regia Sociedad de Medicina, junto a Juan de Cabriada y Diego Mateo Zapata. Esta sociedad representaba una nueva corriente de pensamiento médico en España, que se oponía a las enseñanzas tradicionales impuestas por las universidades.
En 1716, Boix publicó su segunda obra importante, Hipocrates aclarado y sistema de Galeno impugnado. En este libro, reiteró muchas de las ideas que había expuesto en su primer trabajo y las amplió, criticando aún más los sistemas médicos basados en la tradición galénica. A lo largo de su obra, incluyó cartas de apoyo de científicos franceses como Bernard le Bovier de Fontenelle, quien alabó la validez de sus ideas, e incluso figuras del ámbito científico como Salvador Leonardo de Flores y Martín Martínez, quienes defendieron su postura frente a las críticas de los médicos más tradicionales.
Relevancia actual
El legado de Boix y Moliner se ha mantenido vigente hasta la actualidad, principalmente por su contribución al desarrollo del empirismo y la medicina moderna. Su rechazo a las doctrinas cerradas y su énfasis en la observación directa de los pacientes fueron principios fundamentales para el avance de la medicina en el siglo XVIII. El debate entre los novatores y los médicos adheridos a la tradición galénica marcó una parte significativa de la transición hacia la medicina moderna, y Boix fue uno de sus máximos exponentes.
A lo largo de su carrera, Boix también fue un defensor de las ideas de Miguel Sabuco, un pensador cuya teoría sobre el «succus nerveus» influyó en el desarrollo de las primeras ideas sobre el sistema nervioso. Boix, al igual que Sabuco, cuestionó las explicaciones tradicionales sobre el funcionamiento del cuerpo humano, sugiriendo una comprensión más dinámica y empírica. Este enfoque ayudó a sembrar las bases para futuras investigaciones en fisiología y neurología.
Su énfasis en la observación clínica y el rechazo de los sistemas médicos dogmáticos también anticipó el auge de corrientes como la medicina escéptica, defendida más tarde por Martín Martínez en obras como Medicina sceptica (1722-25). En este sentido, Boix puede considerarse una figura clave en la transición hacia un enfoque más científico y racional de la medicina.
Obras de Boix
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Hippocrates defendido (1711) – Una crítica al galenismo desde una perspectiva hipocrática renovada.
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Hipocrates aclarado y sistema de Galeno impugnado (1716) – Una profundización en las ideas presentadas en su primera obra, con el apoyo de científicos franceses y otros novatores.
Contribuciones a la medicina
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Empirismo médico: Boix defendió la importancia de las observaciones clínicas y el método científico frente a las doctrinas tradicionales.
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Rechazo de las prácticas galénicas: Criticó fuertemente los tratamientos como las sangrías y las purgas, que consideraba dañinos.
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Difusión del pensamiento de Sabuco: Apoyó y difundió las ideas de Miguel Sabuco, especialmente su teoría del «succus nerveus».
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Fundación de la Regia Sociedad de Medicina: Junto con otros médicos novatores, Boix ayudó a fundar esta sociedad que representaba una nueva corriente en la medicina española.
Bibliografía
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BOIX Y MOLINER, Miguel Marcelino. Hipócrates defendido de las imposturas y calumnias que algunos médicos poco cautos le imputan, en particular de la curación de las enfermedades agudas, pues hasta ahora todavía se ignora cómo las curaba. (Madrid, Mateo Blanco, 1711).
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BOIX Y MOLINER, Miguel Marcelino. Hipócrates aclarado y sistema de Galeno impugnado, por estar fundado sobre dos aforismos de Hipócrates no entendidos que son el tercero y el veintidós del primer libro. (Madrid, Blas de Villa, 1716).
Estudios:
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PRIETO AGUIRRE, José F. La obra de Boix y Moliner. Historia de una polémica, Seminario de Historia de la Medicina Española. (Salamanca, 1960).
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HERMOSILLA MOLINA, Antonio. Cien años de medicina sevillana. (Sevilla, CSIC, 1970).
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LÓPEZ PIÑERO, José María. La mentalidad antisistemática en la medicina española del siglo XVIII, Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 12, pp. 193-212. (1973).
Enlaces a biografías relevantes:
MCN Biografías, 2025. "Boix y Moliner, Miguel Marcelino (1636-1722): El Médico que Desafió la Tradición Médica en el Siglo XVII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/boix-y-moliner-miguel-marcelino [consulta: 18 de octubre de 2025].