Boabdil, el Chico; Abdallah o Abu-Abdillah (¿-1527).


Boabdil, el Chico.

Último rey musulmán de Granada, perteneciente a la dinastía de los nazaríes, nacido en Granada en fecha desconocida y muerto en Fez en 1527. Su verdadero nombre era el de Muhamed Abú Abdallah, y reinó bajo el nombre de Muhammad XII desde 1482 hasta 1492, cuando su reino fue conquistado por los Reyes Católicos (véanse Fernando II, Rey de Aragón y V de Castilla e Isabel I, Reina de Castilla y León). Fue hijo de Muley Hacén, con el cual se enfrentó por la corona granadina.

Las rivalidades entre su madre, Aixa, y la favorita de su padre, la cristiana Isabel de Solís, que al convertirse al Islam adoptó el nombre de Zoraida, fomentaron la lucha en el harén que se tradujo en el enfrentamiento entre los dos bandos que se disputaban el poder del reino: los zegríes y los abencerrajes. Los primeros apoyaban a Muley, mientras que los abencerrajes apoyaron a su hijo, expulsado del reino junto con su madre a causa de estas disputas.

Con motivo de una revuelta de los seguidores de Boabdil, éste fue encarcelado junto con su madre en la Alhambra; al poco tiempo consiguió escapar con la ayuda de las doncellas de su madre y reunirse con sus partidarios, a los cuales convocó en Guadix. Desde allí marchó sobre la ciudad de Granada, donde fue reconocido soberano en 1482 por los abencerrajes. Su padre, sin apoyos en esos momentos, tuvo que refugiarse en Málaga desde donde, ayudado por los zegríes, consiguió recuperar el poder que le arrebató su hermano Abdallah el Zagal, apoyado por los Venegas. Entonces se produjeron sangrientos combates entre el tío y el sobrino por las calles de la capital en los que se mezclaron las masas populares descontentas por los elevados impuestos a los que estaban sometidos. La lucha sólo se detuvo ante la noticia del ataque cristiano a Loja; entonces, tanto Muley como El Zagal y Boabdil decidieron establecer una tregua momentánea en la cual se mantenían las posiciones de cada uno bajo la promesa de no adoptar ninguna medida hasta no finalizar con la amenaza cristiana. Con ese propósito Muley salió de Granada a la cabeza del ejército para enfrentarse a las tropas de los Reyes Católicos.

Boabdil, aprovechando la ausencia de su padre, rompió el pacto y tomó la Alhambra y con ella la autoridad real. Mientras tanto, Muley, junto con su hermano Abdallah el Zagal y lo mejor de las tropas nazaritas, derrotó a los cristianos en Málaga. Boabdil, celoso de los triunfos militares de su tío, salió de Granada para atacar directamente los campamentos cristianos de los alrededores; fue derrotado en Lucena en 1483, donde cayó en poder de los Reyes Católicos. Para recuperar su libertad se vio obligado a firmar el denominado Pacto de Córdoba, por el cual se comprometía a entregar la zona del reino que controlaba su tío a cambio del apoyo cristiano para recuperar Granada, que se encontraba de nuevo en poder de su padre; además se declaraba vasallo de los Reyes Católicos.

A la muerte de Muley en 1485, sus partidarios promovieron al trono a su hermano El Zagal, lo que volvió a desatar la guerra civil, impulsada por los Reyes Católicos que apoyaron con tropas las pretensiones de Boabdil, para continuar de este modo con su política de debilitar al reino nazarita con continuas guerras intestinas. Se llegó, tras este nuevo conflicto, a una solución de compromiso, por la cual se dividía el reino entre los dos pretendientes, ambos residían en Granada, El Zagal en la Alhambra y Boabdil en el Albaicín.

En 1486 los cristianos reanudaron las hostilidades contra Granada, tras considerar que el pacto alcanzado por los caudillos musulmanes rompía la anterior tregua establecida con Boabdil. Las tropas cristianas sitiaron la ciudad de Loja y capturaron de nuevo a Boabdil que había acudido a defenderla. Se le impuso la renuncia al título de rey de Granada, a cambio del cual recibiría uno de grandeza de España. Ello le ocasionó de nuevo el enfrentamiento con su tío y la guerra civil, que finalizó cuando los cristianos sitiaron Vélez Málaga a cuya defensa acudió El Zagal. En su ausencia, Boabdil se adueñó de la totalidad de la ciudad de Granada y El Zagal tuvo que refugiarse en los últimos territorios que aún poseía: Guadix, Almería y Baza, desde donde fue atacado tanto por los cristianos como por su sobrino, hasta que en 1489 El Zagal fue derrotado por las tropas cristianas. Los Reyes Católicos conminaron entonces a Boabdil a rendir la capital de acuerdo con lo pactado en Loja, pero el rey nazarí se negó alegando que su pueblo no se lo perdonaría nunca. Los Reyes Católicos emprendieron entonces el sitio de Granada que a finales de 1491 se rindió a los cristianos, que la tomaron el dos de enero de 1492; se puso de este modo fin a 780 años de presencia musulmana en la Península ibérica

Salió Boabdil camino de las Alpujarras y, cuenta la leyenda que, sobre una colina desde la que se dominaba la ciudad recién perdida, detuvo su caballo y volviendo su vista hacia la ciudad, suspiró llorando; fue entonces cuando su madre le dijo: «razón es que llores como mujer, pues no supiste defender tu reino como hombre«.

Pasó una breve temporada en su feudo de Andarax desde donde, al año siguiente, se ignora si por propia voluntad o expulsado por los Reyes Católicos, marchó hacia África. Vivió el resto de su vida como un príncipe en el reino de Fez, gobernado por su pariente Muley Ahmet ben Merini. Junto a éste luchaba en la batalla del vado de Bacuna en 1527 cuando recibió una herida que le causó la muerte.