Blake y Joyes, Joaquín (1759-1827).
General español, nacido en Málaga el 10 de agosto de 1759 y muerto en Valladolid el 27 de abril de 1827, que fue uno de los primeros combatientes en la Guerra de la Independencia.
Vida
Su familia, de origen irlandés, procedía del condado de Galloway, y se había establecido en España a principios del siglo XVIII. Su padre, Agustín Blake y Browne, era noble y católico, español de derecho desde 1710, y su madre, Inés Joyes y Brown, era también de origen irlandés, aunque nacida en Madrid. Ambos cónyuges pusieron especial cuidado en la educación de sus hijos; así, se sabe que Joaquín estudió en Málaga y luego en Madrid con Casimiro Ortega, y que sus estudios abarcaron Matemáticas, Retórica, Lógica, francés, inglés, alemán y griego. Pasó luego a la Escuela militar del Puerto de Santa María y, pocos años más tarde, ingresaba como cadete en en el Regimiento Infantería América, con el que participó en las guerras de la época, lo que, lógicamente, le reportó los sólitos ascensos en graduación. En 1789 casó con Dorotea Tovar y Piers.
Fue herido en la guerra contra la República francesa y es interesante observar que, en 1795, pidió el retiro del servicio para dedicarse a asuntos propios. En 1801 concibió su Plan de creación de un Estado Mayor, que haría efectivo en 1810. En 1802 volvió a pedir el retiro, pero el propio año alcanzó el grado de brigadier.
En 1807 entró con sus tropas en Portugal pero, ante el hecho de la ocupación francesa de España, volvió a pedir la separación del servicio, por no servir a los invasores. Brigadier coronel del regimiento de Voluntarios de la Corona, ascendido por la Junta de La Coruña al grado de teniente general, y nombrado comandante general del ejército en Galicia. Su contestación al mariscal Bessières, en la que dice que él y todo el ejército sólo reconocen por rey a Fernando de Borbón, y en caso de extinguirse esta familia sólo reconocería por soberano al pueblo español, legalmente representado en Cortes, se publica en Diario Mercantil de Cádiz, nº 252 (16 de septiembre de 1808).
Pasó después a Castilla, donde libró la batalla de Espinosa de los Monteros el 11 de noviembre 1808. Sin embargo, en la de Belchite, del 10 de junio de 1809, fue derrotado debido a la huída repentina de los soldados; dando cuenta de este suceso escribe una carta a un amigo suyo que fue publicada en Gazeta extraordinaria del Gobierno (Sevilla, 3 de julio de 1809), de donde la copia el Diario de Barcelona, nº 205 (24 de julio de 1809). Después marchó a Sevilla, en donde tomó el mando del ejército de Areizaga por decisión de la Junta interina de Sevilla; y de nuevo a Aragón, Cataluña, Cádiz, y el Centro otra vez, según las necesidades de la guerra.
En 1810, las Cortes le nombraron Regente del Reino, junto con Agar y Ciscar, asumiendo la Presidencia de la misma. Sin dejar de ser Regente -aunque presentado su dimisión, que no fue aceptada- el 11 abril 1811 volvió a ponerse en campaña, ante la apurada situación militar de España. Se publicó en el Conciso (22 de abril de 1811) el «Diario del ejército expedicionario al mando del Excmo. Sr. D. Joaquín Blake, dispuesto por el Intendente del mismo» (Carlos Beramendi). Después de la batalla de la Albuera, el 16 de mayo de 1811, publicó un escrito dirigido al Cuerpo Expedicionario de su mando, Campo de la Albuera, (que también se publicó en Conciso, el 25 de mayo de 1811), en el que exalta al mariscal Beresford, y sobre todo la unión íntima de las tres potencias aliadas, Inglaterra, España y Portugal.
El propio año de 1811, las Cortes le nombraron Capitán General y jefe del 2º y 3er ejército. En septiembre de 1811 firmaba en Valencia su proclama «A los valencianos» (publicada en Conciso el 10 de octubre de 1811), en la que alaba el «genio eléctrico» de los valencianos, y les anima a la defensa, para que no ocurra lo de Málaga, que ha sido ocupada por el enemigo. Acosado por las fuerzas francesas, tuvo que rendir la plaza y entregarse. Tras la capitulación, el 9 de enero 1812, fue hecho prisionero y llevado a Francia. Su correspondencia con el marqués del Palacio apareció en Traslado a toda la nación española, y a los fidelísimos constantes aliados portugueses e ingleses, de la correspondencia oficial y confidencial del Excmo. Sr. marqués del Palacio, con el Excmo. Sr. D. Joaquín Blake, desde el arribo de éste a Almería para reunir el mando de los ejércitos segundo y tercero, en virtud de R.O. que va por cabeza de la correspondencia, hasta la salida del marqués de aquel reino, para ilustración del público sobre los últimos sucesos de Valencia, a 6 rs. (Aviso en Diario Mercantil de Cádiz, nº 100, 9 abril 1812).
Un Manifiesto de 1813 le acusa de ser el único culpable de la pérdida del castillo de Sagunto, para «cubrir sus desaciertos con la deshonra de los beneméritos» (sic). Estuvo en Vicennes y Saumur, y regresó a España en 1814 para desempeñar la presidencia del Consejo de Estado. Tras ser purificado, se le nombró Ingeniero General del ejército. El propio año recibió diversas condecoraciones, entre ellas las grandes cruces de San Fernandoy San Hermenegildo. Fue camarista nato de la Cámara de Guerra entre 1817 y 1819, consejero de Estado y Decano del mismo desde el 21 de marzo de 1820 al 11 de junio de 1823; asimismo, formó parte del primer Ateneo (1820).
En 1823, Blake fue presidente de la Junta de Defensa, de corta duración, y se trasladó a Sevilla con las Cortes y el Rey; sin embargo, no acompañó a éstos a Cádiz, sino que se quedó en Sevilla en su pretensión de alcanzar luego Madrid. Fue hecho prisionero y maltratado; en 1823 se le prohibió residir a menos de 30 leguas de los puertos y costas de Málaga, aunque a finales de año se le permitió trasladarse a Valladolid. Fue purificado el 6 marzo 1827, en vísperas ya de su muerte.
Bibliografía
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Archivo Histórico Nacional (Estado, leg 5D, 37).
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BENAVIDES, Nicolás y YAGÜE LAUREL, José A. El capitán general D. Joaquín Blake y Joyes (Madrid:1960).
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Conciso, cit.
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Diario Mercantil de Cádiz, cit. y nº 217 (2 agosto 1808).
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Redactor general de España, nº 694 (9 mayo 1813).
A. Gil Novales